REVISTA LOS CÍNICOS

CINISMO / FILMEWEB

Sobre el rincón más lejano del país y un ensayo acerca del duelo

Por Fabián de la Cruz Polanco

Después de haber concluido la etapa de presentación en festivales nacionales e internacionales de la ópera prima de Mariana Flores Villalba, tales como el Festival Internacional de Cine en Guadalajara FICG; DOCSMX Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México; Festival Internacional de Cine de Morelia; SUNCINE Festival Internacional de Cine Ambiental de Barcelona, España entre otros, el largometraje documental La frontera invisible, que tuvo su premier internacional en el Festival Dok Leipzig, Alemania, en octubre de 2022, al fin llega a cines.

Éste muestra de manera íntima lo que sucede en la Isla Socorro, un pequeño paraíso a 700 km de la costa de México, siendo la última frontera que tiene México en el Pacífico; en donde un pequeño grupo de soldados tiene la tarea de cuidar y proteger la isla, permitiéndonos observar cómo es su vida, acompañados de sus familias en el rincón más lejano del país.

Su realizadora además de platicarme de este trabajo documental, me ha contado que ha iniciado el que será su siguiente proyecto fílmico y, hasta el momento, el más personal. Este trabajo tendrá como eje principal el duelo que la joven cineasta vive hoy y sobre el cual conversó en exclusiva con Filmeweb

–Platiquemos sobre La frontera invisible. ¿Cuál fue el reto principal y cómo se da la idea de realizar este proyecto?

–“La idea inicial surgió hace muchos años, en el 2008. Tengo unas amigas biólogas y estaban haciendo una práctica de campo en la isla y cuando regresaron me contaron sobre el lugar. Me contaron que había un destacamento militar de la Armada y me pareció fascinante todo acerca del lugar. Y fui por primera vez en el ese año o al siguiente, en 2009. Fui dos semanas nada más y al final terminó siendo un primer viaje de investigación y no volví a ir hasta nueve años después.

“Ya cuando decidimos hacer el proyecto, junto con el productor Carlos Hernández, fue que tuvimos que enfrentar y superar muchísimos retos, siendo el primero lograr el acceso al lugar otra vez, el cual nos costó varios años.

“Estar en la isla es una experiencia increíble, pero puede ser difícil después de estar ahí varias semanas, como fue en nuestro caso, ya que íbamos durante varias semanas en diferentes ocasiones. La edición también fue un reto muy grande”.

–¿Cómo fue la reacción de las personas que habitan este ese lugar con la presencia de ustedes? Además de ustedes llevaban un equipo de filmación que representó a los ojos del mundo.

–“Fue buena. Obviamente hubo gente que quería salir y gente que no. Entonces intentamos ser respetuosos al respecto y siempre trabajamos teniendo los límites claros y respetando. Hubo mucha convivencia y se empezaron a generar relaciones de amistad”.

–Justo al respecto, ¿Cómo fue romper esas barreras y obtener la confianza de los habitantes de la Isla Socorro?

–“Fue muy interesante y en general hicimos algunas estrategias. Por ejemplo, hicimos un taller de creación literaria y unos talleres de cine y a partir de eso también nos conocíamos. Siempre fuimos teniendo claros los límites y siendo respetuosos. No llegar con la cámara desde el principio, sino ir construyendo la confianza y la relación, porque efectivamente es una responsabilidad muy grande para nosotros contar la historia de alguien más”.

–En el proyecto trabajaste con la fotógrafa Claudia Becerril. ¿Cómo fue trabajar con ella?

–“De entrada nos hicimos muy amigas y bueno, en el proyecto Claudia es la fotógrafa principal, pero también hubo otros dos fotógrafos, que hicieron tomas adicionales, que fueron Luis Montalvo y José Stempa.

“Todos somos de la escuela de cine, nos conocemos desde hace muchos años. Entonces, digamos que ya estaba fundada una amistad y una confianza entre nosotros y un entendimiento. En el primer viaje que hicimos con Luis también sentamos muchas de las de las bases estéticas del proyecto. Claudia fue la que más tiempo estuvo en la isla; y estuvimos hablando mucho para que la isla fuera un personaje en sí mismo y así sentir el poder de la naturaleza y de los espacios; además de dejar a las personas desarrollar su vida normal.

“Tuvimos siempre una distancia y no estar incomodando. Ya después de varios días y varias semanas de estar haciendo eso, pues ya se vuelven un código. Ahí fue el estreno de la película, la primera vez que se exhibió”.

–El género del documental está abriéndose mucho más por el público asiduo al cine comercial, generando con ello nuevos espectadores.

–“Sí y eso es buenísimo. Ojalá que cada vez haya más y más ofertas y posibilidades para seguir llegando a los cines comerciales y estar al mismo nivel de exhibición que las películas gringas”.

–¿De qué herramientas y experiencias vividas durante la realización de La frontera invisible recurrirás en la realización de tu nuevo proyecto?

–“Yo creo que aprendí mucho de la observación. Aprendí mucho de cómo estructurar y construir una historia. Aprendí mucho de mis errores y de cómo no volver a repetirlos. Mejoré muchísimo mis habilidades para editar y para investigar “.

Su siguiente película tendrá como eje principal el duelo, ¿por qué?

–“Estoy haciendo un proyecto muy personal, en el que me volteé hacia mí y es un documental experimental, trabajado como un ensayo sobre el duelo. Mi madre murió hace tres años y medio y ahora estoy haciendo una exploración al respecto”.

–Es un tema muy personal y delicado. ¿Qué te vas a abrir para hablar sobre ello? ¿Hasta dónde vas a permitir que veamos sobre este proceso y nos adentremos en tu vida personal y en tus sentimientos?

–“Pues mi intención si es hacer una reflexión alrededor de mi propio proceso, sobre lo que significa perder a alguien que amas; de la enfermedad; del cuidado del otro; de la violencia médica; de la muerte en sí mismo.

“Sí planeo ir bastante dentro. Porque, además, creo que en estos últimos tres años y medio he leído, escuchado, visto todo lo que he podido sobre cosas que hablen del duelo y sobre gente que también ha perdido a alguien que ama y me ha servido muchísimo.

“Entonces, me gustaría que este nuevo proyecto también le pueda servir a alguien más”.

–¿En qué momento del proyecto estás trabajando ahora?

“Ahorita estamos en desarrollo y estamos buscando financiamiento, que es una etapa difícil. Y bueno, yo espero que ya pronto se consigan.

“Ya he filmado varias cosas, pero todavía falta. Espero que en un año o año y medio ya puede estar en vías de terminarse”.

C

Fabián Polanco inició su carrera profesional en 1992, desarrollándose en el periodismo de espectáculos, cinematográfico, teatral e interés general; además de desempeñarse en la producción ejecutiva de radio, teatro y cine; y también como coordinador de prensa.

El Heraldo de México (Familia Alarcón); Playboy México; Boys Mx; Todes; Cine Toma (Revista mexicana de cine); Radio Fórmula; Televisa Radio; Infonor Saltillo, Coahuila; Radio 13; y Ocesa Entretenimiento División Teatro han sido algunas empresas y medio de comunicación en los que laboró; también fue investigador y editor de contenidos para medios de comunicación del Noveno Festival Internacional de Cine Acapulco (FICA); y director adjunto del Festival Internacional de Cine Gay Exhibido en la UNAM. Además de haber sido gerente de prensa y publirrelacionista de todas sus ediciones.

Es autor del proyecto editorial Magia pura y total (Historia del Teatro Musical en la Ciudad de México), publicado en 2011; 2012; y 2018. Además de Cine Mexicano del 70… La década prodigiosa. Todos publicados de manera independiente por el sello SamSara Editorial; y participó en el libro colectivo Partículas de Luz (El cine se encuentra en Guanajuato), publicado por Fundación Expresión en Corto, AC., del Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF).

En 2006 creo el proyecto editorial digital Filmeweb y desde hace 19 años dirige la empresa Samcro México (Sinergia artística. Management. Comunicación. Relaciones Públicas. Organización de eventos de cine, teatro, música y editoriales de producción no industrial/independiente, para público convencional; y LGBTIQ+).