FILMOTECA THE SMILE ON THE DOG

Por Fernando Ramírez Ruiz

El Complot Mongol (1977), de Antonio Eceiza, fue la primera adaptación de la considerada mejor novela negra mexicana y de súper éxito, con el mismo nombre, escrita por Rafael Bernal. Hay otra versión más reciente del director Sebastián del Amo, pero esto es sobre la versión del 77 del director vasco Eceiza.

Y lo primero que se nota cuando uno conoce la novela y ve esta película es que extrañamente, a la versión fílmica no llegaron los brillantes diálogos de la novela, en particular esa voz interior del pistolero Filiberto García (Pedro Armendáriz Jr.) que no deja de decirle «pinche» a todo y hablar de muertos. ¡Pinches muertos!, es la frase de batalla de Filiberto, un tipo agudo y simpático a pesar de sus defectos, un personaje que se expresa a través de su diálogo interior y con los demás personajes, y que desaparece la voz interior y es de pocas palabras con los demás

En general los diálogos de la película son sumamente parcos, parece como si los actores estuvieran cobrando por palabra y los productores de la cinta no quisieran gastarse el dinero, que se nota era poco, en palabras de más. Esta película parece un punto medio entre los grandes diálogos del cine mexicano anterior y el más contemporáneo cine minimalista mexicano con su mutismo extremo.

Por otra parte, es fácil imaginarse a los guionistas de la película, es decir al director Eceiza y al crítico de cine y guionista de ocasión Tomás Pérez Turrent, como la pareja de beodos de la cinta, es decir Filiberto García y el licenciado (Ernesto Gómez Cruz) que entre copa y copa van contando la historia por medio de flashbacks. Así Eceiza y Pérez Turrent, en la famosa cantina «La Opera» de la Ciudad de México, como si fueran los personajes de la película, van adaptando la novela basándose en flashbacks, usando muchas tomas con espejos y diálogos mínimos, pero que a pesar de eso logran ser poco claros, creando un efecto de desorientación, de película borracha.

Y eso claro puede ser positivo, es un efecto interesante, pero luego parece que se pasaron de tequilas. Como por ejemplo con la balacera final, ya después de que García se echó al Licenciado del Valle y al coronel. ¿Quiénes participan en la balacera? ¿Por qué? ¿En dónde están? ¿Qué pedo?

La historia se trata de un gran complot, primero para asesinar al Presidente de Estados Unidos durante una visita a México y después resulta que al que querían matar era al Presidente mexicano. Hay un agente del FBI, curiosamente llamado Spielberg, y uno de la CIA y sin embargo, la película no pasa de ser una típica historia mexicana sobre el matón del barrio. Sólo que del barrio chino de la Ciudad de México, pero es una historia de vecindades y borrachos en la cantina.

Hay dos momentos en que la película misma parece decir que no está a la altura: Uno cuando a Filiberto le dice su jefe, el coronel, que se le hace raro que en una gran intriga no haya extranjeros y Filiberto responde que los extranjeros son más organizados y no usarían a gente como «el Sapo» y otro de los matones del filme para una gran intriga. La propia película diciendo que sus personajes no están a la altura.

La historia se trata de un gran complot, primero para asesinar al Presidente de Estados Unidos durante una visita a México y después resulta que al que querían matar era al Presidente mexicano. Hay un agente del FBI, curiosamente llamado Spielberg, y uno de la CIA y sin embargo, la película no pasa de ser una típica historia mexicana sobre el matón del barrio. Sólo que del barrio chino de la Ciudad de México, pero es una historia de vecindades y borrachos en la cantina.

Fernando Ramírez Ruiz

Y otro momento en que la película parece sincerarse, es cuando en la borrachera el licenciado le dice a Filiberto que que bajo han caído. El licenciado tuvo tiempos mejores y dice que ahora está en la mierda, pero se supone que Filiberto es un policía y está en el caso de una gran intriga internacional, sería un momento estelar de su carrera. Sin embargo, lo que sucede es que eso no es creíble.

El licenciado habla por si mismo, pero además parece hablar por el cine mexicano, por el país, por Filiberto y hasta por algunos de los que participan en la película, como Pedro Armendáriz, cuyo padre actúo en películas clásicas de la llamada Época de Oro del cine mexicano o como el cinefotógrafo de la cinta Alex Phillips Jr. hijo de Alex Phillips, que fotografió grandes películas mexicanas, incluidas historias de cine negro como La Otra» o La Diosa Arrodillada, dirigidas por Roberto Gavaldón.

Y a pesar de eso, la película refleja bien la realidad de un país en donde personajes como el licenciado o como Filiberto trabajan para alguien, a veces del lado de la ley y a veces del otro, como bien dice el abogado borrachín, como pistoleros o como abogados. Por las buenas o a veces por las malas, como a Filiberto a quien tienen sometido por haber matado «sin órdenes». El licenciado vendía huelgas y Filiberto mataba campesinos. Sí, eso que dice el licenciado de que en el fondo él y Filiberto son iguales parece verdad.

En realidad ellos dos son la esencia de la historia y la intriga es lo de menos. El abogado borracho y decadente con quien tantos se pueden identificar y el macho, o matasiete, como le dice una prostituta a Filiberto. Un personaje que despojado de casi toda la gracia e ingenio que tiene en la novela queda al desnudo como un tipo que golpea mujeres, es mamón y grosero, además de parecer tan macho, pero, como le dice la prostituta a la que se niega a pagarle nomás porque sí, los tipos como él, los machos matasietes son todos maricones.

Hay una cosa curiosa, se supone que él está enamorado de una china y cuando matan a la china se pone loco, pero la china, Martita (Blanca Guerra), se la pasa ofreciéndosele y rogándole a Filiberto y él se la pasa haciéndose el difícil. Inclusive le reconoce al licenciado que se vio maricón con Martita y lo mismo le pasa con una gringa, que está como metida para saciar el antiyanquismo mexicano, ella se le ofrece y se encuera nomás de ver al pistolero mexicano. Por cierto, de Spielberg, el agente del FBI, García dice que es puto y al de la CIA lo manda a chingar a su madre. Sólo se le hace con la prostituta a la que no le paga y le agarra una teta a otra mujer, torciéndosela, para torturarla y que suelte la sopa. Bien misógina la cosa. Creo que sería mejor título para la película «El Complot Teporocho».

Fernando Ramírez Ruiz estudió en la prepa de La Salle, de la Ciudad de México, al lado del hijo del presidente Miguel de la Madrid y en la secu Nuevo Continente se enamoró de Lucerito, tiempo después cruzó miradas y le dijo quiúbole a Yordi Rosado en la Universidad Intercontinental, de la que desertó de la carrera en Ciencias de la Comunicación. Ha conocido a Diego Luna, fue Stand in de Sasha Sokol y el Chivo Lubezki en una película. Está escribiendo el libro de memorias: «Quiúbole con mis encuentros con los famosos» y es director de la Filmoteca A smile on the dog.


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