DANDYS Y CÍNICOS

Una historia lo más fidedigna posible

Mientras se desarrollaba el taller, afuera del salón, Santiago Creel, el político más sentimental de nuestro México moderno, estaba en una conferencia de prensa, diciendo por qué quiere ser el próximo presidente de la república. Adentro, nosotros continuábamos hablando sobre periodismo narrativo. Dice Sergio René de Dios que «donde unos ven piedras, el narrador observa pirámides», que «los datos hay que humanizarlos» y que «a veces, sin darnos cuenta, hay notas que escribimos con el corazón, porque ven más allá de la razón».

Por José Antonio Monterrosas Figueiras

El periodista Sergio René de Dios, afuera del MUSA, el pasado viernes, 14 de julio.

Han sido siete años de que murió mi madre, ese recuerdo lo eclipsó un taller sobre periodismo narrativo, actividad organizada por el Premio Jalisco de Periodismo 2023, impartido por Sergio René de Dios Corona, el cual me hizo salir temprano de casa, el pasado jueves, 13 de julio. La cita fue a las 10 de la mañana en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA), un recinto donde hay murales de José Clemente Orozco, y en el que alcanzo a ver que actualmente, entre otras exposiciones, está una sobre Frida Kahlo.

Como si fuera un aviso de lo que vendría para ese taller, antes de llegar al museo, en la esquina de la avenida Enrique Díaz de León y Juárez, una camioneta de tránsito se encuentra atravesada en un carril cubriendo a un hombre robusto que está tirado boca arriba en el asfalto, rodeado de personas y policías que lo asisten. La palabra Metinides viene a mi cabeza, el fotógrafo de nota roja que hace un par de días el cronista JM Servín, escribió para el suplemento cultural del periódico de la Ciudad de México, La Razón, que le resulta peculiar que el ya fallecido Metinides “no fue miembro emérito del Sistema Nacional de Creadores, jamás recibió beca alguna y ni siquiera sabía cómo solicitar apoyos financieros del Estado, además en la serie de televisión Diálogos por México, el apartado correspondiente a la imagen no incluye una sola mención sobre quien probablemente sea el fotógrafo más importante de este país en la segunda mitad del siglo XX”. El hombre que vio demasiado, como lo definiría Trisha Ziff en su documental, “nunca se instaló en la comodidad de la imagen que volvió cliché al indio enigmático como personaje del surrealismo agavero, ni al obrero digno, ni la cuota de género y la inclusión que hoy tantos quieren presumir”, asume Servín.

Frida Kahlo resistiendo el «kahló sin fronteras» en la entrada del MUSA. Foto: José Antonio Monterrosas Figueiras.

En la entrada del MUSA, veo que hay un grupo de personas, que parece trabajan ahí pero ahora andan de mirones, les pregunto si saben que sucedió con ese hombre tirado en el suelo que trae, según recuerdo, un uniforme blanco con azul, muy parecido al de algunos de ellos. Ninguna sabe darme respuesta y como voy retrasado un par de minutos al taller decido continuar con mi camino. Al llegar al salón, que está a pocos metros de la entrada, el maestro Sergio René de Dios, ya se encontraba frente al grupo. Cada uno de los alumnos van explicando quiénes son, alcanzo a presentarme también yo.

Al rato la veintena de comunicadores y reporteros, foráneos y locales, salimos a dar una vuelta alrededor del museo, sólo para observar el entorno. Esa es la tarea: observar. Yo me clavo en un grupo de personas, con toga y birrete, que están parados en una banqueta por la que intentamos andar, ahí veo algunos búhos de peluche que se parecen mucho a ese grupo de jóvenes que una mujer les está tomando fotos, eso parece ser una celebración de fin de curso, pienso mientras continúo andando.

Son las dos de la tarde y el taller continuará mañana, camino de vuelta a casa, me entero que el periodista Jorge Berry finalmente falleció en Puerto Vallarta, ya sabíamos desde un día antes que tenía muerte cerebral y ese jueves finalmente lo dejaron ir. Lo recuerdo aquí porque en la clase un compañero contó sobre su labor al momento de narrar un partido de futbol -a los periodistas de Guadalajara les encanta el futbol- y el maestro recordó que era importante nutrir a las crónicas con datos, así como indagar sobre el origen del balón o la marca de los tacos de los jugadores, por mencionar dos ejemplos prácticos.

José Antonio Monterrosas Figueiras

«La observación es de suma importancia para hacer una crónica», advirtió el maestro minutos antes del recorrido, recuerda que García Márquez propuso en algún momento que los estudiantes de periodismo deberían tener uno o dos semestres que se enfocará sólo a aprender a observar. Reflexiono en el trabajo de mi querida Michelle Freyría, quien es fotógrafa y periodista. Nos acompañamos en este curso de dos días, del que vimos la convocatoria gratuita y finalmente fuimos de los elegidos, ¡qué afortunados! Al regresar al salón comentamos lo que vimos en ese breve viaje circular, donde también vi varios grafitis y le pregunté a un compañero, el crítico de cine Felipe Flores de Apuntes de cine: «¿dónde será el preestreno de la película Barbie, para verla entre Barbies tapatías?»

Por cierto, mientras se desarrollaba el taller, afuera del salón, Santiago Creel, el político más sentimental del México moderno, estaba en una conferencia de prensa diciendo por qué quiere ser el próximo presidente de la república. Adentro, nosotros, continuábamos hablando sobre periodismo narrativo. No pude evitar salir para hacer al menos el registro fotográfico de Creel. “¿Llorará de nuevo, Santiago, cuál personaje de los polivoces, por culpa de ese desgraciado de Palacio, llamado Andrés Manuel López Obrador?”, me pregunté ya de vuelta a la clase donde continuamos hablando de Gay Talese, Jorge Ibargüengoitia, Josefina Licitra, Miguel Ángel Asturias y otros tantos escritores que se han aventurado a hacer crónicas de largo aliento. Dice Sergio, el maestro, quien trabaja para El Diario NTR, que «donde unos ven piedras, el narrador observa pirámides», que «los datos hay que humanizarlos» y nos confiesa que «a veces, sin darnos cuenta, hay notas que escribimos con el corazón, porque ven más allá de la razón» y de ello nos percatamos, cuando más de un lector te agradece que hayas escrito alguna nota en particular.

Son las dos de la tarde y el taller continuará mañana, camino de vuelta a casa, me entero que el periodista Jorge Berry finalmente falleció en Puerto Vallarta, ya sabíamos desde un día antes que tenía muerte cerebral y ese jueves finalmente lo dejaron ir. Lo recuerdo aquí porque en la clase un compañero contó sobre su labor al momento de narrar un partido de futbol -a los periodistas de Guadalajara les encanta el futbol- y el maestro recordó que era importante nutrir a las crónicas con datos, así como indagar sobre el origen del balón o la marca de los tacos de los jugadores, por mencionar dos ejemplos prácticos.

El periodista Sergio René de Dios impartiendo el Taller de Periodismo Narrativo en el MUSA. Foto: José Antonio Monterrosas Figueiras

Berry, quien fue músico y luego periodista deportivo, le tocó dar la triste noticia en Televisa, en pleno partido de la NFL, del asesinato de John Lennon; también tuvo “la suerte” de narrar el 11 de septiembre de 2001, en tiempo real, con las imágenes corriendo en pantalla, del impacto de los dos aviones en las Torres Gemelas de Nueva York, además con el canciller Aguilar Zínser en el mismo foro del Canal 2, a quien esa mañana lo entrevistaba.

Su último Tuit del también analista político fue un video de Alejandro Moreno, Alito, el presidente “bufón” del PRI. Ahí Alito dijo, entre varias cosas más, que lo peor del Partido Revolucionario Institucional está en Morena. «No le creo nada», advierte Berry.

Como tuit fijo de la cuenta del que fuera ex pareja de la conductora de noticias Lolita Ayala, se encuentra el anuncio de su libro sobre Trump, del 4 de abril, que dice: «Ahora que se entregó Trump a las autoridades de Manhattan, les recuerdo que ya está a la venta ‘Crónicas Trumpianas’. Es la historia de Trump desde 2015 hasta 2022».

Jorge Berry antes de ser periodista fue músico, QEPD.

Su último artículo en El Financiero, publicado el 29 de junio y donde colaboraba de manera asidua, es sobre el tema de la invasión de Rusia a Ucrania, el párrafo final expresa algo sobre el grupo Wagner encabezado por Yevgueni Víktorovich Prigozhin, quien tuvo estrechos vínculos con el presidente ruso Vladimir Putin y que a finales de junio lo traicionó.

Escribió Berry: «Esto no ha terminado. Un diplomático ruso de alto rango dijo en una entrevista que, más pronto que tarde, uno de los dos, Putin o Prigozhin, terminaría muerto. La ex-KGB sabe hacer estas cosas». Parece que el periodista acertó, pues en estos primeros días de julio, trascendió que Prigozhin sí se reunió con Putin, después de eso no se ha vuelto a saber más de aquel que desafío a Vladimir, ronda la idea de que está muerto o en un gulag, así lo ha expresado el general retirado estadounidense Robert Abrams.

«Jorge Berry andaba en todo, así hay que andar en esta vida», digo yo para mis adentros. Que descanse en paz, ese 13 de julio de 2023, lo tendré siempre presente, como el día en que desconectaron a Jorge Berry y donde todo vuelve a tener sentido, pues los recuerdos invitan a observar la vida para hacer, como diría Sergio René de Dios en ese taller: «una historia lo más fidedigna posible”.

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José Antonio Monterrosas Figueiras es periodista cultural y cronista de cine. Es editor cínico en Los Cínicos. Ha colaborado en diversas revistas de crítica y periodismo cultural. Conduce el programa Cinismo en vivo.


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