A VECES ME DESPRECIO

No te olvides de este «Servibar y amigo»

Se acercan los 47 años —o Renacimientos— del autor de esta «despreciable» columna.  Para ello cada entrega de aquí a su cumpleaños —el 20 de noviembre— tendrá una canción que le haya significado algo en su educación sentimental sonora (se aceptan felicitaciones en la sección comentarios).

Por Félix Morriña

Manteniendo la sana tradición de publicar desde hace años columnas en el que expreso mis gustos musicales, situaciones sonoras, anécdotas de todo tipo como excesos o situaciones familiares con música ad hoc, entre otras vivencias con el objetivo de contarles sobre el contexto en el que estas rolas influenciaron en mi vida y fueron fondo musical o banda sonora, escribiré varias columnas que son y serán escritas conforme vayan apareciendo las respectivas canciones año con año, como si dijeran: “¡Me toca!”. Algunas rolas y artistas, por supuesto, coincidirán con las y los de años anteriores, porque son de las y los que seguramente no me desprenderé jamás, por lo que es de todos conocido que habrá rolas de los eternos David Bowie, Leonard Cohen, Tom Waits, Simply Red, Simple Minds, Nick Cave & The Bad Seeds; Soda Stereo, Caifanes, Real de Catorce, Adriana Varela, Cacho Castaña, Danza Invisible y una larga lista de compañeros de viaje de este “Servibar y amigo” a lo largo de 47 Renacimientos.

Cabe destacar que puede repetirse la misma rola con el mismo cantautor en uno de los 47 Renacimientos, pero no será la misma anécdota contada, porque cada vez que las volvía a escuchar era ya otra experiencia. Claro, no recuerdo, ni memorizo todas las versiones para poder revitalizar la emoción, ejercitar las neuronas y materia gris del cerebro; pero si hubo algo que trascendiera en la historia con esa canción, entonces, seguro aparecerá en estas entregas, desde esta publicación y las que se vayan dando hasta el 20 de noviembre (salvo me pase algo inesperado e inoportuno, lo cual ¡Dios quiera!, no suceda).

Por cierto, acostumbro acompañar esta columna (tratando el tema de mi Renacimiento) de algún link de video y fotos para que el lector tenga mayor referencia del momento en el que viví la anécdota, o bien, para situarla en algún momento histórico personal, o para que conozca y reconozca ese periodo de la segunda mitad del Siglo XX y lo que va de esta centuria.

Simple Mind
Simple Minds, cuando Félix Morriña celebraba sus 27 Renacimientos.

Simple Minds ha logrado lo que casi nadie en el medio artístico: éxito, fama, fortuna, reconocimiento e influencia —¡Wow! ¡Yo quiero!—, además de seguir de gira a sus casi 60 años; bueno, el ex marido de mi adorada Chrissie Hynde (la cantante de The Pretenders, matrimonio: 1984-1990).

Para empezar escogí la rola “Don’t You Forget About Me”, en español “No te Olvides de mí”, de los escoceses Simple Minds, porque en 1985, año en el que salió la rola y disco del mismo título en la radio comercial del mejor rock pop mundial, uno suponía de manera “arrogante” (lo que hace la juventud quinceañera) que las personas jamás te olvidarían, o te recordarían como todo un astro lleno de luz, vitalidad interminable y energía para dar y repartir. También te decías que jamás te “cansarías” de hacer lo que tanto amas, pero al igual que los integrantes de Simple Minds, el video que les comparto demuestra el paso y peso de los años en todos nosotros, por lo que viene enseguida la eterna pregunta: ¿será verdad que me van a recordar algún día? ¿Pasará la gente de largo y ni el saludo te dará?

Simple Minds ha logrado lo que casi nadie en el medio artístico: éxito, fama, fortuna, reconocimiento e influencia —¡Wow! ¡Yo quiero!—, además de seguir de gira a sus casi 60 años; bueno, el ex marido de mi adorada Chrissie Hynde (la cantante de The Pretenders, matrimonio: 1984-1990) es decir, el bonísimo Jim Kerr, en julio pasado cumplió 58 años, y quizá sea al que se le vea más amolado físicamente sobre el escenario, pero el abanico sí que lo sabe mover el maestro, porque el elegante talento se desborda por todos lados.

Esta banda escocesa está formado actualmente por el cantante Jim Kerr, el guitarrista Charlie Burchill y el baterista Mel Gaynos, más músicos de soporte en las respectivas giras, como el bajista Ged Grimes y el tecladista Andy Gillespie, con quienes esperamos un día cercano vengan a México. Si la memoria no me engaña (¡les digo que las drogas hacen daño!), Simple Minds no ha venido al país, y si lo hizo, seguro este interlocutor no estaba viviendo en tierra azteca (¡Ay-sí-tú!). ¡Yo quiero verlos en México, como a la mayoría con los que he estado!

Los dos miembros originales (Kerr y Burchill, obvio), se allegaron de los servicios del bataco Gaynor a partir de 1982, cuando la banda, en específico los dos mencionados, ya habían formado Simple Minds en 1977 en Glasgow, Escocia, y ya tenían editados en un lustro, cinco discos: “Life in a Day” (1979), “Real to Real Cacophony” (1979), “Empires & Dance” (1980), “Sons & Fascination” (1981) y “New Gold Dream” (1981, 82, 83 y 84), para que en 1985, con la famosa alineación, esa que todos tenemos presente, sacaran el disco que les cambió la vida, al mismo tiempo que a millones de sus seguidores en el mundo: “Don´t You (Forget About Me)”. ¡Disfruten de la rola señoras y señores! ¡Empieza la cuenta regresiva: comienza el “Renacimiento”! ¡Salud!

“Don´t You Forget About Me” o “No te olvides de mí”

Captura de pantalla 2017-11-07 a las 1.46.51 a.m.

“¿Vas a pensar en mí?/ Yo estaré solo, bailando/ –Tú lo sabes, nena/ Cuéntame tus preocupaciones y dudas/ Dándome todo, por dentro y por fuera./ El amor es extraño/ –Tan real en la oscuridad./ Piensa en las cosas eternas/ Con las que estuvimos ocupados/ El cambio lento puede separarnos/ Cuando la luz/ Entra en tu corazón, nena./ No te olvide de mí/ No, no, no,/ No te olvides de mí./ ¿Me mirarás con atención?/ ¿Verás mi camino?/ ¿No me abandonarás nunca?/ La lluvia continúa cayendo,/ La lluvia continúa cayendo./ En el suelo, en el suelo, en el suelo./ ¿Me reconocerás?/ ¿Me llamarás por mi nombre,/ O seguirás andando?/ La lluvia continúa cayendo,/ La lluvia continúa cayendo./ En el suelo, en el suelo, en el suelo./ No intentes fingir/ Tengo la sensación de que/ Venceremos al final./ Yo no te haré daño/ Ni tocaré tus defensas:/ Vanidad y seguridad./ No te olvides de mí./ Yo estaré solo, bailando./ –Tú lo sabes, nena/ Voy a desmontar tus piezas/ Y construiremos de nuevo/ Juntos en el corazón, nena./ No te olvides de mí/ No, no, no/ No te olvides de mí./ ¿Cuándo sigas adelante/ Me llamarás por mi nombre?/ Cuando sigas adelante/ ¿Me llamarás por mi nombre/ Cuando te vayas?/ Oh, ¿Te irás?/ ¿Te irás?/ Oh, llámame/ ¿Me llamarás por mi nombre?”.

OTROS DESPRECIOS

Por mi cumpleaños, a celebrarse el 20 de noviembre como ya saben, he recibido desde la pasada quincena y hasta el fin de semana, felicitaciones y gratos apapachos de personas muy queridas que no podrán estar en el día indicado a mi lado, lo cual agradezco de manera infinita, porque son parte de mi crecimiento personal, espiritual y existencial. ¡Están, pertenecen, son, aunque no de manera física todo el tiempo como uno quisiera! ©

*Versión cínica de la columna Silencios Estereofónicos de Félix Morriña, publicada en el diario Impulso.

Félix Morriña
Dandy pero punk.

Félix Morriña es periodista y promotor cultural. Columnista en ImpulsoSemanario Punto Revista Ágora. “Este oficio sí es para cínicos”, podría ser el título de su libro de crónicas culturales.

@fmorrina