DANDYS Y CÍNICOS
¿Generará polémica el director de cine, luego de haber sido denunciado de acoso y maltrato laboral?
Carlos Reygadas cabalga de nuevo al Festival de Cannes este 2025. ¿Generará polémica el director de cine, luego de haber sido denunciado de acoso sexual y maltrato laboral?
Por José Antonio Monterrosas Figueiras

Carlos Reygadas regresa al Festival de Cannes este 2025, como parte del jurado que tendrá el honor de otorgar la Palma de Oro a una de las 21 películas en Competición, después de Anora de Sean Baker, encabezado por Greta Gerwig, en 2024, y que ahora estará a cargo de la actriz francesa, Juliette Binoche.
El cineasta galardonado con el Premio del Jurado en el festival francés, en 2007, por su película Luz silenciosa, y luego con el Premio a Mejor Director en 2012, en ese mismo certamen fílmico, por Pos Tenebras Lux, estará al lado de la actriz y cineasta estadounidense Halle Berry, la directora y guionista india Payal Kapadia, la actriz italiana Alba Rohrwacher, la escritora franco-marroquí Leïla Slimani, así como el director, documentalista y productor congoleño Dieudo Hamadi, el director y guionista coreano Hong Sangsoo y el actor estadounidense Jeremy Strong, para anunciar a los ganadores de esta edición 78, el sábado 24 de mayo en la Ceremonia de Clausura, que será retransmitida en directo por France Télévisions en Francia y por Brut a nivel internacional.
La relación de Cannes con Carlos Reygadas ha sido larga, ya que su Ópera Prima Japón, de 2002, fue invitada a la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes y ahí recibió una Mención Especial de la Cámara de Oro. Para 2005, el también abogado por la Escuela Libre de Derecho con maestría en Derecho de Conflicto Armado y Uso de la Fuerza en el King’s College de Londres, estrenó en competencia su segunda película, Batalla en el Cielo. ¿Generará polémica el director de las películas Japón, Batalla en el cielo, Luz silenciosa, Post Tenebras Lux y Nuestro tiempo, luego de haber sido denunciado de acoso sexual y maltrato laboral?
El día que el escritor Xavier Velasco se bajó del caballo de la actuación de la última película de Carlos Reygadas

Hace tiempo que no sabíamos de Carlos Reygadas. Su última película es del 2018 y de ahí viene aquella tormentosa experiencia que vivió el escritor Xavier Velasco, cuando decidió montarse en el caballo de la actuación en una película del cineasta que ha recibido aplausos y abucheos en Cannes.
En febrero de 2023, cuando el autor de la novela Diablo Guardián estuvo de visita por Guadalajara Capital Mundial del Libro, al lado del escritor brasileño Marça Aquino, para platicar sobre cine y literatura, en la charla: «Cuando un libro se va al cine: qué cambia de la pequeña a la gran pantalla», donde Aquino recordó que ha participado en cine como guionista para pagar las cuentas de la vida diaria y poder escribir literatura con libertad y Velasco contó que su acercamiento ha sido desde la actuación y en “algunos cameos” en la serie de su célebre novela Diablo Guardián, por allá también de 2018, le pregunté sobre el riesgo de montar el caballo de la actuación en el cine Carlos Reygadas, que podría haberlo llevado salvajemente a Cannes.
Y es que durante esa charla con Aquino en el Museo del Periodismo y Artes Gráficas en Guadalajara, Velasco dijo que se volvió cinéfilo porque le gustaba ver a personas que se arriesgaban en la pantalla. Por lo visto, Xavier Velasco quiso hacer lo mismo con Carlos Reygadas pero se bajó de ese caballo a la mitad de la filmación. Fue en ese entonces que le pregunté:
-Xavier Velasco, tú al principio hablabas de que te volviste cinéfilo, porque te gustaba ver personas que arriesgaran en la pantalla, y yo recordé, orita que lo comentas que… Tú te subiste al caballo de la actuación con Carlos Reygadas, ¿no?
-Esa es la experiencia que te estaba contado, pero no quise contarlo… Jajaja… Pero así es. Así fue.
Responde un tanto nervioso Velasco mientras continúo con mi plateamiento.
-Y bueno es interesante porque tomaste el riesgo de subirte al caballo y luego te bajaste, literalmente, cómo fue esa experiencia, sobre todo siendo Carlos Reygadas, pues podría ser un personaje de una de tus novelas, ¿no?
-Eh, no creo, jejeje.
Mira, a mí me dijeron esto y yo que tenía la cosa de que quería ser actor dije “¡Y a parte protagonista de una película de Reygadas!” Honestamente me aburría mucho las películas de Reygadas pero lo quise ignorar. ¡Me mandó el guion! Dije: “No me gusta, esto es de taurinos. ¡Odio el mundo taurino! Pero yo quiero ser actor». Está bien, me lanzo.
Entonces salí odiando profundamente el oficio de actor. Todavía me atreví a hacer un par de cameos en la serie de Diablo Guardián, pero en la medida de lo posible no me gusta eso y mucho menos, cuando estamos hablando de esas pretensiones, o sea, ¿quién te crees? ¿Tarkovsky? ¿Visconti? ¿Einsenstein? “No lo creo, creo que eres un pretencioso, bastante pagado de ti mismo y me fui”.
Xavier Velasco
Me acuerdo que fuimos a un rancho, una hacienda cerca de Tlaxcala. Le dijo a Adriana, mi esposa, “eh, yo voy a hacer de tu esposo un perfecto ranchero”, nomás se rio para adentro y durante tres meses estuve aprendiendo a montar, eso sí estuvo bueno, ya se galopar, justamente al día siguiente en que aprendí a galopar, me pusieron a galopar, pero a todo galope, en medio de una tormenta y tenía que ir detrás de una camioneta, alcanzarla, junto con otro ranchero. La hice diecisiete veces. A parte estar soportando al director que está con una secta de gente a la que no le paga, pero se siente muy horrada porque está con Reygadas, y un tipo que no se ríe nunca, que odia divertirse, marcadamente misántropo, que aparte durante la filmación, hizo cantidad atroces con los animales. Me fui enterando…
Me fui enterando. Él quería alebrestar a un toro y lo metieron en un remolque y estuvieron acelerando y frenando, acelerando y frenando para ponerlo loco, para que el toro saliera desatado. El toro salió desatado brincó todas las bardas, corrió, tuvieron que llamar a los guardias federales, llegó hasta un campo de béisbol, donde había gente jugando béisbol, todo mundo corrió, los tipos le dispararon al toro, lo tiraron y llegó el señor Reygadas a meterle un balazo en la cabeza al toro. Yo debí de haberme dado cuenta desde que un día en que le llamé y me dijo: “No puedo verte ahora porque voy a ver a José Tomás a la Plaza de Toros”. Desde ese momento debí de haber dicho; “No tenemos nada que ver en esta vida”, pero bueno seguí tratando de hacerlo y de pronto me decía: “tienes que estar con un gran pesar”, me quedo así -advierte Xavier Velasco mientras baja un tanto la cabeza para unirla con su mano izquierda– y me dice: “¡Oye, no es el muro de las lamentaciones!”. Se empieza a burlar el tipo y llegó un momento en que le dije: ¡Tú me vuelves a arremedar y yo me voy de aquí!” No tengo por qué aguantar… “No, no, no… ¡Camarada! No, cómo crees…” Llegó un momento en que estaba odiando mi vida, por eso te digo que respeto a los actores, porque tiene que soportar unas vejaciones espantosas, para cumplir con las obsesiones al cabo de un tipo que yo no respeto, finalmente digo: “Este señor no lo respeto”.
No conté la historia tal cual en (la revista) Nexos porque tampoco se traba de antagonizarlo, de insultarlo, ni nada, pero fue una experiencia espantosa. Entonces, estoy ahí frente a un dictador, que odia el entretenimiento, que odia que hagan bromas, que odia estar contento, nadie puede hacer chistes, todo mundo tiene que estar callado, ni vine a misa. Entonces salí odiando profundamente el oficio de actor. Todavía me atreví a hacer un par de cameos en la serie de Diablo Guardián, pero en la medida de lo posible no me gusta eso y mucho menos, cuando estamos hablando de esas pretensiones, o sea, ¿quién te crees? ¿Tarkovsky? ¿Visconti? ¿Einsenstein? “No lo creo, creo que eres un pretencioso, bastante pagado de ti mismo y me fui”.
Hasta aquí la respuesta de Velasco que en ese momento era más bien El Minotauro. Fue una narración tan apasionada y entretenida de ese escritor que alguna vez fue publicista, que pienso que esta podría ser el inicio de su carrera como director de cine, tal vez podría invitar a Carlos Reygadas a montarse de nuevo en el caballo de la actuación hecho un hombre-toro, así como terminó Xavier Velasco cuando decidió bajarse del caballo de la actuación y que al final se llamó Nuestro tiempo. A lo mejor ahora sí va Xavier Velasco a Cannes.
Al menos ahora lo que sí sabemos, es que quien vuelve al festival galo, es Carlos Reygadas, y no montado en el caballo de la dirección o en el de la actuación, sino en el de jurado.
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José Antonio Monterrosas Figueiras es periodista cultural y cronista de cine. Es editor cínico en Los Cínicos. Ha colaborado en diversas revistas de crítica y periodismo cultural. Conduce el programa Cinismo en vivo.







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