DANDYS Y CÍNICOS
El otro lado de «Elvis»
La película no es Priscilla, si no Priscilla con Elvis o El cautiverio de Priscilla -con el Rey del Rock- del que por fortuna logró escapar. Esta película de Sofia Coppola, es sólo un capítulo de la vida de Priscilla, de cuando Elvis Presley la conoció a los 14 años de edad a mediados de los años sesenta del siglo pasado. Sólo eso.
Por José Antonio Monterrosas Figueiras

La película no es Priscilla, si no Priscilla con Elvis o El cautiverio de Priscilla -con el Rey del Rock- del que por fortuna logró escapar. Esta película de Sofia Coppola, es sólo un capítulo de la vida de Priscilla, de cuando Elvis Presley la conoció a los 14 años de edad a mediados de los años sesenta del siglo pasado. Sólo eso. Y sí, la “anti”-biopic está basada en las memorias de 1985 Elvis and Me de Priscilla Presley y la escritora fallecida en 2018, con 80 años de edad, Sandra Harmon, quienes estuvieron involucradas en esta película.
Digo anti-biopic porque en realidad no vemos demasiadas cosas de la relación entre Elvis y Priscilla, es cierto, el estilo de Sofia es un tanto así, mostrar los puntos muertos en las vidas espectaculares o extravagantes y eso tiene su fascinación, porque de alguna forma es tratar de observar en esos lugares que solemos no mirar o que podrían ser poco importantes en el mundo alglosajón, representado eso sí por dos nuevas estrellas del cine internacional como la actriz estadounidense Cailee Spaeny, nominada a un Globo de Oro por su actuación en la miniserie Mare of Easttown y el actor australiano Jacob Elordie, conocido por la serie -muy Presley- llamada, Euphoria.
En lo particular me gusta mucho esos momentos que los personajes de Coppola pueden pasar, como estar echados en la cama bostezando, haciendo “nada”, como en Perdidos en Tokio, en Priscilla sucede lo mismo, vemos y escuchamos la conversaciones “intrascendentes” de la pareja, en la relación platónica que existe entre ellos. Claro era una chica de quince años a la que invitaba Presley a pasar los fines de semana, con el permiso del papá y la mamá de la adolescente. ¿Pero quién le diría que no a Elvis?
Es por eso que me parece que la película no es de Priscilla como tal, aunque ya sabemos el interés particular de Sofia Coppola por las vidas de las mujeres adolescentes y está muy bien, me encanta la idea, sin embargo esta película es sólo un capítulo de la vida de esa jovencita texana que acabó casándose y embarazándose de Elvis. Así tal cual.

Este filme es uno muy contenido, apenas la vida pública, apenas la vida privada, apenas la íntima, tal vez el contraste con la visión espectacular de Elvis Presley y eso tiene ciertos valores, pero hay algo en la película que pareciera que está muy cuidado y tal vez por la misma Priscilla, quien estuvo involucrada, como ya dije, en esta filmación. Al final es el cuento de caperucita y el lobo feroz, un lobo feroz que encanta y apabulla, ¿no?
José Antonio Monterrosas Figueiras
No vemos el parto, no vemos escenas de sexo, apenas unas fotos que Presley le toma con ropa íntima a Priscilla en la cama, no está mal eso, sabemos que esto implicaría un escándalo, otro más de Elvis Presley. El hombre deseado por mujeres y hombres por igual.
Y bueno, yo no he leído el libro en el que está basada la película, pero lo que me muestra la película de Coppola es el cautiverio que vivió esta chica, en una jaula de oro en la que estuvo con todas las comodidades durante años, el discreto mundo de las drogas tomando pastillas para dormir o mantenerse despierta para estudiar, vaya, en realidad muchas de esta cosas las sabemos viendo la película Elvis, de Baz Luhrmann, del 2022, donde apenas aparece Priscilla.
Este filme es uno muy contenido, apenas la vida pública, apenas la vida privada, apenas la vida íntima, tal vez el contraste con la visión espectacular de Elvis Presley y eso tiene ciertos valores, pero hay algo en la película que pareciera que está muy cuidado y tal vez por la misma Priscilla, quien estuvo involucrada, como ya dije, en esta filmación. Al final es el cuento de caperucita y el lobo feroz, un lobo feroz que encanta y apabulla, ¿no?
No parece una película en la que Sofia Coppola busque entrar en el mundo interno de Priscilla, algo que creo al menos Baz Luhrmann trató de hacer con Elvis en su película, pero claro, no tenía al lado al mismo Elvis, él ya está muerto y es un hombre en un mundo de hombres.
Acá por el contrario estaba presente, como en el libro de donde se sustenta esta historia, la misma Priscilla y bueno, yo soy un hombre blanco, privilegiado, cuerentón sin hijas, eso sí, hijo «sano» del patriarcado –no un Elvis, por supuesto-, por lo que me entusiasmaría leer algunas críticas de mujeres sobre esta película del Sofia Coppola, quien hace de un concierto un desconcierto navideño.

Este parece más un primer capítulo de la vida de Priscila Presley, si hubiese en planes una segunda parte de la chica liberada por el macho de la pelvis bailarina, sería creo que muy bueno, pero tal vez se saldría del interés de Sofia Coppola por contar esas historias de mujeres adolescentes con hombres paternales, monstruosos y famosos, como su propio padre, el capo de capos, Francis Ford Coppola.
Últimos días del 2023, con un sala llena y una ciudad vacía
Finalmente decir que la película la vi en la sala de cine, en la Guillermo del Toro de la Cineteca de la Universidad de Guadalajara, la función fue este martes de la última semana de este 2023, una noche fría, pero con sala llena, nos obsequiaron unas cervezas Minerva a los asistentes -yo me tomé dos-, ahí estuvo presente -con palomitas en mano- Estrella Araiza, actual directora del Festival Internacional de Cine de Guadalajara.
Todo esto contrasta con una ciudad helada y vacía, taquerías y bares con algunas personas ocupando una mesa. Días de encierro, no tan lujosos como las que vimos en pantalla de la “niña” de Elvis Presley, que era más su hija que su pareja.
Parece que cierro el 2023 con esta película en sala de cine, aunque nada está escrito, podría volver a ver Hojas de otoño de Aki Kaurismaki, la mejor película –o de las mejores para mí- este año, pero me faltaron algunas como La sociedad de la nieve, Napoleón o lo último de Scorsese o Fincher. ¡Hay más películas que vida y la vida es mejor que el cine, no es lo contrario, sorry!
¡Qué tengan un fin de este 2023 como si fuera una película hollywoodense, aunque las odien! Eso quieren no se hagan.
C

José Antonio Monterrosas Figueiras es periodista cultural y cronista de cine. Es editor cínico en Los Cínicos. Ha colaborado en diversas revistas de crítica y periodismo cultural. Conduce el programa Cinismo en vivo.







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