DANDYS Y CÍNICOS

A Javier Milei se le cumplió eso que un día en 1986 cantó por primera vez su compatriota Miguel Mateos -quien por cierto, un día abandonó la carrera de ciencias económicas para dedicarse a la música-. La canción es esa que muchos cantamos y que dice: “Nene, ¿qué vas a ser, cuando seas grande? Estrella de rock and roll, presidente de la Nación”.

Milei, presidente de la nación.

Debajo de dos pilas de libros hay unos periódicos que están empolvados. Hasta arriba se encuentra uno del diario Mural de Guadalajara que lo he dejado para leerlo después. Es una columna firmada por David Gómez-Álvarez que dice: “Mi ley es Milei”. El periódico es del 16 de agosto, la verdad pensé que seguiría llenándose de polvo eternamente, porque creí que el denominado “anarcocapitalista”, Javier Milei, sería sólo un candidato loco y estridente que acabaría pasando al basurero de la historia.

El domingo, 19 de noviembre, todo cambió, Milei ganó en segunda vuelta con más de 12 puntos por su partido La Libertad Avanza, por encima de Enrique Massa,  el candidato del peronismo y ministro de Economía en el gobierno del soñoliento Alberto Fernández. Como era de esperarse, el triunfo de Milei generó espanto a muchos, por lo disparatado de sus propuestas como dolarizar la economía argentina. Entonces ese periódico que pensé que se iría un día al bote de la basura, lo desempolvo y lo empiezo a leer. La columna de Gómez-Álvarez es una fotografía panorámica del ahora ungido, como presidente de Argentina, este domingo 10 de diciembre, que quisiera transcribirla aquí, pero sólo pondré algunos fragmentos.

Expresa el autor que: “Milei entusiasma o asusta, anima o preocupa, pero no pasa desapercibido para nadie. Milei no sólo irrumpió en la escena política argentina, sino en el debate internacional como uno de esos personajes exóticos que no se pueden clasificar fácilmente. Un libertario que niega ser de ultra derecha aunque comparte buena parte de la agenda del conservadurismo extremo. ¿Qué significa entonces ser libertario?”, se pregunta el politólogo.

Asume el también académico en la Universidad de Guadalajara que “Milei no es un típico político conservador que defiende los valores tradicionales. Por el contrario, como libertario está a favor de la libre elección de los individuos al punto de estar en contra del ´matrimonio como institución’. Explica que es “un ferviente creyente del libre mercado, al extremo de estar a favor de la venta de órganos humanos, pues ‘la primera propiedad de los individuos es su cuerpo’”. Subraya que también ese hombre de melena de rocanrolero de los años setenta del siglo pasado, está “a favor de la legalización de las drogas”, ya que se trata de  “una decisión personal en la que no debe intervenir el Estado”.

David Gómez-Álvarez  dice que “Javier Milei encarna el resentimiento social que carcome las democracias latinoamericanas. Zigzaguea a cada declaración sin dejar de avanzar”. Al final de esta columna, el tema que parece ser que fue el que hizo que la gran mayoría de los argentinos fueran a echarse un clavado  -cerca de 15 millones- al vacío, al decidir que sea presidente de Argentina Javier Milei, es el tema económico. Así lo escribe el analista: “Para resolver el problema inflacionario, Milei ha dicho que es necesario ‘incendiar el banco central´ de Argentina para dolarizar la economía. Muchas de sus propuestas son inviables o simples disparates de campaña”.  

“Lo preocupante de Milei”, abunda, “no es tanto que pudiera ganar, algo que se antoja aún lejano, sino que cada vez más ciudadanos estén convencidos de que el desmantelamiento de las instituciones sea la solución a los problemas que enfrentamos como región. Por el contrario, lo que necesitamos es un Estado más fuerte para combatir la inseguridad, la corrupción, la seguridad, la ineptitud y la desigualdad. No al revés”.

Cierra con un juego de palabras, que es el título de su columna: “Milei es mi Ley” y agrega: “su Ley, la Ley de la Selva, no las Leyes de todos”.

Miguel Mateos, estrella de rocanrol.

¿Cuánto quedará de ese candidato que tomó un día una motosierra como si fuese una guitarra eléctrica y que alzó mientras sus seguidores braman como simios salvajes alrededor de él? Por otro lado, ¿me gustaría saber cuál será la comedia que hará Peter Capusotto en tiempos de Milei y qué dirá su personaje Micky Vainilla, quien hace pop para divertirse?

A Javier Milei se le cumplió eso que un día en 1986 cantó por primera vez su compatriota Miguel Mateos -quien por cierto, un día abandonó la carrera de ciencias económicas para dedicarse a la música-. La canción es esa que muchos cantamos y que dice: “Nene ne-ne-ne, ¿qué vas a ser, cuando seas grande? Estrella de rock and roll, presidente de la Nación”. Sin duda, Miguel Mateos tendrá que escribir la segunda parte de esa canción, porque a partir de ahora, ya no sabrá igual esa melodía que tal vez sea una muy oscura.

José Antonio Monterrosas Figueiras es periodista cultural y cronista de cine. Es editor cínico en Los Cínicos. Ha colaborado en diversas revistas de crítica y periodismo cultural. Conduce el programa Cinismo en vivo.


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Una respuesta a “Nene Milei, ¿qué vas a ser, cuando seas grande?”

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