CINISMO

Un ensayo fílmico sobre la memoria 

La Muestra Internacional de Cine 61 continua su recorrido por diversas sedes, después de pasar por Cineteca Nacional. Francofonía, del cineasta ruso Sokúrov, es una de sus películas más relevantes. Aquí un apunte sobre este ensayo fílmico dedicado a la memoria, el arte y la guerra.

Por Francisco Meza

El filme Francofonía (Francia-Alemania-Países Bajos, 2015), del portentoso cineasta ruso Aleksándr Sokúrov, es una reflexión sobre las vicisitudes y peligros que vivieron, durante el periodo de la Segunda Gran Mundial, el patrimonio —físico, representativo y simbólico de la humanidad— concentrado en el Museo de Louvre, en Paris, Francia.

Este peculiar esteta del cine siberiano, denomina a su relato fílmico Francofonía, en alusión a Francia y a su lengua, como es claro. También se refiere a aquellos no franceses que aprecian el valor de la obra contenida en el Museo Louvre.

El discurso del historiador y cineasta  va mucho mas allá de la información que precisan los objetos del museo, pues este espacio físico adquiere la capacidad de anfitrión y escenario vivo para algunos de sus personajes que hablan en tiempo presente.

Un personaje representativo en el filme, emanado de la Revolución Francesa, es Napoleón, quien está en el filme, personificado por Vinvent Nemeth, y alterna intervenciones con el francés Jacques Jaujard (Louis-Do-de Lencquesaing), director del museo durante la ocupación Nazi, y el conde alemán Franz Wolff Metternich (Benjamin Utzerath), oficial del ejército invasor, para evitar el saqueo total del recinto.

Es así que el cineasta utiliza la voz en off, para elaborar premisas esenciales en términos de teosofía, política y estética.

Un personaje representativo en el filme, emanado de la Revolución Francesa, es Napoleón, quien está el filme y alterna intervenciones con el francés Jacques Jaujard, director del museo durante la ocupación Nazi, y el conde alemán Franz Wolff Metternich, oficial del ejército invasor, para evitar el saqueo total del recinto.

Aleksándr vierte su herencia del teatro al cine para plasmar con maestría una visita virtual a Museo Louvre. Esto a través de un soberbio conjunto de trazos escénicos desarrollados en sus interiores y exteriores, dejando en claro que los objetos del museo solo operan, en su discurso, a manera de significantes.

Francofonia está dotado de una selección de fotografías, las cuales operan como referentes históricos en el desarrollo de la película.

Al final de esta interesante obra fílmica, se escuchan las notas del Himno Nacional ruso que con su presencia enfatiza la aportación del cineasta  Sokúrov al conjunto de sumandos que integran esta Francofonía francesa de naturaleza universal. Eco de otra película del mismo director El arca rusa (2002) dedicada al Museo del Hermitage, de San Petersburgo, Rusia.

La memoria como un hogar para el arte.©

Francisco Meza_Semblanza

Francisco Meza es antropólogo y crítico de cine.