DANDYS Y CÍNICOS

Treinta años «Después del sismo» de 1985

Por José Antonio Monterrosas Figueiras

El documental Después del sismo (1991), de Eduardo Salazar Pérez, es un material fílmico trascendente sobre el terremoto del 19 de septiembre de 1985. Nos muestra lo que significó y el impacto que tuvo esta tragedia, para una ciudad tan generosa pero extrema como es la ciudad de México.

Sismo de 1985 en la ciudad de México.
Las ruinas del Superleche, Foto: Andrés Garay

El 8 de septiembre del 2014, tuve la oportunidad de ver el documental Después del sismo (1991), de Eduardo Salazar Pérez, quien es ex alumno del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) y quien, se cuenta, alguna vez fue a Alemania a un festival de documentales, se puso mal y acabó en un psiquiátrico. La película, que pude ver en Cineteca Nacional, gracias a la historiadora y cineasta Teresa Carvajal, encargada del acervo fílmico del CUEC, muestra imágenes de la Ciudad de México en colapso por el sismo de la mañana del 19 de septiembre de 1985.

El filme es un aporte relevante para la memoria de esta metrópoli asechada por la tragedia. Sobre todo para los que no vivimos de cerca este horrible momento. Nos enteramos, mi madre, mi hermano y yo, en una pequeña televisión blanco y negro que veíamos desde la ciudad de Chihuahua, segundos después de que colgáramos el teléfono con mi tío Álvaro por su cumpleaños, cuando comenzó a temblar. Yo apenas tenía seis años de edad y tres de que mis padres me habían llevado lejos del Distrito Federal, lugar donde nací.

¿Cuánta cosas han pasado desde esa fecha fatídica, del 19 de septiembre de 1985, para esta ciudad? ¿Y cuánto sirve esta memoria para las nuevas generaciones?

Después del sismo, que alguna vez fue nominada al Ariel en la sección A mejor mediometraje documental, es un material trascendente porque nos muestra lo que significó y el impacto que tuvo para una ciudad tan generosa pero extrema, como es la Ciudad de México.

Ver cómo las decisiones del Ejército y del mismo gobierno, los llevó a barrer con los escombros sin todavía terminar el rescate de personas atrapadas bajo fierros y piedras.

La presencia de Lula da Silva, ex presidente del Brasil, durante un evento político, acompañando a un Cuauhtémoc Cárdenas todavía joven. El andar de Miguel de la Madrid, presidente de México en aquel tiempo, sin lagunas mentales con las que terminó sus días.

Un hombre enmascarado con el nombre de Súper Barrio, queriendo organizar a los damnificados y claro, la crónica del único periodista en México que tenía teléfono satelital en su carro: desde ahí narró la secuelas del temblor el ahora fenecido Jacobo Zabludovsky.

Mujeres reconstruyendo sus hogares literalmente, jalando carretillas y poniendo tabiques. 

Imágenes, también, de un jovencísimo actor Luis Felipe Tovar tomando agua en un anuncio televisivo del amado y odiado Carlos Salinas de Gortari. Mencionar de paso, que en esa misma propaganda gubernamental, sobre programas sociales ya en tiempos del Salinismo, aparece Vanessa Bauche, aquella actriz que encarnó tiempo después a la activista Digna Ochoa, en un documental del veterano director de cine mexicano Felipe Cazals, vestida de maestra de primaria y en un salón de clase.

Después del sismo vino la «Solidaridad».

¿Cuánta cosas han pasado desde esa fecha fatídica, del 19 de septiembre de 1985, para esta ciudad?

¿Y cuánto sirve esta memoria para las nuevas generaciones? ©

José Antonio Monterrosas Figueiras
Reportero Repicante.

José Antonio Monterrosas Figueiras editor cínico en Los Cínicos y periodista replicante en Replicante.
@jamonterrosas