DANDYS Y CÍNICOS

Adiós a Mil Máscaras del pancracio, nos quedan sus películas 

La Filmoteca de la UNAM se une a los homenajes por el adiós del pancracio de Mil Máscaras, con la presencia del luchador, quien siguió los pasos de El Santo y Blue Demon en el cine, actuando en una veintena de películas.

Por José Antonio Monterrosas Figueiras

Blue Mil Santo
Blue Demon, Santo y Mil Máscaras.

Mil Máscaras que es uno de los luchadores vivos más reconocidos en el mundo, siguió los pasos de Santo y Blue Demon en el cine, actuando en una veintena de películas. 

Fue gracias al periodista Valente Pérez, creador de la revista Lucha Libre en los años cincuenta del siglo pasado,  que Aarón Rodríguez Arellano se convirtió en Mil Máscaras.

“El Frankestein de la Lucha Libre”, como también conocían a ese periodista porque inventó a varios gladiadores más, a partir de sus ilustraciones, creó esa leyenda llamada Mil Máscaras, a quien nadie conocía porque se la pasaba viajando por el mundo.

Fue así que pidió a los seguidores de esta publicación, que mandaran a la redacción dibujos de máscaras, para que ese luchador —que en realidad no existía— se las pusiera en cada pelea alrededor del planeta.

En esa búsqueda porque alguien figurara como Mil Máscaras, fue que Valente Pérez invitó a Aarón Rodríguez Arellano, quien entrenaba para ser luchador olímpico, para que encarnara ese personaje. 

En 1964, Mil Máscaras subió al pancracio y dos años después filmó su primera película que llevó su mismo nombre. En este filme estuvo a lado de actores como Eric del Castillo y un Frankenstein, entre otros. Ahí vemos cantar a Diana Mariscal «Fresas con miel», quien tiempo después actuaría en «Fando y Lis», de 1968, de Alejandro Jodorowsky.

En 1970, Mil Máscaras apareció a lado de Santo y Blue Demon en la película de culto «Las momias de Guanajuato».

Pero lo del cine le vino desde niño, pues él de chamaco quería ser actor cuando a los ochos años vio la obra de teatro «Fuenteovejuna» de Lope de Vega. Su madre le decía que sería Padre, pero él respondía que no, que él sería torero o actor. A los 18 años viajó de San Luis Potosí a la Ciudad de México para estudiar actuación.

«Yo le cumplí su sueño a Valente», ha dicho en múltiples ocasiones Mil Máscaras, ya que él es uno de los luchadores más conocidos en Asia y el mundo.

Probablemente, una de las pocas luchas que ha rechazado, ha sido la de enfrentarse a Valente Pérez, cuando brincó al set de cine y firmó contratos que para no llegar a pleitos legales innecesarios, Mil Máscaras le dio a su creador «una buena lana» y tan amigos hasta la tumba. 

Se cuenta que el luchador griego Spiros Arion, quien acompañó a Mil a su debut en Japón, en 1971, le agradeció por enseñarle a luchar, ya que este deporte lo aprendió viendo sus películas (Leer Homenaje a una leyenda; Mil Máscaras, el luchador más grande a nivel internacional, en la revista La Mano de Dios, escrito por Carlos Ávila).

«Los vampiros de Coyoacán» y otras historias de Mil Máscaras en su homenaje

Los vampiros de Coyoacán

El homenaje a Mil Máscaras en el Cinematógrafo del Chopo, comenzará prácticamente a un mes del cumpleaños 76 del luchador (el ídolo nació el 15 de julio de 1942, en San Luis Potosí).

El jueves, 14 de junio, a las 17:30, se inaugurará con una mesa redonda en la que participará Mil Máscaras, el director de la Filmoteca de la UNAM,  Hugo Villa, y el Crítico Enmascarado, para luego proyectar la película «Mil Máscaras» (México, 1969), dirigida por Jaime Salvador.

Al siguiente día, se exhibirá el filme «Los campeones justicieros» (México, 1971), bajo la dirección de Federico Curiel. Para el sábado se proyectará «Leyendas macabras de la Colonia» (México, 1968) de Arturo Martínez, pero antes, al mediodía, estará «Los campeones de la lucha libre» (EUA, 2008), de Eddie Mort, el cual es oficialmente el primer largometraje de lucha libre en animación —aunque en éste no salga Mil Máscaras.

La pregunta de rebote queda volando en el aire —y con máscara: ¿El sacro… Santo recinto de la Cineteca Nacional, encabezado por el doctor Pelayo  —hasta que el Peje lo moralice—, se unirá a los homenajes que le realizan al luchador, actor y productor de cine Mil Máscaras, como parte de su gira de despedida del pancracio, al que la Filmoteca de la UNAM se está uniendo con la exhibición de parte de su legado fílmico? 

Homenaje a Mil Mascaras

Finalmente, el domingo 17, «Los vampiros de Coyoacán» (México, 1974) que cuenta el periodista Pepe Návar, en la biblia de la Lucha Libre «Quiero ver sangre» (UNAM, 2011), que este filme es significativo porque la culta e intelectual sociedad de Coyoacán no aceptaba que ahí haya existido una casona habitada por un clan vampiro, pues esto desprestigia a ese barrio tan exquisito —tal vez lo sigan considerando así. 

La pregunta de rebote queda volando en el aire —y con máscara: ¿El sacro… Santo recinto de la Cineteca Nacional, encabezado por el doctor Pelayo  —hasta que el Peje lo moralice—, se unirá a los homenajes que le realizan al luchador, actor y productor de cine Mil Máscaras, como parte de su gira de despedida del pancracio, al que la Filmoteca de la UNAM se está uniendo con la exhibición de parte de su legado fílmico?

Hasta la victoria siempre, Mil Máscaras. Esta lucha aún no termina. ©

José Antonio Monterrosas Figueiras
Reportero Repicante.

José Antonio Monterrosas Figueiras es editor cínico en Los Cínicos, ha colaborado en revistas de crítica cultural como Replicante Revés.