MUESTRA INTERNACIONAL DE CINE 57
Con maletas de rueditas y entre animales
A final de cuentas La Frontera Verde podría considerarse una película de aventuras de la veterana cineasta polaca Agnieszka Holland. Tiene buen ritmo, violencia, perros de ataque, arenas movedizas, persecuciones, mucho drama, africanos haciendo beatboxing y rap y las más de dos horas y media que dura resultan entretenidas.
Por Fernando Ramírez Ruiz

La Frontera Verde (Polonia-Estados Unidos-Francia-República Checa-Bélgica-Alemania-Turquía, 2023), película de la veterana directora polaca Agnieszka Holland es un alegato a favor de los migrantes que intentan llegar a Polonia o tan sólo pasar por Polonia. Una situación que hizo crisis en el 2014 o eso creían porque luego vino la guerra Rusia- Ucrania y con ella, súbitamente, millones de refugiados a la frontera de Polonia.
Aunque al final de la película aparece también el tema de los refugiados ucranianos, la película se centra en un grupo de refugiados de la guerra de Siria, una mujer afgana y algunos africanos cuyo paso por Bielorrusia y Polonia se convierte en un infierno.
La situación entre Bielorrusia y Polonia recuerda la situación entre Estados Unidos y México con los migrantes de terceros países, que de un lado los echan para el otro. En el caso Polonia – Bielorrusia -al menos en esta película- son como pelotas de volleyball y la frontera con su barda alambrada es la red. Pero este juego, a diferencia del volleyball, es muy violento, con guardias fronterizos que parecen más bien de campo de concentración por su crueldad.
La Frontera Verde, película de la veterana directora polaca Agnieszka Holland es un alegato a favor de los migrantes que intentan llegar a Polonia o tan sólo pasar por Polonia.
Fernando Ramírez Ruiz
Además los inmigrantes, que al menos los personajes principales lo único que quieren es pasar por Polonia para llegar a Suecia, están en medio del bosque, de ahí el título de la película. Hay hasta alces y renos deambulando por ahí junto con los migrantes y sus hijos y sus maletas con rueditas tratando de comunicarse con sus celulares sin éxito.

Pero la película no sólo se trata de los migrantes, también de los guardias fronterizos y de los que tratan de ayudar a los migrantes, que están divididos en dos, los que respetan las leyes y los anarquistas que no y que llaman a los primeros “liberales cobardes”.
A final de cuentas La Frontera Verde podría considerarse una película de aventuras. Tiene buen ritmo, violencia, perros de ataque, arenas movedizas, persecuciones, mucho drama, africanos haciendo beatboxing y rap y las más de dos horas y media que dura resultan entretenidas.
C

Fernando Ramírez Ruiz estudió en la prepa de La Salle, de la Ciudad de México, al lado del hijo del presidente Miguel de la Madrid y en la secu Nuevo Continente se enamoró de Lucerito, tiempo después cruzó miradas y le dijo quiúbole a Yordi Rosado en la Universidad Intercontinental, de la que desertó de la carrera en Ciencias de la Comunicación. Ha conocido a Diego Luna, fue Stand in de Sasha Sokol y el Chivo Lubezki en una película. Está escribiendo el libro de memorias: «Quiúbole con mis encuentros con los famosos».







Deja un comentario