ENTREVISTA

Una charla horrorosa con el cineasta Ulises Guzmán

Está viernes, 25 de agosto, se estrena la película japonesa «Tetsudon: the kaiju dream match» en el Festival Internacional de Cine Macabro XVI, en la que participa el cineasta mexicano Ulises Guzmán junto con otros veintisiete cineastas japoneses. Aquí esta conversación con Ulicardo, como lo conocen en el medio del cine de terror y fantasía —en México y Japón. 

Por José Antonio Monterrosas Figueiras

Kaiju
KKMan, el Kaiju de Ulises Guzmán.

La relación con el Festival Internacional de Cine Macabro y Ulises Guzmán ha sido rara —tal vez como un Kaiju japonés— desde el principio. Cuenta el cineasta que tuvo un encuentro «telepático» con Edna Campos, quien está desde la fundación del festival, hace dieciséis ediciones y resulta que ahí pasaron los tres cortos que hizo en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) y él no se enteró, ya que Edna se los pidió a la escuela de cine y el CUEC nunca le avisó a Ulises. «Yo me entero por la prensa que le fueron muy bien y le llamo muy indignado a Edna para decirle: ‘¡oye me hubieras invitado!'».  

De ahí, me explica, hicieron una amistad que el clímax fue cuando escribieron juntos «Alucardos: Retrato de un vampiro» y luego hicieron la producción y la levantaron, para estrenarse en el 2011. Después Ulises fue director de programación de Macabro y más adelante se fue a otro trabajo (al parecer a otro festival).

«Mi regreso es triunfal en el sentido de que los japoneses eligieron que se viera la película en el lugar donde viene más gente que le gusta este género, que es precisamente aquí en la Ciudad de México, y sobre todo en la Cineteca Nacional, que es una plataforma máxima para todos los cineastas. Entonces a eso obedece la razón y sobre  todo que creo que merecía ese estreno de los kaijus”. 

— ¿Pero antes de tu llegada triunfal a Macabro, recuerdo que estabas en el Festival de Cine Feratum? ¿Qué pasó ahí?

— Yo estuve programando durante cuatro ediciones Feratum y hubo cambios en los que particularmente yo no estuve de acuerdo y no hay problema, de hecho seguimos produciendo lo que es «Aztech», pero uno está en los lugares donde quieren que uno esté, donde lo quieren a uno.

— Decías que los japoneses querían un festival donde la gran mayoría de los mexicanos pudieran ver esta película donde participas con un corto…

— Lo que pasa es que yo conozco prácticamente todos los festivales de género aquí en México y sé que aquí, en Macabro, es en donde está la fanaticada más dura de seguidores de terror y de fantástico. Y bueno, siento además que es una gran plataforma en el sentido de que aquí van a poder venir los actores que participaron con las botargas. Vamos a hacer un performance antes de la película.

Pero hay una cosa que quisiera contar. Aquí en México los directores, y de terror, tienden a ser súper solemnes con su trabajo y eso es muy latinoamericano porque conseguir hacer cine en un país donde medio se come, está fuerte. Sí, hay gente que se sienten deidades vivas que hacen cine y a mí lo que me encantó de la invitación de los japoneses es que se divierten y le encuentra una forma realmente como de agradecimiento a la vida cuando hacen cine, más que pensar que los de más te deben porque les estás contando algo, lo que sea.

«Esta filosofía del cineasta japonés me atrapó mucho porque particularmente yo pienso un tanto así. Entonces estoy bien contento en haber participado en un proyecto así. Esta película japonesa me quitó ese sabor del amargo licor que es convivir con tanta deidad y divos del cine mexicano».

— La película está conformada por veintisiete cineastas japoneses y un mexicano… ¿Por qué se dio esto de un mexicano?

— Primero que nada yo admiro el cine japonés, los Kaijus y la cultura japonesa. Ha sido una suerte para mí esta parte. Y por qué seda, porque yo conocí a Tomohiko, justamente en Feratum, le mostré mi trabajo, le gustó mucho, me platicó que iba a hacer este proyecto e inmediatamente me invitó. vislumbré la posibilidad de algo particularmente bueno para mí.

«En este proyecto actúa Sion Sono y me encontré con un actor que estaba dispuesto a colaborar que es Sergio Rued y es con el que estoy haciendo la película «La confesión del caníbal». Hemos formado un equipo de producción bien chido. Llevamos tres cosas hechas en muy poco tiempo, de febrero para acá, estamos terminándola y la verdad esto ha sido un cambio profesional, sino también como que se ha reciclado también mi actividad.

«Esta película japonesa me quitó ese sabor del amargo licor que es convivir con tanta deidad y divos del cine mexicano».

Ulises Guzman
Ulicardo

— ¿Pero la invitación de Tomohiko fue porque se conocieron y ya?

— Él ya había visto la película “México Bárbaro” y me dijo que le gustaba mi episodio. Entonces en eso consistió mi invitación.

— ¿Es normal que se hagan este tipo de colaboraciones, Ulises?

— No, fíjate que me dijo que históricamente sólo habían invitado a un director de Singapur y a mí. Entonces pos estoy soñado. La serie se llama «Tetsudon» y por ejemplo, en esta ocasión es sobre «kaijus dream match», en el otro eran como cosas rara de Japón y el otro de Ninjas. Van tres. Es como un concepto de “México Bárbaro” y van teniendo cineastas invitados.

— ¿Entonces te invitan y dónde filmas?

— Yo filmé todo aquí en México (en greenscreen) y la presentamos en Tokio. Al mexicano lo reciben en Japón con gran respeto, sobre todo cuando se trata de cultura. Sí, somos una potencia cultural. No nos respetan ni en futbol, ni en política, pero culturalmente por todos lados nos ven bien.

— ¿Cómo te fue allá cuando se presentó la película?

— En dos lugares se ha presentado: en Yūbari, que es donde ganó el premio al público y que fue la primera vez que la exhibieron al público y otra entre cuates, también en Japón, en una cinemateca.

— ¿Con esta película cambió algo en tu carrera?

— De hecho es como la lucha de Sísifo, porque ya les demostré, ya está demostrado, que ahora que gané con el corto, se pueden hacer películas de Kaijus (bestias gigantes) en México. Ahora sólo falta encontrar un empresario un tanto aventurado que quiera hacer una película así, ya tenemos un argumento al respecto.

— Háblanos de tu Kaiju…

— El cuentito que yo presento trata específicamente de nuestro señor presidente, Enrique Peña Nieto, y que se vuelve una mierda enorme —un kaiju de mierda—, y hay una mosca que come lo mismo que él y entonces hay una lucha. Digo, es un divertimento muy pequeño, pero básicamente trata de eso, de una especie de parodia, de caricatura, de lo que está sucediendo en nuestro país.

— No se ha visto en México…

— El 3 de mayo la presenté, era mi cumpleaños y cayeron como 200 personas y fue nada más mi capítulo, pero este viernes, 25 de agosto, se exhibirá, en la sala siete de la Cineteca Nacional.

Ulises Guzman
Ulicardo con el «Manual de Género», presentado en esta edición XVI del Macabro.

Ulises Guzmán además presentó un libro en el Festival Macabro, en el cual participa: «Manual de Género. Experiencias de la guerrilla audiovisual en América Latina». Una compilación editada por Samsara —que tiene un costo de 300  pesos— y el cual es coordinado por el productor Hernán Moyano y la periodista, editora, docente e investigadora Carina Rodríguez.

El libro —de 496 páginas— reúne 74 textos, de cineastas de 14 países latinoamericanos —también están España y Estados Unidos— y cada texto trata de responder preguntas: cómo hacer una película de terror, cómo filmar escenas de acción, cómo organizar una antología cinematográfica, cómo hacer un tráiler para tu película, así como la experiencia de algunos directores de festivales de terror, en algunos lugares de Latino América. Edna Campos, directora del Macabro es una de las compiladas, al final de su ensayo afirma que hay mucho trabajo detrás de un festival pero que «si buscan hacerse ricos por organizar un festival, les deseo mucha suerte».

Ulises me comenta sobre su texto: «el mío va específicamente de lo que yo considero y advierto, ya no como director, sino como programador, en que ha habido una especie de ceguera privada e institucional, pues hay una generación que está haciendo cine de terror y fantástico y no ha habido un seguimiento presupuestal, de foros. Aun así se están abriendo el camino solos».

Me despido de Ulises, pero antes de irme me comenta, como en secreto, «por cierto, habrá una fiesta con disfraces de Kaijus, después de la función de esta película, en el centro».  ¡Ahí nos vemos! ©  

José Antonio Monterrosas Figueiras
Reportero Repicante.

@jamonterrosas 

José Antonio Monterrosas Figueiras es editor cínico en Los Cínicos y periodista replicante en Replicante y al revés en Revés.