CINISMO PERMANENTE
Los que se quedan
Ver Los que se quedan, a finales de enero, con la resaca emocional de las festividades terminadas, causó que sensaciones de nostalgia y añoranza llegaran a mi mientras la veía, la estética de la película te transporta totalmente a otra época, desde que inicia utilizan el logo viejo de Miramax y efectos de sonido que te hacen sentir que realmente estás viendo una película de los 70 filmada en cinta, con la imagen granulada y el estilo de la edición y movimientos de cámara, la convierten en una experiencia muy disfrutable, que nos hace sentir que estamos viendo cine de otro tiempo.
Por Samuel Eduardo Vaca Uribe

Aunque en México se estrenó en enero, ha nacido un nuevo clásico navideño. Los que se quedan es una de esas historias que nos hace decir: “Ya no se hacen películas así”. No solo está ambientada en los 70, se ve y se siente de los 70, una historia conmovedora y divertida que equilibra de gran manera el drama y la comedia, a través de personajes entrañables que se van construyendo poco a poco a lo largo de la película. Seguro se convertirá en un clásico con el paso de los años, una de esas películas indispensables para ver durante las fiestas decembrinas.
Los que se quedan (2023), dirigida por Alexander Payne y escrita por David Hemingson, sigue la historia del malhumorado Paul Hunman (interpretado por Paul Giamatti), profesor del internado Barton en Nueva Inglaterra que tras ser obligado a acompañar a un grupo de estudiantes que no tienen donde pasar las vacaciones navideñas, formará un inesperado vínculo con el problemático estudiante Angus Tully (Dominic Sessa) y la cocinera del internado Mary Lamb (Da´Vine Joy Randolph).
Sin caer demasiado en el drama ni buscar la lágrima fácil del espectador, Alexander Payne, fiel a su estilo, nos plantea una historia acerca de las conexiones humanas, a través de los duelos y tragedias personales de cada uno de sus personajes, quienes conforme avanza la trama van relacionándose más entre ellos, creando un vínculo complicado pero poderoso que a pesar de tratarse de personajes con contextos muy diferentes, nos recuerdan que todos tenemos batallas internas y a través del dolor, pero sobre todo la empatía, podemos crear lazos inquebrantables, con quien nuca hubiéramos imaginado.
Utilizando el humor negro como un excelente recurso narrativo para llevarnos a conocer a estos personajes y ayudarnos a entender, ¿por qué actúan como lo hacen? Que mientras más avanza la historia estos se vuelven más complejos y humanos.
Ver esta película a finales de enero, con la resaca emocional de las festividades terminadas, causó que sensaciones de nostalgia y añoranza llegaran a mi mientras la veía, la estética de la película te transporta totalmente a otra época, desde que inicia utilizan el logo viejo de Miramax y efectos de sonido que te hacen sentir que realmente estás viendo una película de los 70 filmada en cinta, con la imagen granulada y el estilo de la edición y movimientos de cámara, la convierten en una experiencia muy disfrutable, que nos hace sentir que estamos viendo cine de otro tiempo.
En cuanto a la historia, ciertamente puede llegar a recordarnos a un par de clásicos noventeros como La Sociedad de los Poetas Muertos (Dir. Peter Weir) o Perfume de Mujer (Dir. Martin Brest),películas con una estética similar, ambientadas en una academia de varones, que también narran conexiones entre mentores y pupilos. Sin embargo, la conexión en esta película es menos tradicional, más divertida e inesperada.
Si bien la trama es sencilla, la belleza de esta historia radica en la humanidad de sus personajes y como bajo el contexto de la época navideña, una temporada en la que todo parece ser amor y felicidad, nuestros protagonistas son personajes precedidos por la desgracia, solitarios y de cierta forma incomprendidos, el maestro gruñón que es odiado por alumnos y maestros, la cocinera que recién perdió a su hijo y el estudiante cuya familia no quiso estar con él en navidad.
Esta película ciertamente se siente como un abrazo, ese abrazo que necesitamos todos, no solo en Navidad, si no todos los días, porque aunque de diferentes maneras y a diferentes escalas, la vida es complicada para todos y todos tienen batallas personales que pelear.
Samuel Eduardo Vaca Uribe
El director Alexander Payne nos tiene acostumbrados a este tipo de relatos, en los que la historia consiste en acompañar a personas comunes, a través de tragedias personales que los han marcado y han sido determinantes en la forma en que se relacionan con los demás y guían su vida, el dolor que viven aquellos y nosotros como espectadores vamos conociendo conforme el tiempo avanza, siendo el detonante para convertir a este grupo en una pequeña familia, al menos durante la temporada festiva se acompañan y complementan, pero no desde una mirada cursi o melosa, lo hacen de una forma divertida y genuina.
Quizá no vuelvan a pasar tiempo juntos después de esos eventos, pero la inesperada conexión que logran, nos entrega una película muy completa e interesante, que aborda temas profundos y complicados desde una mirada honesta y divertida, llena de carisma y nostalgia. Esta película ciertamente se siente como un abrazo, ese abrazo que necesitamos todos, no solo en Navidad, si no todos los días, porque aunque de diferentes maneras y a diferentes escalas, la vida es complicada para todos y todos tienen batallas personales que pelear.
La película ha generado ruido en varios festivales de cine independiente y la critica especializada y está nominada a 5 categorías en los Premios Oscar (Mejor película, Mejor guion original, Mejor montaje, Mejor actor y Mejor actriz de reparto) próximos a celebrarse el 10 de marzo.
Se antoja complicado que se vaya con estatuillas, pero es un competidor interesante que puede dar la sorpresa, sobre todo en las dos categorías de actuación. El personaje de Paul Giamatti seguro entrará en esas listas de profesores entrañables en la historia del cine, con su ojo con estrabismo, olor a pescado y moral intachable. El profesor Paul Hunham deja lecciones memorables, plasmadas en frases que han permanecido en mi memoria, varios días después de verla, tales como: “El mundo me parece un lugar amargo y complicado. Y parece sentir lo mismo por mí. Creo que tú y yo tenemos eso en común”.
Además de uno de mejores insultos que nos ha dado el cine en los últimos años: “Hardy, te conozco desde que eras un niño, así que creo que tengo la experiencia y el conocimiento necesarios para afirmar que eres y siempre has sido cáncer de pene en forma humana.”
Frases dichas por el profesor Paul Hunham, que reflejan a través de la combinación de momentos serios y humor, la versatilidad del personaje interpretado por Giamatti para entregar una actuación memorable, que, aunque no se levanta como favorito a llevarse el Óscar, sería sin duda, un justo vencedor.
¿Por qué llegó tarde a nuestro país?, ¿no tiene mercado?, ¿iba a fracasar?

La realidad es que estrenar esta película en enero, ya pasadas las festividades de fin de año, fue desde mi punto de vista, un error imperdonable. Esta película pudo tener una mayor audiencia y estar en la conversación con más fuerza de la que ya tenía, vacaciones, fiestas navideñas, todos con la fiebre festiva que generan estas épocas, después de años complicadas para el cine y la sociedad en general.
Yo la vi en Guadalajara, ciudad donde tuvo un estreno limitado a salas VIP, y un par de cines además de la Cineteca. Creo que es una película con el mercado suficiente para ser exhibida en distintos puntos de la ciudad, que merecía más salas y mejor distribución en nuestro país, seguro el tiempo le dará el lugar que merece entre el público, como pasa con las grandes películas que no logran una gran recaudación comercial.
Su nominación como mejor película en los Oscar, seguro la impulsará, pero, ahora mismo compite en cartelera contra Poor Things, Anatomy of a Fall, Past Lives, los reestrenos de Oppenheimer y Barbie, además de The Zone of Interest que llega en unos días, así es, casi todas las nominadas por los Oscar a Mejor película, al mismo tiempo en cartelera, muy complicado que una persona vaya al cine 8 o 10 veces en un mes, ocasionado que la gente no pueda ir a verlas después de meses con pocas opciones interesantes en cartelera, se repite la inexplicable tradición de dejar estas películas para el inicio de año, la época de la mentada temporada de premios, saturando al espectador y quitándole la oportunidad de ver películas tan interesantes y memorables como fue Los que se quedan.
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Samuel Vaca. Nacido en Guadalajara, Jalisco. Licenciado en Comunicación y Artes Audiovisuales, con principal interés en dirección y guion cinematográfico, fue el encargado de dirigir el proyecto “Esto (no) es un documental pirata” proximo a estrenarse.







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