COBERTURA CÍNICA FICG 40
Por José Antonio Monterrosas Figueiras

En el segundo día de actividades del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, las dos películas que vi están relacionadas con el mundo de la música donde hay tres apestosos géneros rock, flamenco y reguetón.
La primera es la comedia Autos, mota y rocancol de José Manuel Cravioto, que es la historia de Justino y el Negro quienes están organizando en el año de 1971, unas carreras de coches junto con un discreto concierto, que terminó siendo el histórico Festival de Avándaro, el cual acabó siendo ridiculizado por Cravioto en esta hilarante película.
Ahí vemos a un Vicente Fox joven, al que le van a pedir patrocinio a las oficinas de la Coca Cola, donde Chente, por cierto, tiene una secretaria de nombre Martita; también hay un un Alex Lora, que se ve montado en el escenario de Avándaro y que más bien parece ser una muy joven Claudia Sheinbaum, la actual presidenta de México, como recordando esos memes donde comparan al cantante del TRI con la mandataria mexicana.
Este director quien ha dirigido las películas Mexican Gangster (2014), Diablero (2018) Olimpia (2019), que lo podemos sobre todo recordar por la codirección del documental Seguir siendo, Cafe Tacuva, junto a Ernestro Contreras, el cual en su momento hizo temblar el Teatro Diana acá en Guadalajara, también dentro del FICG, cuando la película se ligó con un concierto con este grupo de rock, hizo con El Brujo, Javier Bátiz, lo que quiso ya que cada cinco minutos en la película este recuerda que él le enseñó a tocar la guitarra al místico Carlos Santana.
En Sexo, mota y rocanrol también se hacen presentes una parvada de jipitecas mugrosos que bailan desnudos sobre la yerba, mientras aquellos jóvenes «emprendedores», tiene que sortear las instrucciones de los militares, quienes ven con malos ojos ese encuentro musical. La relajada visión del concierto de Avándaro de Cravioto, invita a que el espectador se dé cuenta de que nos podemos reír de todo en la vida y también de que se puede contar una buena ficción de algo que fue real, ya que la mejor verdad en todo esto puede ir sobre ruedas roncaroleras y ahora también, tal vez, en nuestros tiempos, en reguetoneras.
C Tangana, de reguetonero a cineasta
La segunda película que vi fue de C Tangana, quien llegó al Festival Internacional de Cine en Guadalajara no como reguetonero si no como documentalista.
Fue la noche de este sábado, 7 de junio, cuando presentó en la sala Guillermo del Toro de la Cineteca de la Universidad de Guadalajara La guitarra flamentca de Yerai Cortés, un documental en el que va quitando las capas de un secreto de familia. del músico gitano que Antón Álvarez Alfaro -es decir C Tangana- conoció en una fiesta, donde el músico tocaba la guitarra para Montse Cortés bajo los satélites Starlight de Elon Musk.
Pucho, como le dicen a Antón, que al mismo tiempo es C Tangana, va haciendo las preguntas necesarias para que el secreto de la vida de Yerai sea revelado. Mientras eso sucede la guitarra flamenca va poniéndole un tono intenso a ese enredo familiar que tiene su gracia al escuchar a la madre y el padre de Yerai.
El músico que hace un año vino a este mismo festival por el documental Esta ambición desmedida, en el que registra todo lo ocurrido antes y durante la gira mundial «Sin cantar ni afinar de C. Tangana», enmarcada por el fulgoroso disco El Madrileño ahora retornó para presentar este trabajo documental.

Pucho, Antón o C Tangana, realizó una película en que va de momentos relevantes de la vida del guitarrista genial, combinándolo con situaciones que podrían parecer el detrás de cámaras de esa historia de un talentoso artista.
Ahí estan las opiniones de Tania sobre su parajera, Yerai, a quien le expresa que ya no es el centro de su vida por ciertas decepciones con él; podemos ver desde una aparente cámara escondida, las sugerencias de su padre de que busque que «el reguetonero C Tangana» le salpique ganancias y algo del éxito que seguro tendrá con este documental; ahí mismo salen a la luz las verdaderas razones de por qué la relación entre sus progenitores se rompió.
Todo parece un falso documental, en el que al final podremos conocer los dolores y las alegrías de Yerai, que acaban siendo parte de sus canciones que algunas son cantadas por su hermosa pareja Tania.
Aunque este trabajo fílmico de C Tangana ya se puede ver en plataformas, bien vale la pena mirarla en pantalla grande para apreciar realmente los momentos en que las canciones flamencas elevan esa vida gitana de comer, fumar y beber.
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José Antonio Monterrosas Figueiras es periodista cultural y cronista de cine. Es editor cínico en Los Cínicos. Ha colaborado en diversas revistas de crítica y periodismo cultural. Conduce el programa Cinismo en vivo.







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