MIRAR LA CIUDAD CON OTROS OJOS
Ensayo fotográfico de Guadalajara
“Memorias de un monumento” es un conjunto de fotografías intervenidas de monumentos que se encuentran en el Área Metropolitana de Guadalajara y que trata de hacer ver la importancia de estas estructuras en la ciudad, pues desempeñan un papel sumamente importante en la relación entre ella y las personas.
Por Luz Elena Aramiz y Florencia Pardo.
La intervención de estas fotografías alude a la ocupación y la interacción necesaria para la conservación de los monumentos para invitar a hacerlos nuestros y parte de nuestro cotidiano.
El significado de monumento está íntimamente ligado con la memoria, un mero recuerdo. Según Pablo Sztulwark en su ensayo “Ciudad, memoria, monumento y situación urbana”, publicado en la revista Memoria Abierta, “La memoria es un conjunto de fuerzas heterogéneas y hasta contradictorias, que afectan, alteran, suplementan un objeto o un espacio y lo transforman en lugar”.
El monumento evoca a la memoria de manera afectiva, aunque se requiere de una memoria espontánea, viva e indeterminada, pues ésta adquiere y construye sus propias formas. Una memoria en constante construcción es la única que no permitirá que los monumentos se pierdan en el olvido y el abandono.
El monumento evoca a la memoria de manera afectiva, aunque se requiere de una memoria espontánea, viva e indeterminada, pues ésta adquiere y construye sus propias formas. Una memoria en constante construcción es la única que no permitirá que los monumentos se pierdan en el olvido y el abandono.
Luz Elena Aramiz y Florencia Pardo
Los sucesos que pasan en la cotidianeidad alrededor de estas estructuras contribuyen al nuevo significado que contienen, adquieren un nuevo conocimiento, su memoria crece. Por lo que las situaciones cotidianas afectan y construyen el entendimiento y el sentir colectivo respecto de estos espacios. Los recuerdos de los tapatíos necesitan un lugar donde acontecer, y son los que ellos formarán dentro del espacio público los que se quedarán impregnados en la memoria.
Es necesario que las personas ocupemos estos espacios e interactuemos con ellos, pues así llegamos a sentirnos seguros dentro de éstos, los hacemos nuestros y es ahí cuando la ciudad y el espacio público son realmente habitables. Estos recuerdos tienen un lugar donde coexistir con la ciudad y así serán transmitidos de generación en generación, pues lo compartido y lo colectivo es fuerza. Un lugar en donde convergen la historia, el arte, la diversión, el escape, la reflexión y las personas junto con su ciudad.
Los monumentos en la modernidad deben de ser hechos para las personas que los rodean, para representar lo que les importa en la actualidad, para que éstos en un futuro se conviertan en la memoria viviente de lo que fue hoy, la misma memoria que será transformada día con día. Así, los espacios públicos serán para todos aquellos que habitan la ciudad.
Fotografías e intervenciones de Luz Elena Aramiz de Monumentos en Guadalajara
Los sucesos que pasan en la cotidianeidad alrededor de estas estructuras contribuyen al nuevo significado que contienen, adquieren un nuevo conocimiento, su memoria crece. Por lo que las situaciones cotidianas afectan y construyen el entendimiento y el sentir colectivo respecto de estos espacios. Los recuerdos de los tapatíos necesitan un lugar donde acontecer, y son los que ellos formarán dentro del espacio público los que se quedarán impregnados en la memoria.
Luz Elena Aramiz y Florencia Pardo
El Pájaro de Fuego, de Mathías Goeritz. Av. de los Arcos, Guadalajara, Jalisco.
C
Este ensayo fotográfico es parte de la investigación “Memorias de un monumento” que se lleva a cabo en el Proyecto de Aplicación Profesional: Mirar la ciudad con otros ojos. Memorias e identidades, Primavera 2024 realizado por Florencia Pardo García, estudiante de la Licenciatura en Gestión Cultural y Luz Elena Aramiz Ortiz de la Licenciatura en Derecho, ambas en el ITESO.
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