CINISMO

Los pedazos de mí en un día anti yo

La autora de este texto pensaba que Mónica Maristain no era capaz de «desgarrarse en mil voces que te hablan todas al mismo tiempo». Eso era antes de que leyera Antes, el nuevo libro de poesía de la periodista y escritora.

Por Georgina Hidalgo Vivas

AntesMónica Maristain era para mí una antes de leer este libro. Era la periodista lectora voraz y la cabeza de grandes revistas y secciones literarias vibrantes; era la colega inteligente y generosa con la cual debatir temas y chismes de actualidad, eso sí siempre de actualidad; era la amiga de tertulias diversas donde juntaba a toda una fauna ecléctica sólo digna del exigente Baco. Pero esa era ella, antes.

Antes de Antes, no sabía que Mónica era capaz de desgarrarse en mil voces que te hablan todas al mismo tiempo. Un paisaje sonoro, dice ella mirando una ventana. Más bien un don esquizoide, como ése de traspasar un papel escrito al revés y llevarnos a donde las sombras miran llover todas las noches lluviosas. Antes de Antes creía innecesarios los paragüas.

Las voces de Mónica me sumergen en un trance, un viaje de flashazos en un tiempo que alguien mastica y hasta lo hace explotar en bombas enormes. Yo la sigo, me deformo como si fuera un chicle en la boca de una vieja que no tiene dientes. Asisto al desfile de rostros inocentes de la calle. Lloro y como ella “cruzo los dedos como conjuros para que las melancolías devengan en pasiones primarias y se escuchen las voces de aquellos que cuando la miran no ven las suturas”.

La voces de Mónica me hablan todas al mismo tiempo y escucho claramente a cada una. ¡Ay Mónica, por qué me desgarras como a las telas de ése bello disfraz que alguien cose frenéticamente para salir del rebaño!

Es implacable. Pero qué le vamos a hacer si Mónica se niega a conformarse con un precioso cortinaje. Saca su pluma-cuchillo y se añora en “idilios de panteón”, como llama al constante imaginar que “íbamos a querernos para siempre o el cuánto nos hubiéramos querido si nos hubiéramos querido”. Frota las heridas con “aceite madre”, ünguento robado para pegar los pedazos de mí en un día anti yo. Se vuelve espuma en la playa donde un primer amor la aguarda o tal vez sólo era una sombra.

Mónica me lleva por sus sueños de película mientras de soundtrack suena el piano de Herbie Hancock sin hh, el saxo malévolo de John Coltrane y la feijoada del «albino loco» Hermeto Pascoal.

Después de Antes (si es que este curioso tiempo existe) te pido: ¡Ay Mónica!, “aviéntame tu flema tu enfermedad para estos días en que nos sentimos líricos y no podemos llorar con la cara lavada”.

Antes
Mónica Maristain durante la presentación de su nuevo libro. Foto: José Antonio Monterrosas Figueiras.

Antes de Antes, no sabía que Mónica era capaz de llegar a estas hondonadas y arrastrarme con ella en la vorágine de su examen final. La vida dando exámenes, ¿no Moni? Otra vez ha puesto nuestras cabezas en el filo de la guillotina. Salen sombras que nos hacen creer que tienen algo para nosotros, que pueden darnos todo, “el alma gemela y la barbarie”, pero desbocadas solo borran las huellas de lo mejor que fuimos.

Después de Antes (si es que este curioso tiempo existe) te pido: ¡Ay Mónica!, “aviéntame tu flema tu enfermedad para estos días en que nos sentimos líricos y no podemos llorar con la cara lavada”

Cierro tu libro y también te veo caminar por un puente colgante y te dejo ir triste, porque sé que tus huesos siguen añorando lo imposible. ©

* Texto leído en la presentación del libro Antes. Paisaje sonoro con mujer mirando una ventana (Literalpublishing/Universidad Autónoma de Nuevo León, 2016), de Mónica Maristain,   en La Casa del Poeta, el martes, 23 de mayo de 2017, en la Ciudad de México.

Georgina Hidalgo Vivas
La Vodka Naka.

Georgina Hidalgo Vivas es periodista cultural y cronista de viajes. Ha colaborado en publicaciones como Emeequis, Bleu&blanc, Travesías, entre otras. Es autora del libro de crónicas por Rusia Vodka Naka (Producciones el Salario del Miedo, 2014).

@cactodeasfalto