REVISTA LOS CÍNICOS

MUESTRA INTERNACIONAL DE CINE DE LA CINETECA NACIONAL 76

Cerrar los ojos ya, se lo suplico

Dos películas indigestas además de irrelevantes, de dos decadentes directores abonados perpetuos a todas las muestras de la Cineteca. Cerrar los ojos ya, se los suplico.

Por Fernando Ramírez Ruiz

La película de Erice, Cerrar los ojos, (España, 2023), director de cuya más famosa película La Colmena es como de principios de los ochenta, presenta una indigesta sobredosis de nostalgia de unas tres horas en la que el público se supone debe interesarse por lo que le pasó a un actor ficticio que desapareció y luego lo encuentran pero sin memoria, que es como si un extraño pierde su cartera: A nadie le importa.

Las actuaciones son malísimas y es una constante escuchar que si el pasado y el pasado, un pasado de unos personajes que no acaban de conectar emocionalmente, tanto así que cuando ya cerca del final empieza el dueño de un viejo cine a hacer memoria, de lo más profundo de mi salió un «¡Oh no, no otra vez!».

Aburridísima, pesada y exageradamente larga. Sí, sí, se trata de la memoria como identidad y el cine como memoria, un viejo tema tratado de forma más interesante por muchos otros.

Por su parte Leo Carax, con su It’s not me (Francia, 2024), es un director que parece estar al final de un proceso de pérdida de sus capacidad narrativa, Siempre tuvo algo de videoclipero, sin embargo en ésta última entrega ya sólo presenta imágenes sueltas con frases que, es de suponer, trata que sean impactantes, poéticas, reveladoras o algo así pero no lo logra.

Es ver una foto de David Bowie con un pedazo de canción del mismo Bowie seguido de imágenes de viejas películas de Carax y palabras que ni a frases llegan y eso es todo. Al menos Carax hizo de este bodrio algo más bien corto.

Dos directores abonados perpetuos a todas las muestras de la Cineteca, ya parece manda. Son un sensacional de rucos en decadencia. Así podrían haberle puesto a la función de prensa del 5 de noviembre, donde se presentaron las películas de Victor Erice y Leos Carax. Terribles las dos.

C

Esta reseña crítica forma parte de la selecta curaduría de la Filmoteca Ramírez «A smile on a dog».

Fernando Ramírez Ruiz estudió en la prepa de La Salle, de la Ciudad de México, al lado del hijo del presidente Miguel de la Madrid y en la secu Nuevo Continente se enamoró de Lucerito, tiempo después cruzó miradas y le dijo quiúbole a Yordi Rosado en la Universidad Intercontinental, de la que desertó de la carrera en Ciencias de la Comunicación. Ha conocido a Diego Luna, fue Stand in de Sasha Sokol y el Chivo Lubezki en una película. Está escribiendo el libro de memorias: «Quiúbole con mis encuentros con los famosos» y es director de la Filmoteca A smile on a dog.