COBERTURA CÍNICA DEL FICM 22
De Cinepópolis a Megalópolis
A Coppola se le nota lúcido, esperanzador, y dice que los hijos son joyas pero los nietos son eternidad. Está en Morelia para presentar su última película Megalópolis -qué suena a Cinepópolis- y dice que no es cierto que fuera una película que haya querido realizar hace cuarenta años.
Por José Antonio Monterrosas Figueiras
-«Está bajando un viejito de la camioneta», dice un joven como decepcionado mientras mira tras un tumulto de personas que se encuentran trepados sobre una banca mirando también a aquel anciano que se ve a lo lejos cómo está apunto de andar lentamente por la alfombra roja de la función de gala por su Megalópolis, en el Teatro Matamoros.
-«Ese viejito se llama Francis Ford Coppola», le digo a ese joven sin que me lo haya preguntado, mientras sostengo mi celular en el que estoy grabando el momento y al mismo tiempo intento subirme a la banca para grabar el paso de Coppola rumbo al Teatro Mariano Matamoros. Después de ello giro el celular para platicar con ese joven y le pregunto si ubica la película de El Padrino, responde que sí, aunque no parece estar muy convencido de ello. «Pues ese viejito es el director de esa película», le respondo.
Conversamos un poco para el En vivo que realicé para esta revista, al final ese chico me da la bienvenida a Morelia por su festival y me muestra la catedral que tenemos a la izquierda del otro lado del teatro.
Desde temprano el personaje del FICM 22, ese miércoles, 22 de octubre, es Francis Ford Coppola. En la mañana, antes de la presentación de su película en el teatro donde me encontré a ese joven que no sabía quién era ese hombre octagenario, dijo en conferencia de prensa en el otro teatro donde han proyectado películas estos días, el Teatro Melchor Ocampo, varias cosas importantes para el cine y para la vida. El maestro Coppola venía acompañado de Daniela Michel, directora del FICM, Alejandro Ramírez, el presidente de Cinépolis, y el crítico de cine, Alonso Díaz de la Vega. Antes de las preguntas de la prensa le entregan la medalla de la UNAM.
Para Francis -que prefiere que le llamen tío Pancho- expresa de manera sencilla y contundente que el cine, es un arte en el que se debe tomar riesgos, porque en realidad lo que quieren es que el espectador se vuelva adicto al cine y eso es como hacer bebés sin sexo. Recordó además que el sistema de Hollywood lo hizo y ahora éste ya no lo quiere.
Para Francis -que prefiere que le llamen tío Pancho- expresa de manera sencilla y contundente que el cine, es un arte en el que se debe tomar riesgos, porque en realidad lo que quieren es que el espectador se vuelva adicto al cine y eso es como hacer bebés sin sexo. Recordó además que el sistema de Hollywood lo hizo y ahora éste ya no lo quiere.
José Antonio Monterrosas Figueiras
En algún momento de la charla, Coppola comienza a dirigir a la prensa y la dinámica de las preguntas, pide que pregunten de manera concisa para que muchos más puedan participar. Así que va de cuestionamientos de Alonso Díaz de la Vega a los periodistas ahí presentes.
El realizador señala que uno debe de hacer lo que uno quiere en respuesta a la curiosidad de por qué trae calcetines de distinto color. Coppola dice que los seres humanos somos una gran familia de genios y el cine -como el periodismo- morirán para luego renacer.
La película Megalópolis es una película donde hace una comparación de la Roma antigua con el Estados Unidos actual, donde en ambos está apunto de desaparecer la República. Al mirarla en su proyección de gala en la noche, corroboro que ésta es una gran obra que sospecho será comprendida dentro de 20 años, y es que no es la primera vez, ya lo ha vivido Francis Ford Coppola con su película Rumble fish, por ejemplo, que no tuvo éxito en taquilla o incluso con El Padrino.
A Coppola se le nota lúcido, esperanzador, y dice que los hijos son joyas pero los nietos son eternidad. Está en Morelia para presentar su última película Megalópolis -qué suena a Cinepópolis- y dice que no es cierto que fuera una película que haya querido realizar hace cuarenta años. Coppola dedica esta película a su esposa quien recién falleció, por lo que el amor permea esta historia.
Al final de la conferencia el maestro de cine canta Solamente una vez, para luego decir que las canciones mexicanas son las más hermosas del mundo, además de las napolitanas. Vi a ese gran artista, quise preguntarle algo pero teniendo el micrófono en mano, y siendo el último, de pronto Coppola dijo que si alguien no le había gustado Megalópolis dijera por qué, pude mentir pero fallé, entregué el micrófono para que otro compañero acabará hiciendo el ridiculo, tal vez mejor que yo.
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José Antonio Monterrosas Figueiras es periodista cultural y cronista de cine. Es editor cínico en Los Cínicos. Ha colaborado en diversas revistas de crítica y periodismo cultural. Conduce el programa Cinismo en vivo.







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