FILMOTECA A SMILE ON A DOG

En Minecraft, película con humor homoerótico y con un ejército de zombicerdos, la soledad azota a los personajes principales.

Por Fernando Ramírez Ruiz

Los zombicerdos.

En la película de Minecraft (EUA, 2025), de Jared Hess, la soledad azota a los personajes principales, empezando por Steve (Jack Black) representante de un jugador genérico e intercambiable del juego. Y Steve apesta, según se nos dice en diferentes ocasiones, además no se cambia de ropa ¿Será que no se baña y descuida su presentación personal por no dejar de jugar?

Steve trabajaba vendiendo perillas y manijas para puertas y sentía que había perdido su alma en ese trabajo, pero un día encuentra la cerradura de la puerta al mundo de Minecraft y ahí se divierte mucho construyendo cosas, sin embargo se siente solo. Entonces encuentra a un perro, perdón, a un lobo, y esto hace que viva feliz.

Como si el mundo de Minecraft fuera una droga, Steve acaba cayendo en el lado obscuro, prisionero de una mujer que con síndrome de abstinencia lo esclaviza. A Malgosha sólo le interesa el dinero y comanda un ejército de zombicerdos, o cerdos que sin su dosis se vuelven zombis.

Al rescate de Steve llegan otros solitarios: Un chavo de secundaria y su hermana, cuya madre acaba de morir (el padre ni se menciona), y que están llegando a vivir a un pueblo nuevo y él debe ir por lo tanto a una escuela que no conocer. La hermana le da una pizza de papa para que reparta rebanadas y haga amigos, pero Henry acaba siendo buleado.

Sin embargo, conoce a «Charly Monttana», es decir, a Garrett (Jason Momoa) que es como lo que los de Moderatto quisieran ser, un personaje digno de Spinal Tap, un glam metalero «bilingüe» que cree que habla español y cuyo instrumento no es una guitarra o un micrófono, sino un juego «de maquinita» gracias al que se volvió gamer del año de 1989. Parece un desafortunado teletransportado desde los ochenta, que no tiene ni dinero y ni tampoco amigos. Ellos tres y Dawn, la primera persona que Henry y su hermana conocieron en el nuevo pueblo, entran al mundo de Minecraft por el mismo portal que Steve.

Minecraft está también está llena de humor homoerótico, como cuando los personajes de Black y Momoa deben pasar muy apretaditos por un túnel. Y en general la cosa es como de locas desatadas entre Garrett y otros personajes como el general chungus, un cochinito en papel de perra superficial y descerebrada.

Fernando Ramírez Ruiz

La película es divertida y al menos para mí que no me puse a aventar palomitas y refresco cuando Steve grita «¡Chicken jockey!» y tampoco rompí ningún asiento como estaba haciendo el respetable público adolescente en los cines. Lo más divertido fue el personaje de Garrett «El hombre basura» quien , si se supone que fue gamer del año en 1989 podría ser papá de Henry, por lo menos, pero resulta que es una locota de chamarra rosa con flequillos rosas también. En una escena dice que él es mejor «hermana» de Henry y no queda claro si mejor que su verdadera hermana o que Steve.

Minecraft está también está llena de humor homoerótico, como cuando los personajes de Black y Momoa deben pasar muy apretaditos por un túnel. Y en general la cosa es como de locas desatadas entre Garrett y otros personajes como el general chungus, un cochinito en papel de perra superficial y descerebrada.

Marlene, la subdirectora de la escuela de Henry, interpretada por Jennifer Coolidge, en su típico papel de mujer divorciada y desesperada por sexo, ella le cuenta a Henry que el amor en su matrimonio había acabado hacía veinte años, pero no se habían divorciado por los perros.

Al final, después de derrotar a la tirana Malgosha y sus zombicerdos, todos regresan al mundo y ya son muy amigos y muy felices. Podrían ir al cine en bola y aventar todo al grito de «¡Chicken jockey!»

Fernando Ramírez Ruiz estudió en la prepa de La Salle, de la Ciudad de México, al lado del hijo del presidente Miguel de la Madrid y en la secu Nuevo Continente se enamoró de Lucerito, tiempo después cruzó miradas y le dijo quiúbole a Yordi Rosado en la Universidad Intercontinental, de la que desertó de la carrera en Ciencias de la Comunicación. Ha conocido a Diego Luna, fue Stand in de Sasha Sokol y el Chivo Lubezki en una película. Está escribiendo el libro de memorias: «Quiúbole con mis encuentros con los famosos» y es director de la Filmoteca A smile on a dog.


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