CINISMO DIGITAL
«Crónica del secuestro de mis redes sociales»
Estuve durante dos meses y semanas intentando recuperar mis cuentas pero el esfuerzo ha sido en vano. No he obtenido respuesta alguna de Meta.
Por Alberto Zúñiga Rodríguez

Desde el final del verano, alguna persona con mucho odio en su vida se dedicó -sistemáticamente- a reportar mis publicaciones de Facebook, puntualmente cada vez que compartía que nuestra película para infancias Emiliana Gat-alana estaba seleccionada en un nuevo festival o cuando avisaba sobre un nuevo episodio sobre nuestro pódcast de cine Tónica Replicante.
En más de 20 ocasiones apelé a todas y cada una de las denuncias. Afortunadamente las gané, hasta que el 23 de septiembre Meta dijo que mis publicaciones violaban sus normas comunitarias y mi cuenta quedaba inhabilitada.
Después de usar esa red social de manera ininterrumpida (desde 2007), todas mis cuentas fueron suspendidas. Esta acción, por tanto, incluyó las cuentas de Sinestesia Ads Media & Films y de todas nuestras películas (una comunidad de más de 10 mil personas aproximadamente). Y por si fuera poco, también nuestras cuentas de Instagram (incluida mi cuenta personal).
Así que aquí estoy de vuelta por los territorios de Instagram y Facebook, reiniciando desde cero. No es la primera vez y no será tampoco la última que toque poner el botón de reset. Si algo he hecho en mi vida es eso, trabajar. Y eso seguiré haciendo hasta que no pueda hacerlo más.
En más de 20 ocasiones apelé a todas y cada una de las denuncias. Afortunadamente las gané, hasta que el 23 de septiembre Meta dijo que mis publicaciones violaban sus normas comunitarias y mi cuenta quedaba inhabilitada.
Alberto Zúñiga Rodríguez
Estuve durante dos meses y semanas intentando recuperar mis cuentas pero el esfuerzo ha sido en vano. No he obtenido respuesta alguna de Meta. Las redes sociales de Meta, como otras, son una importante herramienta de trabajo para alguien como yo que tiene el oficio de contar historias, pero también es un importante puente para estar en contacto y comunicados con la familia y l@s amig@s.
No, no es ninguna tragedia, una guerra sí que lo es y muchas otras cosas más, pero sí es -como decimos en mi país natal- una chingadera lo que ocurrió con esto. Una cacería de brujos absurda y con un ente cobarde detrás.
Gracias a todas las personas que durante mi ausencia, preguntaron por este obrero fílmico. Aquí seguimos a pesar de quienes intentan silenciarnos o hacernos daño.
Seguiremos adelante, siempre.
Paz, amor y cine.
Alberto Zúñiga Rodríguez.
C

Alberto Zúñiga Rodríguez es cineasta y un obrero fílmico nacido en el rancho de las balas perdidas -fílmicas- Morelia, Michoacán. Ha dirigido los largometrajes Rupestre (2014), En la periferia (2016) y Emiliana Gat-alana (2023). Vive en Barcelona desde el 2022 donde conduce y produce el cinepódcast Tónica Replicante.







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