MUESTRA INTERNACIONAL DE CINE 76
«Memorias de un caracol» y «Anora»
Aquí van dos películas más de la Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional 76, revisadas por el director de la Filmoteca del perro crítico de cine sonriente.
Por Fernando Ramírez Ruiz

Memoria de un Caracol, del director Adam Elliot (Australia, 2024) al comienzo es como el sueño húmedo de un dark. Una chica desadaptada, Grace, una familia de freaks, todo es oscuro pero divertido, deprimente pero feliz. Puro personaje excéntrico. En un momento dado la niña protagonista y su hermano quedan huérfanos y mandan a cada uno a vivir con una familia adoptiva diferente en diferentes ciudades.
A Grace le toca una pareja de swingers nudistas. Lo que está bien, pero esta pareja se la pasa jodiéndola con que piense positivamente y ella odia eso.
Después la historia toma un mal camino y al final, luego de que Grace supera un problema de obesidad que no era por su culpa sino de un marido del que se divorcia (sic), acaba deprimida pero su única amiga después de morir le deja una lata con dinero y frases choteadas y entonces Grace logra superar su adicción y arregla su vida de volada.
Anora, del director Sean Baker (EUA, 2024), es de esas películas que están al nivel de su hype, que uno espera que sea muy buena y no decepciona.
Fernando Ramírez Ruiz
Paradójicamente, lo que más le insistió su amiga Pinky era que viviera para adelante y no para atrás, el final feliz es que Grace y su hermano Gilbert, que no estaba muerto estaba de parranda, se reúnen y vuelven a ponerse a leer juntos, que es lo que más les gustaba hacer antes. Antes de separase y de saber que había que vivir hacía adelante y no regresar al pasado.
Al final la película engañosamente hace pensar que ella estudio animación, se puso a hacer películas y que ésta es una especie de biografía, lo cual es falso. Lástima.

Anora, del director Sean Baker (EUA, 2024), es de esas películas que están al nivel de su hype, que uno espera que sea muy buena y no decepciona. Un guión impecable, actuaciones sobresalientes y un director que definitivamente tiene el don. El argumento es como una telenovela contemporánea, pero exactamente al revés. En vez de que la chica inocente acabe con el rico, la teibolera casada con el hijo del oligarca ruso… pero para que les cuento, mejor véanla, además fue la ganadora de la Palma de Oro en Cannes este año. [3 emoticones de perros sonrientes].
C
Esta reseña crítica forma parte de la selecta curaduría de la Filmoteca Ramírez «A smile on a dog».

Fernando Ramírez Ruiz estudió en la prepa de La Salle, de la Ciudad de México, al lado del hijo del presidente Miguel de la Madrid y en la secu Nuevo Continente se enamoró de Lucerito, tiempo después cruzó miradas y le dijo quiúbole a Yordi Rosado en la Universidad Intercontinental, de la que desertó de la carrera en Ciencias de la Comunicación. Ha conocido a Diego Luna, fue Stand in de Sasha Sokol y el Chivo Lubezki en una película. Está escribiendo el libro de memorias: «Quiúbole con mis encuentros con los famosos» y es director de la Filmoteca A smile on a dog.







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