A VECES ME DESPRECIO

Un balde de agua fría y en invierno

El reportero trató de que no le afectara tanto como lo hicieron, durante todo el 2016, las muertes de grandes músicos e ídolos internacionales, pero no pudo evitarlo, con Wetton lo unía un lazo fraternal que tenía que ver con su profesión. Aquí van unas lágrimas de cocodrilo.

Por Félix Morriña

Wetton_Interior
El maestro Wetton con el grupo Asia.

Trasladaba en cajas de cerveza mis adorados discos. Era fin de año en mi querido Metepec y me estaba mudando de casa, se me ocurrió poner a todo volumen la rola «Only Time Will Tell» del grupo inglés Asia, sólo para satisfacer la necesidad de escuchar de nuevo en un coche las fanfarrias con las que inicia tremenda pieza de rock pop progresivo, mismas que fueron por muchos años quemadas en la rúbrica del programa dominical DeporTv, que conducía José Ramón Fernández el siglo pasado. Rola que este último día del primer mes del año ha sido puesta varias veces a alto volumen en honor al fenomenal bajista, cantante y guitarrista británico John Wetton, quien murió apenas entraban los blandengues rayos de sol en mi pálida recámara del altiplano mexiquense.

La noticia me cayó como balde de agua helada y en pleno invierno. Traté de que no me afectara tanto como lo hicieron, durante todo el 2016, las constantes muertes de grandes músicos e ídolos internacionales, pero no puede evitarlo, toda vez que con Wetton me unía un lazo fraternal con mi profesión. Resulta que tuve oportunidad de entrevistarlo para Milenio hace quince años cuando vino a México de gira. La charla se llevó a cabo en Discos Aquarius en la Ciudad de México. En un pequeño espacio que nos acondicionaron los promotores, platicamos de todo su proceso creativo, de sus aportaciones a la música rock progresivo en su época con King Crimson, Uriah Heep y Asia, así como sus colaboraciones con Roxy Music, y posteriormente con el líder cantante de esta banda, el gran Bryan Ferri.

Me decía que le gustaba mi país, que había mucha expectativa y buen gusto por el rock que se hacía en Inglaterra durante su mejor época. Le llamaba poderosamente la atención cómo se podía caminar en una ciudad tan compleja y caótica  —él en ese momento usaba bastón por una lesión de años—, pero no se desanimaba. Wetton lucía en ese entonces fuerte y con muchas ganas de seguir aportando. ¡Claro, su mejor momento ya había pasado!

Ahora que la muerte se le cruzó en el camino y se lo llevó por cáncer de colón a los 67 años de edad, este servibar y amigo lo recuerda con mucho, mucho cariño. Es más, la foto que colocó en las redes sociales el camarada y amigo Pepe Návar, me hizo prometer caminar por esas calles de la colonia Roma, donde John Wetton estuvo. Destaparé un buen trago en su honor, ahora que es quincena y alcanza para algo mejor que whisky barato. También escucharé los discos de Asia donde estuvo acompañado de Geoff Downes (teclados), Carl Palmer (batería) y Sam Coulson (guitarra), porque sin ser pretencioso le conocí mejor a través de esos discos, pero por supuesto jamás desdeñaré los compuestos con la maravillosa banda King Crimson. En este momento de sensibilidad extrema, prefiero los de Asia, en verdad.

Me decía que le gustaba mi país, que había mucha expectativa y buen gusto por el rock que se hacía en Inglaterra durante su mejor época. Le llamaba poderosamente la atención cómo se podía caminar en una ciudad tan compleja y caótica  —él en ese momento usaba bastón por una lesión de años—, pero no se desanimaba. Wetton lucía en ese entonces fuerte y con muchas ganas de seguir aportando. ¡Claro, su mejor momento ya había pasado!

La noticia sobre su muerte la dio a conocer su viejo comparsa de mil batallas, el bataco Carl Palmer, quien escribió lo siguiente: “Con el paso de mi buen amigo y colaborador musical, John Wetton, el mundo pierde otro gigante musical. Su habilidad para triunfar sobre el abuso del alcohol es una inspiración para muchos que también han luchado esta batalla. Para aquellos que lo conocimos y trabajamos con él, su valiente lucha contra el cáncer fue una inspiración más”. Como muchos saben, Wetton era un alcohólico recuperado, que durante los últimos once años de su vida se dedicó a ayudar a otras personas a dejar la borrachera.

Yo siempre he dicho entre broma y broma que yo dejo la bebida, pero ella a mí no. La botella ha sido siempre mi fiel compañera, aunque a veces la desprecie y la abandone por minutos, horas, días, meses e incluso años. Ella siempre regresa a mi lado. A veces quisiera que regresara otro ser, pero algo estropea el encuentro, ya sea la ínfima economía nacional o la miseria humana, pero mi espíritu sigue en la espera de otra mejor oportunidad para volver a empezar el idilio. Sólo por eso, queridos lectores, les comparto la rola en turno, acorde a este momento: «Only Time Will Tell».

“Te vas ahora/ Está en tus ojos/ No hay que disimular/ realmente no es ninguna sorpresa/ Para saber que lo planeaste todo desde el principio./ Lo veo ahora/ Se vuelve tan claro/ Tu falta de sinceridad/ Y yo con ojos brillantes/ Y pensar que yo habría de saberlo ahora./ Ahora, tan seguro como que el sol cruzará el cielo/ Esta mentira ha terminado/ Perdida, como las lágrimas que solían arrastrarme./ (Sólo el tiempo lo dirá)/ Una cosa es segura/ Que el tiempo lo dirá/ (Sólo el tiempo lo dirá)/ Si estabas equivocada/ El anillo más brillante alrededor de la luna/ Se oscurecerá cuando muera./ Ahora, tan seguro como que el sol cruzará el cielo/ Esta mentira ha terminado/ Perdida, como las lágrimas que solían arrastrarme./ Te vas ahora/ Está en tus ojos…”.

¡Salud! ¡Hasta siempre querido maestro John Wetton! ©

*Versión cínica de la columna Silencios Estereofónicos de Félix Morriña, publicada en el diario Impulso.

Félix Morriña
Dandy, pero punk.

Félix Morriña es periodista y promotor cultural. Columnista en ImpulsoSemanario Punto Revista Ágora.

@fmorrina