CINISMO / JUGUETE RABIOSO
Liturgia Negra
Por Mariano Morales
Era un día cualquiera, cuando
murió Ozzy,
mi entrañable & paciente
me pidió lo que mis entrañas venían maquinando:
Como jeringa rota sobre la Biblia de tu infancia.
Hoy el cielo perdió su nota más sucia,
y nosotros
cogemos con los oídos llenos de luto.
La oscuridad también baila lento, Baby,
con los párpados pesados de ácido
y una cruz tatuada en la lengua.
No finjas pureza,
yo ya olí el azufre entre tus piernas,
–huele a Electric Funeral–,
a whisky derramado sobre pastillas de Valium,
a sangre de murciélago en los dientes del amor.
Ozzy murió,
y con él se fue el grito que partió el tiempo:
antes de él, silencio,
después de él, infierno amplificado.
Porque no era solo un loco,
era el loco oficial del Apocalipsis.
El que hablaba con palomas,
el que se orinaba en la Álamo,
el que amaba tanto que quiso matar a Sharon
y aun así le pidió perdón llorando como un niño poseído.
Tu dulzura es una pipa de crack con forma de corazón.
Y yo la enciendo con un riff.
Somos decadencia de terciopelo,
sexo con delay,
ternura eléctrica,
herederos de una iglesia donde el altar es una cama sin sábanas
y el cura grita con voz inglesa:
«I’m going off the rails on a crazy train…»
La maldad no siempre grita,
a veces se mete por detrás,
susurra cosas sucias con voz de padre ausente:
pide más,
haz que sangre,
haz que duela como la muerte de Randy.
Cada nalgada que te marco
es una nota perdida en un solo imposible.
Gemís como si estuvieras en 1982,
viendo caer ese avión,
y mi mano se convierte en memoria:
suena, castiga, redime.
Soy tu War Pig,
tu Iron Man quebrado,
tu Ozzy menor en tiempos mayores.
Te bautizo con saliva, lágrimas y metal fundido,
porque el amor, nena,
cuando es real,
tiene que tener gusto a cenizas y polvo blanco.
Y vos, con los ojos en trance,
me gritás:
«pégame como si fueras la última gira,
como si el Apocalipsis estuviera grabado en vinilo.»
Pecamos lento,
pero cogemos como si estuviéramos en su último escenario,
con Sharon llorando entre bambalinas,
y él —Ozzy—
ronco,
desnudo,
cantando solo para nosotros,
con la cruz de su infancia colgando de su cuello,
y un murciélago muerto todavía temblando en la lengua.
C

Mariano Morales mejor conocido como EME, es un escritor de servilletas, cronista de las causas pérdidas y poeta del mítico colectivo Escuadrón de la Muerte S.A.







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