CINISMO ESCANDALOSO
Antes que Beavis and Butthead, Zoolander ¿y Moderatto?
Antes que Beavis and Butthead, antes que Zoolander, inclusive antes que Moderatto, estaba Spinal Tap, la banda de heavy metal ochentera, glam metal, o como también se les dice, una hair band, que son de esas bandas de pelos que se agitan en melenas bien coreografiadas en el escenario y que 1984 fue filmada por Rob Reiner. Cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia.
Por Fernando Ramírez Ruiz

Antes que Beavis and Butthead, antes que Zoolander, inclusive antes que Moderatto, estaba Spinal Tap, la banda de heavy metal ochentera, glam metal, o como también se les dice, una hair band. Bandas de pelos que se agitan en melenas bien coreografiadas en el escenario. Cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia.
Por ejemplo, el primer baterista de Spinal Tap murió en un misterioso accidente de jardinería que nunca fue aclarado. Y en la vida real el cantante de heavy metal, Ronnie James Dio (Elf, Rainbow, Dio) a quien se le atribuye popularizar la señal de la mano con cuernos diabólicos, perdió el pulgar cuando trabajaba en las plantas de su jardín y un gnomo, de esos que se ponen en el jardín, le cayó encima. En otras cosas, como el divismo, los de este grupo británico ficticio se quedaron cortos.
En 1984 esta patética banda fue llevada al cine por Rob Reiner, en la comedia musical This is Spinal Tap (EUA, 1984) y en una escena a Nigel Tufnel le dan en el camerino un pan, que es más chico que la carne fría con la que se come dicho pan y se queja, pues ni modo que el guitarra líder de Spinal Tap doble el jamón para que no se salga del pan. «Esto es una catástrofe», dijo Nigel acerca de los bocadillos. pero eso no es nada comparado con la anécdota verídica de que Van Halen exigía tener en su camerino, entre muchas otras cosas, un bowl de M&M´s de todos los colores excepto café y una vez que les salió una M&M café destrozaron el camerino.
Los Spinal Tap en una gira por Estados Unidos fueron destrozando con sus cabezas huecas cualquier respetabilidad del rock y se le adelantaron a Metallica, pues el álbum que estaban promocionando es tan negro -o más- que el disco negro de Metallica, pero no porque lo decidieran así, sino porque las tiendas se negaban a venderlo por la portada sadomasoquista que tenía originalmente.
Fernando Ramírez Ruiz
Los Spinal Tap en una gira por Estados Unidos fueron destrozando con sus cabezas huecas cualquier respetabilidad del rock y se le adelantaron a Metallica, pues el álbum que estaban promocionando es tan negro -o más- que el disco negro de Metallica, pero no porque lo decidieran así, sino porque las tiendas se negaban a venderlo por la portada sadomasoquista que tenía originalmente.
Los líderes de la banda, Nigel y David St Hubbins, son poetas del nivel de Lord Byron o Percy B. Shelley dice el bajista del grupo, Derek Smalls (Harry Shearer, voz del Sr. Burns, Smithers y Ned Flanders entre muchos otros), pero en realidad sus letras parecen de Bad Bunny, lo que queda claro y que tampoco es algo raro en el rock.
A pesar de que el segundo baterista del grupo murió ahogado en vómito y nunca se supo si era vómito propio o ajeno, Scotland Yard nunca pudo determinarlo, esta es una película sin muchas drogas o alcohol. Supongo que porque eso es como la parte pública del rock y aquí de lo que se trataba era de presentar los entretelones con todo y la esposa que provocó una separación del grupo.
Pero no estén tristes que estos descerebrados le quitan el mal humor a cualquiera, excepto al parecer a The Edge, el guitarrista de U2, quien declaró que la película lo hizo llorar porque muestra la verdad de lo bajo que había caído el rock. No por nada Spinal Tap tiene entre sus fans a Bart Simpson, ya que hacen reír y demuestran de paso, que las estrellas de rock no son más que vendedores de zapatos con mucha suerte.
C
*Versión cínica retomada del blog Smile on a dog.

Fernando Ramírez Ruiz estudió en la prepa de La Salle, de la Ciudad de México, al lado del hijo del presidente Miguel de la Madrid y en la secu Nuevo Continente se enamoró de Lucerito, tiempo después cruzó miradas y le dijo quiúbole a Yordi Rosado en la Universidad Intercontinental, de la que desertó de la carrera en Ciencias de la Comunicación. Ha conocido a Diego Luna, fue Stand in de Sasha Sokol y el Chivo Lubezki en una película. Está escribiendo el libro de memorias: «Quiúbole con mis encuentros con los famosos».







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