EL REPORTERO INCREÍBLE
Si no despierto…
El Reportero Increíble recientemente acudió a la función especial de la película “Si no despierto” de Russo-Young. Una película basada en la obra literaria de Lauren Oliver, que narra un día en la vida de una joven llamada Samantha Kingston.
Por Maicol

Recientemente acudí a la función especial de la película “Si no despierto” (Israel, 2017), de Russo-Young. Una película basada en la obra literaria de Lauren Oliver, que narra un día en la vida de una joven llamada Samantha Kingston, quien aparentemente tiene todo lo que una chica de su edad puede desear: el novio más galán de la escuela, una buena posición social, un grupo de amigas —las más populares de la escuela—, belleza y juventud.
Todo transcurre en lo que pudiera ser un día como cualquier otro en la vida de una chica-heroína, pero no es un día cualquiera, es el mismo día una y otra vez, me recuerda esa película de comedia en la que actúa Bill Murray, “Día de la Marmota”, del director Harold Ramis, estrenada en el año de 1993. Cabe añadir que ganó los premios BAFTA de ese mismo año, en la categoría de Mejor guión original.
Creo que la guionista Maria Maggenti de la pelicula “Si no despierto”, no pensaba en participar en ningún premio con un refrito como éste, pues aquí si fue mucha repetición, no sólo por el refrito sino porque la chica-heroína despierta una y otra y otra vez en el mismo día, como si fuera un castigo no sólo para la protagonista sino para el espectador. Tanto que durante la función la persona sentada a mi lado, grita: ”Otra oportunidad, otra oportunidad”.
Me gusta la idea de combatir el bullying, la teoría del caos o el efecto mariposa, y el principal, que creo que es el de aprovechar de la mejor manera el tiempo, ya que al iniciar la película lo primero que hace es recordarnos que quizá nosotros tengamos un mañana o mil o diez mil… Son tantos que puedes desperdiciarlas
No con esto quiero decir que sea una mala película, tiene sus partes rescatables como el mensaje positivo que tratan de dar: ese de lucha, lucha, al fin que las cosas van a salir mal al final. ¿La fotografía? Es buena, panorámicas, close-ups, buenos encuadres. ¿La música? Muy ad hoc para los jóvenes, y muy de la mano con las escenas. ¿La trama? Es interesante, supongo por ser retomada de un best seller, con altas y bajas de suspenso, con giros inesperados, en fin que no esta tan mal.
Supongo que en este caso por ser una película para jóvenes —y adultos de corazón joven—, es llevada de esta forma. Me gusta la idea de combatir el bullying, la teoría del caos o el efecto mariposa, y el principal, que creo que es el de aprovechar de la mejor manera el tiempo, ya que al iniciar la película lo primero que hace es recordarnos que quizá nosotros tengamos un mañana o mil o diez mil… Son tantos que puedes desperdiciarlas, dice, y el hoy importa en este momento y hasta el infinito, y lo que hagas en el presente importa en ese instante y tal vez, hasta el infinito, que nunca es demasiado tarde. Esta sería la idea principal de la película y vemos también como Samantha en el transcurso de la historia va aprendiendo eso. Así como el verdadero valor de lo que se tiene alrededor: familia, amigos y salud.
Una mañana por fin se despierta sin sentirse asustada, confundida o enojada, por fin entiende lo que debe hacer. Y nos invita a reflexionar —una cuestión importante— sobre si quieres seguir dormido, viviendo tu vida como si fuera el mismo día una y otra vez o si quieres despertar sabiendo que tal vez no te quede mucho tiempo para seguirlo desperdiciando.
Pues bien sólo responde esta pregunta ¿Qué harías si sólo te quedará un día de vida? ¿Otra oportunidad, otra oportunidad? ©

Maicol (Ricardo Mandujano) es un curioso millonario amante de la cultura, que por años ha viajado en su auto increíble a distintos escenarios para contarnos lo que ve y con quien conversa. Maicol, el Reportero Increíble, es un seductor con las actrices e implacable con los directores de cine. Solía dar sus reportes en Los Cínicos de Uni Radio del 99.7 FM. Ahora es sólo una leyenda viviente.