COBERTURA DÍA DE MUERTOS
Algunas bestias querían hacer justicia por su propia mano peluda
Por José Antonio Monterrosas Figueiras
En la ya acostumbrada celebración por el Día de Muertos en el centro de Coyoacán, entre payasos con motosierras y una banda de osos Bimbo, la Guardia Nacional irrumpió la plaza pública tras aprehender a un hombre, con el torso desnudo, por el presunto robo de un celular.
«El pueblo uniformado» gritaba de manera enérgica, «a un lado, a un lado» para abrirse camino entre el Chapo Guzmán, Spider man y una diversidad de personajes de la cultura popular, llevando a ese hombre tatuado a la camioneta de la corporación militar que se encontraba a espaldas de la iglesia de San Juan, la cual estaba custodiada por una monja diabólica de ojos blancos.
La acción de los militares de uniforme camuflageado y armas largas dividió a la gente disfrazada que estaba a su alrededor. Estaban los que reclamaban la liberación del presunto ratero y los que señalaban al mismo con rabia que esa era «la rata».
Al querer subirlo a la caja de la camioneta, mientras un hombre hacía intentos frustrados porque liberarán al probable robacelulares, una mujer le gritaba e intentaba pegarle. Esto provocó que tuvieran que resguardarlo dentro de la cabina del transporte. La trifulca terminó con otra mujer que logró abrir la puerta derecha posterior donde iba el supuesto malechor, para aventarle sin temor un cubetazo con agua.
La historia que aquí contamos podría haber terminado en un linchamiento público, pues varios de los que ahí estaban disfrazados comenzaron acercarse y quitarse las máscaras, para mostrar su verdadero rostro de coraje e indignación, incitando a la muchedumbre de bestias a hacer justicia por sus propias manos peludas, como si esto fuera una buena película de terror mexicano.
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José Antonio Monterrosas Figueiras es periodista cultural y cronista de cine. Es editor cínico en Los Cínicos. Ha colaborado en diversas revistas de crítica y periodismo cultural. Conduce el programa Cinismo en vivo.
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