DANDYS Y CÍNICOS
«Conocí El Eco en la sequía»
En El Eco vemos cuáles son las inquietudes, los temores y anhelos de aquellas niñas y niños rodeados por el mundo de los adultos, también por la naturaleza, los animales, las tormentas y la sequía, ésta última fue como conoció ese poblado que ha dicho «es un paisaje lunar».
Por José Antonio Monterrosas Figueiras

Esta mañana hubo conferencia de prensa virtual con la cineasta mexicana -nacida en El Salvador- Tatiana Huezo. Esto fue por su película El Eco (México, 2023), nombre de una población rural en Puebla, y nombre de su película en la que cuenta la vida cotidiana de varias niñas y niños de esa zona del país.
En El Eco vemos cuáles son las inquietudes, los temores y anhelos de aquellas niñas y niños rodeados por el mundo de los adultos, también por la naturaleza, los animales, las tormentas y la sequía, ésta última fue como conoció ese poblado que ha dicho «es un paisaje lunar».
En El Eco estos infantes también se aproximan a la muerte y al dolor de crecer. Al diccionario y a la necesidad de buscar otro lugar donde expandír esos descubrimientos que dan poner en práctica las palabras.
Le pregunto a Tatiana cómo fue que decidió que ahí había una película que ella quería filmar, intuí que el nombre de la comunidad fue fundamental y es que ella es una realizadora fílmica muy sensible a los sonidos, y fue así. Sin embargo el otro elemento relevante fue que en la lista de lugares que había para desarrollar su siguiente película que le compartió la Comisión Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), se encontraba esta población. Entre el hambre y las ganas de comer, era tiempo de ir y ver.
En El Eco estos infantes también se aproximan a la muerte y al dolor de crecer. Al diccionario y a la necesidad de buscar otro lugar donde expandír esos descubrimientos que dan poner en práctica las palabras.
José Antonio Monterrosas Figueiras
Ya estando ahí Tatiana, comenta que había una niña que iba a dar su primera tutoría a las otras niñas y niños del pueblo y esto fue fundamental para decidir que había una historia que filmar en esa comunidad.
Entre 2021 y 2022, la directora de cine, rodó la película documental, terminó cuatro meses antes de que fuera al Festival Internacional de Cine de Berlín, donde ganó el premio a Mejor documental.
El Eco además tuvo sus resonancias en su otra película Noche de fuego (México, 2021), porque ahí cuenta una historia donde se ve la vida de los maestro rurales en México, transtornados por la violencia. Tatiana no quiere precisar fechas, parece que no recuerda bien cómo fue todo, solo sabemos que fueron cuatro años para realizar este filme y que acababa de nacer su hija, esto último fue fundamental para la busqueda de un espacio dónde filmar un largometraje sobre lo que significa crecer.
En 2011 recuerdo que platiqué a fondo con ella, eso no ha vuelto a suceder. En ese tiempo fue por su Ópera Prima El lugar más pequeño (El Salvador-México, 2011). Desde ese tiempo le ha incomodado eso de dividir al cine entre ficción y documental, ese ha sido su constante en todas sus películas, en ésta no podia ser la excepción. (La entrevista la pueden leer aquí)
A mi sin duda me sigue pareciendo que su primer filme ha sido el mejor hasta ahora, porque ese fue muy orgánico y fue en el pueblo de Cinquera, en El Salvador, donde vivía su abuela. Éste creo tiene ciertas resonancias de esa primera mirada dolorosa y también resiliente en un mundo sobre todo de mujeres.
El Eco llega a cines en México, el 29 de agosto.
C

José Antonio Monterrosas Figueiras es periodista cultural y cronista de cine. Es editor cínico en Los Cínicos. Ha colaborado en diversas revistas de crítica y periodismo cultural. Conduce el programa Cinismo en vivo.







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