DANDYS Y CÍNICOS
Un debate entre la cruda vacacional, el Gran Eclipse de América del Norte y las torpezas del INE
Xóchitl Gálvez debió de haber sacado del guion a Claudia Sheinbaum lo cual no lo logró del todo, porque efectivamente Sheinbaum “la dama de hielo”, como la definió Gálvez, ha demostrado que ella es disciplinada y que su mejor amiga es la evasión, pero también por un desempeño del debate con muchas torpezas en su producción en vivo.
Por José Antonio Monterrosas Figueiras

Salvo algunos momentos reales de discusión, el formato del primer debate fue acartonadísimo, impidiendo con esto que hubiera un intercambio real de ideas entre las candidatas a la presidencia de la República.
Los demasiados temas a tratar entre Claudia Sheinbaum, de la coalición Sigamos Haciendo Historia, conformada por Morena, el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista; Xóchitl Gálvez, de la alianza Fuerza y Corazón por México (PRI, PAN y PRD) y Jorge Álvarez, por Movimiento Ciudadano, fueron educación, salud, combate a la corrupción, transparencia, no discriminación y grupos vulnerables, violencia contra las mujeres.
Me parece que no hay tema que este gobierno, el de Andrés Manuel López Obrador, salga bien librado y el cual no sea un desastre, pero se ha invertido mucha saliva cada mañana para hacer ver que no es así, por lo que Xóchitl Gálvez debió de haber sacado del guion a Claudia Sheinbaum en ese sentido, lo cual no lo logró del todo, porque efectivamente Sheinbaum “la dama de hielo”, como la definió Gálvez, ha demostrado que ella es disciplinada y que su mejor amiga es la evasión, pero también por un desempeño del debate con muchas torpezas en su producción en vivo.
Sheinbaum libró a medias los cuestionamientos sobre su gestión como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y Jefa Delegacional por Tlapan, tales como la caída de la primaria Rébsamen en el sismo de 2017, la caída del metro de la Ciudad de México y el trato de la pandemia en la capital. Mostró que puede seguir utilizando las mismas frases de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, para cruzar el pantano de la Cuarta Transformación.
Si Xóchitl Gálvez es la candidata del PRIAN, Claudia Sheinbaum es la del PRIMOR. Y Gálvez debería resumirlo en esos términos, pues temas de corrupción en este sexenio sobran, solo que han demostrado que son hábiles para evadir los temas y que son y han sido indolentes con las víctimas en salud e inseguridad.
José Antonio Monterrosas Figueiras
Xóchitl Gálvez fue arrojada, cuestionadora, incisiva, pero debió llevar todo a un tema eje: la corrupción, además de la indolencia de esa mujer sin corazón, con falso acento tabasqueño y decirlo una y otra vez. ¿La bandera al revés fue un error? Eso parece, pero es la imagen que trascenderá más allá de las propuestas y esa puede ser una oportunidad para llamar la atención a ese electorado distraído o poco interesado en los debates. Dejar de leer discursos y mirar de frente al electorado, así, espontánea, libre, le vendría mejor.
Ya sabemos que AMLO no sabe perder, Xóchitl Gálvez le ha faltado tiempo para organizar una buena campaña, si comparamos los años que Sheinbaum lleva anunciada como la preferida del presidente. Gálvez no debiera tener un equipo tan cercano al calderonismo, pero así está, tampoco tener a Lilly Téllez detrás, ni a Margarita Zavala. Tendría que haber dicho que ella llegó en bicicleta, así como llegó a ser precandidata, así como seguro llegará de ser presidenta. Cierto, muy difícil, no sólo por las mismas fallas en su propia campaña, sino porque ya hizo críticas frontales a la elite militar y porque Andrés Manuel López Obrador es un animal político muy venenoso y que ha dado de abrazos al crimen organizado para que ande cada vez más impune por el país.
Faltan dos meses para la elección, el posdebate será importante, pero hay cruda por las vacaciones y este lunes habrá eclipse y todo lo eclipsará por unas horas. Así que Claudia Sheinbaum seguirá su camino, disciplinada como la niña de los ojos del presidente, uno muy poderoso, pero no podrá sostenerse así durante seis años de ser presidenta de México. Lo vimos con la pandemia, su tono engreído y soberbio al principio cambió cuando empezaron a haber personas muertas o que buscaban un hospital en la Ciudad de México para un respirador.
Por cierto, Jorge Álvarez no tendría nada que hacer ni en este debate ni en ningun otro, podrían haber puesto a su gemelo cómico Adrián Uribe y sucede lo mismo. No es un candidato a la altura de los tiempos, y cuáles son esos tiempos, el de las mujeres, por eso es lamentable que no esté en su lugar políticas como Patricia Mercado o incluso Rosario Robles, es lamentable que la primera no haya querido ser candidata a la presidencia una vez más o que no fuera considerada Robles, que al final es una de las mujeres maltradas por este gobierno. Usar el slogan de “la vieja política”, es barato y misógino.
Si Xóchitl Gálvez es la candidata del PRIAN, Claudia Sheinbaum es la del PRIMOR. Y Gálvez debería resumirlo en esos términos, pues temas de corrupción en este sexenio sobran, solo que han demostrado que son hábiles para evadir los temas y que son y han sido indolentes con las víctimas en salud e inseguridad.
C

José Antonio Monterrosas Figueiras es periodista cultural y cronista de cine. Es editor cínico en Los Cínicos. Ha colaborado en diversas revistas de crítica y periodismo cultural. Conduce el programa Cinismo en vivo.







Deja un comentario