FILMOTECA THE SMILE ON THE DOG

Por Fernando Ramírez Ruiz

War hunt (EUA, 1962), de Dennis Sanders, o en español El que mató por placer, fue la primera película de Robert Redford, el actor que salió en casi cincuenta películas como la reconocida Todos los hombres del presidente, de 1976, y que falleció el pasado 16 de septiembre, a la edad de 89 años, mientras dormía en su casa de Sundance, Utah.

Hasta ese entonces, Redford, era un histrión del teatro y la televisión. Fue en este filme en el que se cuenta una historia que sucede en 1953 al final de la guerra de Corea y que el armisticio es parte de la película de hecho, en el que actuó igual que el ya muerto Sydney Pollack y que como cosa curiosa, Francis Ford Coppola sale de chofer de un camión,

Los protagonistas son los soldados Roy Loomis, el personaje de Redford, y Raymond Endore (John Saxon). Loomis es un recién llegado al frente y Endore no lleva tanto, como un año, pero para él la guerra ya lo cambió o quizá desató algo latente en él. El caso es que Endore ya le agarró el gusto a eso de matar, por lo que cada noche se viste de negro, se pinta la cara del mismo color y sale asesinar chinos desprevenidos con un cuchillo. Se trata de chinos pues frente a los americanos hay tropas chinas.

Endore hace un ritual alrededor del cadáver cada vez que mata, o sea que es un asesino serial. Aunque claro uno puede pensar que los ejércitos están llenos de rituales, pero bueno, el caso es que los rituales de Endore no son políticamente correctos. De cualquier modo él es un asesino serial en la guerra, por lo que es feliz como una lombriz. Tanto así que no quiere que lo manden a descansar a Japón o que acabe la guerra.

Fernando Ramírez Ruiz

Endore hace un ritual alrededor del cadáver cada vez que mata, o sea que es un asesino serial. Aunque claro uno puede pensar que los ejércitos están llenos de rituales, pero bueno, el caso es que los rituales de Endore no son políticamente correctos. De cualquier modo él es un asesino serial en la guerra, por lo que es feliz como una lombriz. Tanto así que no quiere que lo manden a descansar a Japón o que acabe la guerra. Nadie se mete con él, pues cuando sale a matar chinos suele conseguir información importante para los superiores, así que básicamente hace lo que quiere.

El problema es que Endore ha adoptado a un niño norcoreano que quedó huérfano cuando bombardearon su aldea, así que le enseña a matar y a ser como él. Loomis se da cuenta hacia dónde lleva Endore a Charlie, como le dicen al niño, y tratará de evitarlo. ¿Lo logrará? ¿Será lo deseable que Charlie vaya a un orfanato como quiere Loomis o tiene razón Endore cuando le dice a Charlie que en un orfanato nadie lo conoce y lo castigarán por todo? Al final sólo una cosa queda clara, ese niño norcoreano heredero del sicópata americano será un problema. Sin duda, un poderoso simbolismo.

Fernando Ramírez Ruiz estudió en la prepa de La Salle, de la Ciudad de México, al lado del hijo del presidente Miguel de la Madrid y en la secu Nuevo Continente se enamoró de Lucerito, tiempo después cruzó miradas y le dijo quiúbole a Yordi Rosado en la Universidad Intercontinental, de la que desertó de la carrera en Ciencias de la Comunicación. Ha conocido a Diego Luna, fue Stand in de Sasha Sokol y el Chivo Lubezki en una película. Está escribiendo el libro de memorias: «Quiúbole con mis encuentros con los famosos» y es director de la Filmoteca A smile on the dog.


Descubre más desde REVISTA LOS CÍNICOS

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

aUTOR

TENDENCIAS