DANDYS Y CÍNICOS

Historias con V de Vagina

Urdailleta es una Estrella Solitaria pero luminosa. Sus historias son cuentos terribles con finales felices. Filmes punzantes en un país como México, el cual es el segundo más homofóbico del mundo después de Brasil (nuestro orgullo latino, caray). Es el cine de la venganza de las vaginas dentadas. 

Por José Antonio Monterrosas Figueiras

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Valentina punk de las Estrellas Solitarias.

Al mirar el cine de Fernando Urdapilleta, cineasta prometedor del cine mexicano con apenas un par de cortometrajes como Cosita linda (2008), Estrellas Solitarias, Ópera Prima —a la cual sí se le arrima— y segunda película Los reyes del juego (2014) próxima estrenarse —eso se desea—, me percato que sus historias son las de vaginas, pero no de cualquier vagina sino de vaginas vengadoras. También son historias de vergas, pero no de cualquier verga, sino de vergas vanidosas.

Es la venganza dentada y variopinta de Urdapilleta, frente a un dios macho que castiga a los que intentan la emancipación sexual. El travesti es un hombre que no quiere ser la imagen de ese dios omnipotente y omnipitón. La bella mujer es aquella rosa de Guadalupe devoradora de los malditos violadores y asesinos de jovencitas con carnes firmes.

La pregunta capital en este mundo urdapillesco es: ¿y si Dios fuera mujer? O mejor aún: ¿Si Dios fuera un transexual?

Tal vez sería una Estrella solitaria o una Cosita linda o una vagina sonriente o una quinceañera gordinflona y gay o un punketo travesti, largirucho y de cabellera platino o una Valentina, vagina varona, golpeadora —cual justiciera de las malas conductas— de policías maricas.

Esa Valentina —también con V de Venganza, con V de Vagina, con V de Verga vanidosa—, baila en el escenario de un bar como un Dios travesti. Baila a lado de su hijo quinceañero gay y de una muñequita brava, espíritu pequeño y seductor. La Santísima Trinidad urdapillesca, que bien podría estar en un pasarela o en un pancracio.

Las Estrellas Solitarias, se oye en algún momento en la película, tienen “la fuerza de Sansón, el porte de Espartaco y la flexibilidad de Jesús”. Las Estrellas Solitarias son el gordo y el flaco con panocha trans. Las Estrellas Solitarias son los carnavales populares de la bonita —y mojigata— provincia mexicana.

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Urdailleta es una Estrella Solitaria pero luminosa. Sus historias son cuentos terribles con finales felices. Filmes punzantes en un país como México, el cual es el segundo más homofóbico del mundo después de Brasil (nuestro orgullo latino, caray). Es el cine de la venganza de las vaginas dentadas. 

Las Estrellas Solitarias, se oye en algún momento en la película, tienen “la fuerza de Sansón, el porte de Espartaco y la flexibilidad de Jesús”. Las Estrellas Solitarias son el gordo y el flaco con panocha trans. Las Estrellas Solitarias son los carnavales populares de la bonita —y mojigata— provincia mexicana.

Pinche Fernando Urdapilleta —sentado a la derecha de John Waters y a la izquierda de Martha Villalobos—, “otra vez con tus puterías”.  Sigue así, vales mil —“vales verga, vales madre, ¡qué grosero!”—, nunca cambies. Amén. ©

Cortometraje Cosita Linda de Fernando Urdapilleta

Las Ultrasónicas: ¡Qué grosero!

* Texto que el autor intentó leer en la exhibición de la película Estrellas Solitarias, el lunes 9 de noviembre, con motivo de los 40 años del Centro de Capacitación Cinematográfica en donde conversó con Fernando Urdapilleta, pero no se atrevió (le temblaron las chichis).

José Antonio Monterrosas Figueiras, editor cínico en Los Cínicos y periodista replicante en Replicante.
@jamonterrosas

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