EL REPORTERO INCREÍBLE

Andy Warhol. Estrella oscura

El pasado 2 de junio dio inicio una exposición de la obra del artista de la cultura pop más reconocido en el mundo: Andy Warhol. Ésta se encuentra instalada en el Museo Jumex, en la Ciudad de México, y el Reportero Increíble ya fue a verla. Aquí sus impresiones increíbles.

Por Maicol

Andy Warhol

El pasado 2 de junio dio inicio una exposición de la obra del artista de la cultura pop más reconocido en el mundo: Andy Warhol. Ésta se encuentra instalada en el Museo Jumex, en la Ciudad de México. Andy Warhol. Estrella oscura curada por Douglas Fogle, y teniendo el apoyo de diversas instituciones y colecciones privadas, permanecerá hasta 17 de septiembre de este año en nuestra ciudad.

Warhol marcó una  época, la era del Pop Art. Sus fotografías logran captar la esencia de los artistas y los famosos de la época de los sesenta, que en el fondo quizá sólo trataba de poner color a las mismas. Warhol propone un diálogo entre el color y las imágenes en blanco y negro, realzando su individualidad  y al mismo tiempo comparando la luz de la vida y lo oscuro de la muerte en esta compleja dualidad.

El amor, el arte, la belleza, el sexo, la soledad, el dinero, la fama, e incluso la misma muerte fueron sus temas. Todas sus ideas las plasma a través de su creatividad  y talento, tratando de llenar a la cultura consumista de esa época, bajo la técnica de la serigrafía, para producir no sólo uno de sus cuadros sino una serie, entrando de esta forma a la cultura de la producción en masa.

Podemos descubrir a un creador incansable y solitario, amante de la televisión, el consumo, los hombres, el arte y la vida americana envuelto en tiempo del Expresionismo Abstracto y él reinventándolo con su nueva filosofía pop, redefiniendo conceptos, introduciendo su propio y único estilo, con el que logro crear pinturas icónicas de celebridades. Warhol es sencillamente el Rey del Pop Art.

Dentro de la exposición podemos encontrar parte de  las  serie de retratos en color, como el de Marilyn Monroe, que empezó a trabajarlo una semana después de que ella se suicidara. Warhol coloreó a dos Marilyn; una está como heroína que animaba al ejército norteamericano de la época y tal vez la otra como la mujer adicta y problemática. También encontramos el autorretrato del artista donde observamos al Andy tímido y el internacionalmente famoso y exitoso Warhol.

En esa sala encontramos parte de los materiales del estudio como dibujos preparatorios, recortes que hacía de revistas de las que obtenía imágenes para sus cuadros. Por ejemplo, el libro donde se ve la imagen de una vaca resaltada alrededor de blanco, misma que utilizó para el enorme papel tapiz rosa y amarillo (1966), que es una serie de repeticiones de la  imagen, a manera de mosaico, que cubre gran parte de las paredes del museo, la cual nos da la bienvenida al entrar a la sala de exhibición.

En la muestra no podía faltar el cuadro del cantante Elvis Presley, en posición de vaquero en pleno duelo viéndonos de frente y apuntando con sus revolver, así como también a la famosa actriz Elizabeth Taylor. Uno de los que más me impresionó fue el inmenso cuadro de Mao Tse Tung con el rostro en amarillo, los párpados azules y labios rojos, me gusta porque este lo eleva al nivel de Marilyn o simplemente lo pone como póster político de la mitología de la China comunista. Encontramos también la serie retrospectiva de Flores (1964), 100 latas (1962), Desastre del atún (1963) y  por supuesto, la lata grande de sopa Campbell’s (1964).

Nos encontramos, además, a la primera dama de los Estados Unidos, Jaqueline Onassis. El artista plasma un antes y un después del asesinato del presidente John F. Kennedy, dentro de la misma serie. Resulta muy interesante ver, una vez más, como juega con esa dualidad de la alegría a la tristeza. ”Qué difícil habrá sido para ella ser la primera dama y saber que tu marido se acostaba con Marilyn Monroe”, escucho que alguien advierte esto, mientras observó la imagen (cultura popular, estimados lectores).

Llamó mi atención la serie del accidente automovilístico que, a pesar de ser una tragedia, logra captar la muerte como algo artístico sin morbo, pero dejando ver lo obscuro de la escena, de manera similar utiliza la imagen de una silla eléctrica que representa la pena de muerte, ese ritual tan aceptado en los Estados Unidos. Impresiona todo lo que nos hace pensar esa simple silla. Ese es parte del atractivo de Warhol que en todo momento nos invita a pensar.

Andy Warhol

En esa sala encontramos parte de los materiales del estudio como dibujos preparatorios, recortes que hacía de revistas de las que obtenía imágenes para sus cuadros. Por ejemplo, el libro donde se ve la imagen de una vaca resaltada alrededor de blanco, misma que utilizó para el enorme papel tapiz rosa y amarillo (1966), que es una serie de repeticiones de la  imagen, a manera de mosaico, que cubre gran parte de las paredes del museo, la cual nos da la bienvenida al entrar a la sala de exhibición.

Este papel tapiz, de grandes dimensiones, también los usaron para cubrir la parte exterior de la sala de proyección habilitada, especialmente, para utilizar este espacio del museo que está construido desde sus inicios por enormes ventanales, dando la ilusión de estar justo en medio del enorme vitral. Me recuerda un escaparate de las glamurosas tiendas de ropa de Nueva York o quizá una alusión  de cuando, en 1948, el joven Warhol trabajó como decorador de vitrinas en la ciudad de Pittsburg donde creció. ©

Maicol_Semblanza
Maicol, el Reportero Increíble.

Maicol (Ricardo Mandujano) es un curioso millonario amante de la cultura, que por años ha viajado en su auto increíble a distintos escenarios para contarnos lo que ve y con quién conversa. Maicol, el Reportero Increíble, es un seductor con las actrices e implacable con los directores de cine. Solía dar sus reportes en Los Cínicos de Uni Radio del 99.7 FM. Ahora es sólo una leyenda viviente.