ENTREVISTA
«En mi país hablo el mismo idioma, pero mi voz no se escucha»: Ai Weiwei
Cuando sucedió esta entrevista, en febrero de 2018, Ai Weiwei apenas estaba pensado qué presentaría en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) para el siguiente año. Este jueves, 11 de abril de 2019, al fin se inaugura su exposición «Restablecer memorias», en la que explora los traumas de las experiencias de China y México en un relato que apela a la obligación de construir la memoria social. Entre carraspeos y el Instagram, esta charla con el artista chino, que aborda el tema de la migración en el mundo. A propósito de su documental Marea humana y su regreso a México, aquí esta conversación.
Por José Antonio Monterrosas Figueiras

Aunque no pudimos tomar fotos en el hotel Camino Real Polanco, hotel en el que estuvo hospedado el artista chino Ai Weiwei durante su visita a la Ciudad de México, con el argumento de que es un “hotel-museo”, sí pudimos conversar con el también activista.
La cita en un inicio se pactó para las 9 de la mañana del domingo, 11 de febrero de 2018, para realizar una entrevista de 20 minutos, pero un día antes se cambió una hora más temprano. Así que este fue un domingo en el que la fiesta se tuvo que guardar para otro sábado. No era para menos, pues fue muy generoso al aceptar esta charla con este periodista que su espacio es prácticamente un blog, que intenta ser una revista sobre cultura (que coquetea mucho con el cine).
¿Pero dónde comenzó todo? Un jueves antes saliendo de la conferencia de prensa del FICUNAM, sentado en el pretencioso restorán Azul y oro, incrustado en el Centro Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), vi cómo un grupo de gente con rasgos orientales se acercaba —digo pretencioso porque de plano a los estudiantes de esa prestigiosa universidad pública no pueden pasar a tomar un café después de la una de la tarde porque resulta que es sólo para comer, así que pida una “botana” o sino váyase, no me fui claro.
Al mirarlos logré identificarlo, bueno lo corroboré cuando al entrar a ese restorán le pregunté: Are you Weiwei?”, “Yeah, I’m Weiwei”, me respondió. Después de tomarnos una selfie al solicitarle una foto, y cruzar tres palabras sobre terremotos en China y México, de preguntarle ¿qué andaba haciendo por acá?, conversar sobre su portentoso documental que vi en el Festival Internacional de Cine de Morelia sobre los refugiados en el mundo Human flow, le dije —en un inglés muy precario e impreciso— que me gustaría entrevistarlo. Así que Weiwei me pidió que me pusiera de acuerdo con Jennifer, su asistente, que también estaba ahí, por lo que nos pasamos los correos y una hora después ya estábamos en comunicación vía e-mail, para agendar la charla que sucedió la madrugada dominical ya mencionada.
Al mirarlos logré identificarlo, bueno lo corroboré cuando al entrar al restorán le pregunté: Are you Weiwei?”, “Yeah, I’m Weiwei”, me respondió.

Con el apoyo de mi amiga interprete Ana Errasti, quien bien podría haber hecho la entrevista sin mí porque conocía mucho mejor que yo al personaje y hubo una empatía desde el principio entre ellos —su selfie con la seña de “pito”, la cual utiliza el mismo Ai Weiwei para sus fotos cuando visita monumentos como la Torre Eiffel lo corrobora—, cerró esa apresurada charla que tuvimos con este tremendo artista que ha vivido momentos tan intensos en su vida, que difícil es saber realmente qué preguntarle que ya se lo hayan preguntado. Yo traté de centrarme sobre el tema de los migrantes en el mundo.
Al final de esta charla, Rubén Ávila, productor de videos y amigo, no pudo tomar fotos en el hotel, porque es museo ya sabemos —y ahora que lo escribo, podría haberle preguntado a Ai Weiwei: ¿Qué piensa de que en el hotel que se hospeda no haya la libertad para tomar ni fotos ni videos?
Bueno, Weiwei tampoco quiso video a lo mucho unos loops, así que saqué la grabadora más pequeña que tengo, la puse en la mesa y comenzamos este intento de conversación que Ana Errasti y un servidor entablamos con el apasionado y espléndido Ai Weiwei. Un hombre, por cierto, de pocas y poderosas palabras, de difícil sonrisa por momentos, muy clavado en su celular y en las redes sociales. Recuerdo que en algún momento levantó su celular y nos tomó una foto que minutos después ya formaba parte de su Instagram, en el que está muy activo.
Aquí las palabras de un artista global chino en tiempos de xenofobia global, que por cierto, al transcribir esta entrevista fue complicado entender la traducción de Ana Errasti, pues Ai Weiwei en esos momentos aprovechaba para carraspear o sea que carraspeo más de lo que habló. Nunca podemos quedar satisfechos, ¡caray!
-Siendo un artista global, ¿cómo se podría definir Ai Weiwei?
-En realidad no me importa el título que me den como artista. Me interesa pasar el tiempo tranquilo, con mi familia, con mis amigos. Tener tiempo para tomar café.
-¿El artista tiene que ser un refugiado? ¿Tiene que estar fuera de su país para ser artista?
-No necesariamente, puede ser un disidente, puede estar en la cárcel, yo tengo una familia. No necesariamente.
-Por qué decides vivir en Berlín.
-Soy chino pero me fui a Berlín para ser profesor de arte.
-¿Qué implica ser un migrante? ¿Qué implica vivir en un país en el que se habla un idioma diferente al tuyo?
-Estoy acostumbrado a eso porque en mi país hablo el mismo idioma, pero mi voz no se escucha. Entonces no me importa porque ya estoy acostumbrado a eso.
-Hablemos sobre tu documental Marea humana. ¿Cómo es el trabajo de un documentalista chino frente a un migrante europeo?
-Bueno esa sería una plática muy larga para este momento. Fue muy importante porque me dio más perspectiva de los seres humanos, de la condición humana y pude entender mejor esa situación.
-Hay un libre mercado pero no un libre paso de las personas entre países, ¿cómo vive eso un artista y su obra?
-En el capitalismo y la globalización todo es dinero y el mapa no representa lo que necesariamente es el mundo. Hay 76 fronteras y el mundo lo que quiere es dinero y tampoco quieren hacerse responsables los gobiernos, en particular.
-¿Por qué en el documental no miras hacia Latinoamérica, sólo hasta la frontera México-Estados Unidos?
-El documental dura dos horas, si incluyera todo en el documental duraría dos años.
-¿Por qué incluir esa frontera México-Estados Unidos?
-Es muy interesante la frontera entre estos dos países. El 90% de México tiene negocios con Estados Unidos, entonces dependen de Estados Unidos totalmente. El lenguaje conceptual de Trump es brutal, ni siquiera quisiera volver a repetirlo porque me parece muy crudo y bueno, es una persona muy cerrada.
Un artista debe tener conciencia, sentido de estética, moral y un aspecto filosófico y si el artista no cumple con estos cuatro criterios, no es un artista.
Antes de contestarme Ai Weiwei, la pregunta de qué piensa de México, sobre todo siendo uno que a inicios de 1900 masacró a chinos en el norte del país, me pide le cuente más al respecto, le platico que en tiempos de la Revolución Mexicana hubo un grupo de chinos que vivían en estados del norte y fueron asesinados cerca de 300 porque a los mexicanos nos parecía que eran una competencia en cuanto a trabajo.
-Cualquier masacre es combinable con la discriminación y en cualquiera de sus formas es criminal y se tendrá que procesar y la discriminación de migrantes es inaceptable.
-¿Qué piensas de México, de su gobierno…(En ese tiempo gobernaba todavía Enrique Peña Nieto y ya eran campañas electorales, el tema en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador sigue abierto)?
-El tema de los 43 estudiantes desaparecidos me parece terrible, no puedo creer que sean tres años y que el gobierno no haya resuelto.
-¿Conoces sobre el tema de las masacres de personas por parte de los cárteles?
-Es inaceptable que esté sucediendo esto en México, y si no se hace algo al respecto van a caer en un hoyo muy oscuro y profundo.
-Veo que estás muy activo en Instagram, ¿las nuevas tecnologías te dan más libertad?
-La estructura de personas que tuvieran un nombre más famoso o que tiene mayor capacidad de expresarse y alzar la voz en la redes, pero de cierta forma dan más libertad, pero aún la estructura de poder sigue siendo para las voces famosas.
-¿Qué función tendría el trabajo de un artista en estos tiempos?
-Un artista debe tener conciencia, sentido de estética, moral y un aspecto filosófico y si el artista no cumple con estos cuatro criterios, no es un artista.
-Quienes serán los siguientes refugiados en el mundo, ¿hacia dónde ves que va el mundo, el tema de las fronteras?
-El tema de la migración es un tema global y no siempre la migración es por temas de guerra, por ejemplo, en Venezuela, que parece que están construyendo un muro, o por el cambio climático… Los seres humanos deben tener el derecho de dónde querer vivir sino no, no tiene caso.
-En dónde vivirías si pudieras elegir algún lugar (le pregunta Ana Errasti a Ai Weiwei)
-Donde mi corazón me diga que está bien. Donde estén mis pies. No hay un lugar perfecto para vivir.
-Vi que en Instagram hay una foto tuya con una máscara de luchador…
-Me pareció divertido, no estoy acostumbrado hacer ese tipo de cosas, pero me pareció divertido.


-¿Qué significa el cine en tu vida?
-Es parte de mi visión, de expandir mi memoria y de expresar mis sentimientos.
©
*El sábado, 13 de abril, se inaugura esta exposición de Ai Weiwei al público, y un día antes dará una clase magistral, a las 10:00 de la mañana, en la Sala Miguel Covarrubias, del Centro Cultural Universitario de la UNAM.

José Antonio Monterrosas Figueiras es editor cínico en Los Cínicos, ha colaborado en algunas revistas de crítica cultural.
Muy bien, lanzado desde lo espontáneo veo que no le sacaste muchas palabras a Ai weiwei pero así es suficiente, bien por cuestionar al hotel museo, infelices privados, seguiremos la pista de los cínicos
Me gustaLe gusta a 1 persona