EL REPORTERO INCREÍBLE
Crónica de un festival de cine y risas
El Reportero Increíble se bajó de su auto increíble y se lanzó a la segunda edición de 24 Risas por Segundo, Festival de Cine y Comedia, sucedido del 2 al 6 de agosto en la Ciudad de México. Esto fue lo que vio.
Por Maicol

Estos primeros día de agosto fueron de cine y risas, porque estuvieron corriendo las 24 Risas por Segundo, del Festival de Cine y Comedia, en diversos espacios de la Ciudad de México, tales como el Cine Tonalá, La Casa del Cine y el renovado Cinema Coyoacán, ubicado en la esquina de Viena y Centenario, en la Ciudad de México, el cual permaneció muchos años cerrado y su renovación causó controversias con los vecinos, quienes en más de una ocasión cerraron la circulación en la lateral de Río Churubusco como protesta, pues no querían otro bar más de Diego Luna en esa zona. Finalmente, abrió sus puertas el 21 de abril de este año con un estilo Art Decó, que nos remonta a la época de los años cincuenta con una decoración elegante y su alfombra roja con vivos floreados y un gran mural de lo que parecen ser bailarinas de Can-Can. Además cuenta con una pequeña cafetería que aun no tiene gran variedad, pero que contrasta con esta gran y muy confortable sala de cine.
Ahí platicamos brevemente con el actor Eduardo España —Lalo para los cuates— durante la alfombra roja. El comediante está retomando algunos proyectos como la puesta en escena “Vecinos” en la que realiza doce personajes que están en la búsqueda de la felicidad. Lalo es conocido por su personaje Doña Márgara Francisca, que lo catapultó a la fama dentro del programa Otro rollo de Adal Ramones. Esta señora representa a una ama de casa con el clásico vestido floreado y su imprescindible delantal. Es una mujer de carácter, que acostumbra a no quedarse callada, por lo general utiliza un léxico vulgar y altisonante, su frase favorita es: “vas y chingas…..con todo respeto”. Doña Márgara Francisca, madre soltera con cinco hijos, que se gana la vida vendiendo garnachas, quesadillas y pellizcadas, ahora anda feliz en el Canal de You Tube. Me cuenta el cómico que tienen un espacio que se llama «la Garnacha Chanel», dentro del Show por la República en el que ella recorre el país.
Eduardo España, quien además lo podemos recordar por su trabajo en el filme de la tapatía Kenya Márquez “Fecha de caducidad” (México, 2011), en el que encarna un hombre maduro que finge ser muy chambeador, pero que es un empedernido holgazán que vive del cobijo de su santa madre, la viuda doña Ramona, interpretado por Ana Ofelia Murguía y quien sufre el extravío de aquel, se nota muy agradecido con el festival (aprovecha extrañamente para mandar saludos a Los Cínicos, WTF!). España incluso me relata que ya está por iniciar la cuarta temporada de “Vecinos” con la que inauguran la nueva barra de comedia de Las Estrellas (antes El Canal de Las Estrellas) este lunes 28 de agosto. También me dice que hay un próximo estreno fílmico: ¿Cómo matar un esposo muerto? En el que actúa, entre otras, Mara Escalante y él mismo.

La inauguración del festival terminó con una borrachera en la cantina La Insurgentes, la cual me perdí tras un dolor de estómago ¿Habrá sido de tanto reír, o de los tacos de suaperro que me comí antes de llegar a la función o tal vez que Lalo España para no decir pendejos retomara ese término de tiempos de Vicente Fox: “con capacidades diferentes”, pues no es lo mismo pendejos o tonto que personas con discapacidad? ¡Explíquenleee!
Al recibir el reconocimiento agradeció al festival: “Cuando me dijeron “homenaje” yo dije: ni que fuera Sara García pero más joven, me siento muy agradecido, llevo 25 años de carrera con un gran amor a la vida, con caídas, con levantadas, con un espíritu de no quitar el dedo del renglón”, agregó (snif!). Para él esta carrera es muy complicada, que a veces hasta duele (más snif!): “yo la amo profundamente, siempre he dicho la carrera es hermosísima pero el medio es de una hueva impresionante, se los digo en español porque hay muchas mentalidades obtusas, obstáculos, envidias, cosas que no vas a poder evitar, pero la carrera es apasionante y a mí me duele a veces ver como mucha gente se va quedando en el camino o mucha gente se va antes” (triple snif!).
Ahí mismo incentivó a la gente a que visitara las salas de cine y de teatro: «no como si nuestros trabajos fueran con capacidades diferentes, porque siempre decimos hay que apoyar el cine, hay que apoyar… No, no, está padre ver cine, está padre salir mentando madres y decir aguanté cinco minutos esa película, la verdad, o decir, qué obra de arte acabo de ver, o qué trabajo, qué chidas cosas, qué bueno ver la Ciudad de México llena de campers porque se está haciendo mucha ficción en nuestro país”.
La inauguración del festival terminó con una borrachera en la cantina La Insurgentes, la cual me perdí tras un dolor de estómago, ¿habrá sido de tanto reír, o de los tacos de suaperro que me comí antes de llegar a la función o tal vez que Lalo España para no decir pendejos retomó ese término de tiempos de Vicente Fox: “con capacidades diferentes”, pues no es lo mismo pendejos o tontos que personas con discapacidad. ¡Explíquenleee!
Una película que dio risa y su sketchería
A la mañana siguiente el dolor de estómago había desaparecido. Así que me dispuse a ver otra de las películas programadas en ese festival de cine y risas. “¿Quién mató a Julio César?”, de Darío Giordano Chalamanch y Jaime Muñoz de Baena, es un filme que trata de una joven escritora amante de las novelas de misterio que acude, con su tío y su mejor amigo, a una fiesta de disfraces en Tepoztlán. Ahí ocurre un asesinato, la escritora y sus amigos se disponen a descubrirlo. Esta es una comedia de misterio con muy buenos chistoretes y una pizca de humor blanco. Algo diferente a lo que estamos acostumbramos a ver en cine de este género, cabe señalar que fue la única película de comedia que pude apreciar en el festival de comedia (sonido de risas de fondo).
Darío Giordano y Jaime Muñoz me contaron que su película es una comedia de misterio con elementos de fantasía y que es un homenaje a las novelas como “Murder Mistery», como tipo Agatha Christie, Arthur Conan Doyle, mezclado con comicidad y con personajes totalmente disparejos. «Lo que quisimos hacer fue salirnos de las comedias que se están produciendo en México, que son más comedias románticas y hacer algo completamente absurdo y este es un género que tiene como mucho para explotarse y creemos que un guión así para una comedia diferente pudiera ser llamativo para el público mexicano que también se merece tener más películas de más géneros de todo tipo».
Me explicaron que para generar una industria se necesita tener “un flujo de efectivo más rápido, necesitas tener el varo para hacer la película». Ellos invirtieron 380 mil pesos pero no estaban contemplando el costo de ningún talento, de ningún miembro del crew, pues toda la gente participó por amor al proyecto, “entonces si les hubiéramos pagado sería como un proyecto de 4 millones de pesos, pero con lo que necesitamos y como lo queríamos hacer creemos que fue lo mejor para el proyecto también era para que todos empezáramos porque es muy complicado poder hacer una película». Ellos llevan dos años con La sketchería, que es un canal de You Tube de puro sketch para reír y fue donde conocieron a todo el talento que participó en su película.
“¿Quién mató a Julio César?”, de Darío Giordano Chalamanch y Jaime Muñoz de Baena, es un filme de comedia que trata de una joven escritora amante de las novelas de misterio que acude, con su tío y su mejor amigo, a una fiesta de disfraces en Tepoztlán. Ahí ocurre un asesinato, la escritora y sus amigos se disponen a descubrirlo. Esta es una comedia de misterio con muy buenos chistoretes y una pizca de humor blanco.
Al día siguiente antes de irme a ese cine que es más bar que cine y que queda en la calle Tonalá, en la colonia Roma, para estar en la clausura del festival, vi la película chilena “Crisis”, de Martín Pizarro. Ésta inicia como la clásica entrada de Alejandro Suárez en «La palabra canta» del famoso programa de los noventa La carabina de Ambrosio, con su traje obscuro de cola y sombrero de copa, sólo que en la película es un joven vestido muy elegantemente con su frac y como conduciendo una orquesta de música clásica. Este personaje es uno de los tres que lo conforman: un muchacho tímido que idolatra a un famoso director de orquesta, Sergio de león, y que siente algo más que sólo inspiración; el otro es un escritor de biografías frustrado que desea ser reconocido por su propio libro y dejar de escribir a terceros; la ultima es una joven pianista que quiere triunfar y ser famosa, además de que no le importa perder su juventud con tal de lograrlo. Son tres historias distintas pero unidas por su propia crisis existencial y su anhelo de sobresalir y triunfar, de dejar de ser invisibles o por ser alguien más. En esta cinta se conjunta la fantasía y el absurdo.
Algo de cine y Stand up
Durante la clausura se proyectó el documental “Open mic”, de Chino Cherris, que habla de cómo es la parte personal y la vida de los standoperos, para ver qué hay detrás de la risa de los stand up, narrado por varios de estos artistas, los realizadores comentaron que después de este trabajo les cambió la forma de ver esta forma de ganarse la vida, porque desconocían lo que se hacía en México y que se está formando un público que quiere y que gusta este tipo de comedia, que van de tú a tú y no buscan deslumbrar con chistes imposibles, sino dos personas desnudándose que se preparan y tienen guión, los cuales son meses y meses de trabajo.
Por otro lado, se entregó el premio del público a mejor cortometraje y mejor largometraje, la actriz Dana Karvelas fue quien propuso al público realizar una dinámica para entregar el premio: “vamos hacer una pregunta o dos, bueno los que hayan visto la película no vayan a decir de qué trata”, luego pregunta quién la vio, pero al no recibir respuesta ella se contesta: “¡qué mal por todos porque, yo tampoco la vi, porque no estaba aquí!”. Entonces si nadie la vio de los presentes me pregunto: «¿quiénes votaron para que el cortometraje ganara o si los que la votaron no fueron invitados a la entrega de los premios?» Hubieran invitado a todos, bueno, tampoco sabemos cuántos votaron, sería bueno preguntarles para la próxima el porcentaje con el que se decide al ganador, o de plano evitar el premio del público. Luego Dana se dirige a los organizadores: «¿qué ha sido lo más difícil en esta segunda edición?» A lo que la directora Milka Ibáñez responde: «el dinero y que crecimos, porque logísticamente es complicado, se complica pero también está padre”, finaliza.
Durante la clausura se proyectó el documental “Open mic”, de Chino Cherris, que habla de cómo es la parte personal y la vida de los standoperos, para ver qué hay detrás de la risa de los stand ups, narrado por varios de estos artistas, los realizadores comentaron que después de este trabajo les cambió la forma de ver esta forma de ganarse la vida, porque desconocía lo que se hacía en México y que se está formando un público que quiere y que gusta este tipo de comedia
La noche continuó en un lugar de la colonia Condesa llamado el Woko, donde algunos standoperos llevaron acabo su rutina, entre ellos Ana Julia Yeye, una chica que se burletea de parecer hombre, el periodista José Antonio Monterrosas la entrevista al termino de su show y entre otras cosas le cuestiona sobre cuál sería el límite para hacer comedia. Ella responde que si vas a tocar un tema muy fuerte tienes que hacer un chiste del verdugo no de la víctima, por ejemplo «cuando los niños de la guardería ABC, en Hermosillo, Sonora, que se murieron quemados, Platanito alguna vez hizo un chiste sobre los niños y todo mundo se le fue encima porque hizo un chiste sobre los niños quemados, si hubiera hecho un chiste sobre las malas condiciones del lugar, sobre el gobierno, sobre cualquier cosa, tal vez no lo hubieran agredido pero como se metió con las víctimas eso causa mucha controversia». Esto me recordó precisamente ese documental, antes mencionado, el «Open mic», en el que curiosamente aparece Platanito haciendo ese chiste y luego pidiendo disculpas, por cierto Platanito sigue dando su show precisamente en el Cinema Coyoacán donde al mismo tiempo se realizaba este festival de cine y risas.
Kike Vázquez, standopero, quien es un jovenazo con discapacidad, presente durante la función de esa película, en el Cine Tonalá, advierte que si todos se burlaban de él por su discapacidad, pues el también lo puede hacer. Es que parte del stand up, coinciden varios de los ahí reunidos, es mofarse de sí mismos, más que de los otros. También coincidieron que una vez que haces un chiste ácido, ya no puedes pedir disculpas porque sino ya no te tomarán en serio.
La comedia y el drama son como un par de compadres
El domingo hubo una proyección de la película ganadora del Premio del público que en esta ocasión fue: “Hoy te quise, mañana no sé”, una comedia romántica de Pablo Arredondo, esta película la realizó con el apoyo de Fondeadora, donde juntó la cantidad de 50 mil pesos y otros 10 mil pesos los puso de su bolsa. Nadie cobró un solo peso porque creyeron en el proyecto. Los actores son profesionales egresados de la Escuela Casa Azul. Él hizo el trabajo de edición, el cual fue muy difícil, ya que se tardó más de un año.
Le gusta que le propongan y le gusta trabajar con actores que conoce, que sean propositivos, incluso incluye chistes los propios actores le contaron. Se define como un director millennial, pero que critica mucho a su generación, porque “somos una generación que estamos inmersos a la tecnología y olvidamos el mundo alrededor, por estar pegados a una tableta o a un celular y todo pasa a partir de los celulares y estas conversaciones de puro texto, nos está volviendo muy impersonales. Creo que es una de las cosas que le pasa a mi generación y eso lo retomo en mi película”. Pablo está trabajando en otro largometraje en que se reúnen seis historias, con seis escritores. Ya veremos.
El festival termina y me quedo con las palabras de Milka Ibáñez, su sonriente directora, cuando se dirigió al público: “este festival salió porque hemos trabajado en otros festivales y nos dimos cuenta que no había un espacio para la comedia. Había muy buenos trabajos que tenía buenas historias, grandes personas que no tenían la oportunidad de mostrarse en pantalla grande, porque no íbamos hacia la tragedia […] la comedia es un punto de vista de las cosas, de los vicios, de la realidad con otra perspectiva. La comedia y el drama son como un par de compadres, nada más que uno más feliz y el otro se deprime”. ©

Maicol (Ricardo Mandujano) es un curioso millonario amante de la cultura, que por años ha viajado en su auto increíble a distintos escenarios para contarnos lo que ve y con quien conversa. Maicol, el Reportero Increíble, es un seductor con las actrices e implacable con los directores de cine. Suele dar sus reportes en Los Cínicos de Uni Radio del 99.7 FM.