FILMOTECA SMILE ON THE DOG /EL LEGADO DE DAVID LYNCH

En Lost Highway de David Lynch sus personajes no están perdidos en el bosque, el mar o el desierto como en los mitos antiguos sino en la carretera, el lugar de la búsqueda y perdición espiritual en la mitología americana.

Por Fernando Ramírez Ruiz

La carretera es el lugar de la búsqueda y perdición espiritual en la mitología americana.

Como en un desierto en donde la pesadilla de los que se pierden no es llegar a un lugar desconocido sino en descubrir que han regresado al mismo lugar de donde partieron, en Lost Highway (EUA-Francia, 1997), la sexta película de David Lynch, Fred Madison (actuado por Bill Pullman) sale por la carretera de la perdición hacia ser otra persona, que también está condenada a amar a la misma mujer que al final le dice que nunca será suya. Al final Fred se deja a sí mismo el mensaje con el que empieza la historia, lo que hace pensar en un eterno retorno nietzcheano o en un pesadillesco día de la marmota.

En la película El Día de la Marmota Phil Connors, el protagonista, logra salir de su infernal vida sin sentido en la que todos los días se repiten y ni siquiera puede suicidarse para escapar, gracias a que se enamora de Rita, quien es una buena mujer y para enamorarla, Phil se vuelve bueno, las conquista y la pesadilla acaba, pero Fred Madison, en Lost Highway se enamora de Renee/Alice que es infiel, ladrona que no le importa matar y que le hace ver películas porno–snuff, que además no será suya.

Al igual que Phil, Fred regresa en el tiempo: Además de regresar al final a darse el mensaje por interfón del principio, regresa de la antesala de la silla eléctrica, más joven, a empezar de nuevo con la misma mujer. En términos jungianos estas mujeres, tanto Renee/Alice como Rita de El Día de la Marmota, representan el ánima o alma masculina.

Para la famosa analista jungiana Marie Louise Von Franz, un hombre con un ánima subdesarrollada todas las mujeres se dividen en putas o santas y Fred es un tipo inmaduro, lo sabemos pues no acepta la realidad. Lo sabemos pues odia las videocámaras, ya que le gusta recordar las cosas a su manera y no precisamente «como sucedieron».

Fernando Ramírez Ruiz

«Para mí -señala Patrcia Arquette- Lost Highway se trata de los problemas de Fred con las mujeres: la película se trata de ver a las mujeres con los ojos de un misógino… Está totalmente obsesionado con ella, no puede amarla lo suficiente, no puede tenerla sólo para él lo suficiente, no puede matarla suficientes veces».

Agrega la actriz, que personifica a Renne en esta película, «(Fred) odia a las mujeres, no confía en ella aunque es su esposa, la mata pero no puede recordarlo, entonces se recrea como este joven viril y la conoce de nuevo. Ahora ella quiere coger con él y lo ama. Pero inclusive así ella es una puta cochina. En la mente de este hombre una mujer siempre es un monstruo».

«Para mí -señala Patrcia Arquette- Lost Highway se trata de los problemas de Fred con las mujeres».

Para la famosa analista jungiana Marie Louise Von Franz, un hombre con un ánima subdesarrollada todas las mujeres se dividen en putas o santas y Fred es un tipo inmaduro, lo sabemos pues no acepta la realidad. Lo sabemos pues odia las videocámaras, ya que le gusta recordar las cosas a su manera y no precisamente «como sucedieron».

¿Pero entonces por qué en El Día de la Marmota Phil, que es malo, sí se salva? Quizá porque no busca a ninguna santa, Rita es sólo una mujer que trabaja para él a la que se quiere coger. Y se la coge y santo remedio. Fred/Pete en cambio duda de su realidad: De su mujer, de que ella sea ella y de que le sea fiel, de las voces en el interfón, de la realidad del mundo y de las lagunas en su memoria. Está perdido, no en el bosque, el mar o el desierto como en los mitos antiguos sino en la carretera, el lugar de la búsqueda y perdición espiritual en la mitología americana.

Esta reseña crítica forma parte de la selecta curaduría de la Filmoteca Ramírez «A smile on a dog».

Fernando Ramírez Ruiz estudió en la prepa de La Salle, de la Ciudad de México, al lado del hijo del presidente Miguel de la Madrid y en la secu Nuevo Continente se enamoró de Lucerito, tiempo después cruzó miradas y le dijo quiúbole a Yordi Rosado en la Universidad Intercontinental, de la que desertó de la carrera en Ciencias de la Comunicación. Ha conocido a Diego Luna, fue Stand in de Sasha Sokol y el Chivo Lubezki en una película. Está escribiendo el libro de memorias: «Quiúbole con mis encuentros con los famosos» y es director de la Filmoteca A smile on a dog.


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