REPORTE CÍNICO

El festival de cine de Eva Sangiorgi 

Ya comenzó la sexta edición del Festival Internacional de Cine de la Universidad Nacional Autónoma de México (FICUNAM) y  Los Cínicos platicaron con su directora: con Eva Sangiorgi. Ahí, entre otras cosas, le preguntaron sobre los criterios para elegir las películas —de cine de vanguardia— de la sección Ahora México, la cual críticos como Ernesto Diezmartinez la han tildado de «floja».

Por Los Cínicos

Eva Sangiorgi. Foto: Xabier Uria
Eva Sangiorgi. Foto: Xabier Uria

En la conversación de Alonso Guzmán y José Antonio Monterrosas con la directora del FICUNAM, realizada el 18 de febrero en Uni Radio 99.7 FM, además de preguntarle sobre: ¿Por qué realizar el Festival de Cine de la UNAM a la par de la Feria Internacional de Libro de la UNAM, dos de los eventos más importantes de esta institución académica? De insistir en saber: ¿Cuánto cuesta un festival como el FICUNAM? «El festival cuesta menos de lo que cuesta», contestó Eva Sangiorgi. También este par de cínicos quisieron apuntar sobre los comentarios que el destacado crítico de cine Ernesto Diezmartinez hizo acerca de las películas que conformaron la sección Ahora México del año pasado, la cual le pareció sumamente «floja».

Aquí rescatamos parte de lo que señaló en varios de sus textos, publicados en su blog Vértigo:

«Más allá de las decisiones de los respectivos jurados, tanto de la competencia internacional -de la que vi muy poco- y de la sección Ahora México -de la que vi toda, a excepción de La Maldad (Gil, 2015)-, lo que queda claro -digo, por lo menos a mí- es que el FICUNAM necesita replantear su programación, especialmente en cuanto al cine nacional se refiere.
Retomo aquí una conversación pública -que está en tuiter, para más señas- entre el programador Roger Koza y el regenteador de este blog. Si, como apunta Koza -y no tengo razones para no creerle-, el problema de las abismales diferencias en la calidad y trascendencia entre la competencia mexicana y el resto de las secciones es que así está el cine mexicano «de vanguardia» -la etiqueta es mía, no de Koza-, creo que habría que tomar una decisión radical que, de hecho, tiene antecedentes recientes. Para acabar pronto: si el cine mexicano de «vanguardia» no da para más de lo que vimos este año, habría que desaparecer la sección». (Vértigo, FICUNAM 2015/VIII y último, 6 de marzo de 2015).
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El interneto crítico de cine Ernesto Diezmartínez. Foto: Facebook.
El histriónico Roger Koza, programador del FICUNAM.
El histriónico Roger Koza, programador del FICUNAM. Foto: Internet.

Así que, bajo ese contexto, Los Cínicos preguntaron a la directora del FICUNAM sobre cuáles son los criterios para considerar  las películas de la sección Ahora México —la cual no desapareció, como propone Diezmartínez y mejor «elegir dos o tres cintas nacionales para la competencia internacional, otras dos o tres para la sección «El Porvenir» y, acaso, abrir un espacio museográfico ad-hoc para ciertas expresiones que pertenecen más al terreno de las instalaciones o el arte contemporáneo» —, Sangiorgi expresó que representa: «un panorama muy amplio y variado del talento nacional, y los criterios empiezan desde los mismo criterios que nos guían en general en  la línea editorial del festival, es decir buscar películas que además de contar historias, sí estén muy conscientes en la forma de contarlas, es decir,  películas que sí estén reflexionando acerca del leguaje, de la forma del medio cinematográfico».

Agregó que en Ahora México se pueden: «encontrar cosas muy diversas, también narrativas más plásticas, sin embargo con la intención de un equilibrio y ritmo, y también cosas que realmente empujen más los géneros, las definiciones, como en este caso la película, entre otras, de Bruno Varela,  Placa madre, que también ha sido un autor que hemos mostrado en varias ocasiones».

Placa madre (México-Bolivia, 2016) escribe precisamente Sangiorgi en la catálogo del FICUNAM 2016: «es la pieza que conecta los diversos componentes de una computadora. Como título de esta película, marca la atención hacia nuestra forma como hombres contemporáneos, de procesar el conocimiento que inevitablemente incluye a la tecnología. Un oráculo procedente del futuro nos invita a considerar las ruinas del pasado y los vestigios de pueblos abandonados como claves en la lectura de nuestro presente. “Cada época suena la siguiente”, nos avisa el epígrafe».

Sí, como apunta Koza -y no tengo razones para no creerle-, el problema de las abismales diferencias en la calidad y trascendencia entre la competencia mexicana y el resto de las secciones es que así está el cine mexicano «de vanguardia» -la etiqueta es mía, no de Koza-, creo que habría que tomar una decisión radical que, de hecho, tiene antecedentes recientes. Para acabar pronto: si el cine mexicano de «vanguardia» no da para más de lo que vimos este año, habría que desaparecer la sección».

En la charla con Los Cínicos también se habló de la interesante retrospectiva sobre el cine de Marlen Khutsiev;  de la asistencia de Miguel Gomes a la Cátedra Ingmar Bergman, —a quien lo podemos recordar por la extenuante película Aquél querido mes de agosto (Portugal, 2008) o por el díptico blanco y negro/juventud y vejez Tabú, (2012)—.

En fin, esperamos que el Ahora México —de ahora—, sea radicalmente distinto al de ayer y que la película de Nicolas Pereda, Minotauro, en la que se la pasan los personajes dormidos y que forma parte de esta sección, no sea un mal augurio para ésta. Dice Mariana Linares en el catálogo del FICUNAM que: «México está en llamas, pero los personajes de Minotauro duermen profundamente» —no vayan a roncar también los profundos y agudos críticos de cine que asisten al festival—.

Los Cínicos pensamos que si sigue así de floja esa sección del FICUNAM, que Ernesto Diezmartinez se los demande, (¡Caso Cerrado!).

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