A VECES ME DESPRECIO
Molinos de viento apacibles en Toluca
Celebró Mägo de Oz, en el Teatro Morelos de Toluca, 30 años de trayectoria y qué tan apacibles fueron esos vientos sonoros, que Félix Morriña no comentó nada de lo que bebió en esta dulce velada musical.
Por Félix Morriña

Sin toda la parafernalia usual del grupo en una gira internacional, en la que basan su espectacularidad en elementos teatrales y operísticos, Mägo de Oz ofreció esta vez una rica velada en música, tocando un selecto repertorio que abarcó gran parte de toda su discografía: 13 discos en estudio, una buena cantidad de recopilatorios, álbumes en directo y los hechos en DVD para beneplácito de sus fieles seguidores de Toluca.
En la reciente época del remodelado Teatro Morelos de Toluca, el pasado sábado 19 de mayo quedó registrado como el primero en materia rockera, especialmente heavymetalera en habla hispana, como un parteaguas, toda vez que la algarabía con la que recibieron a la banda española de heavy metal con folk ibérico, blues, rock and roll, música celta con matices de música clásica y derivados estético sonoros, fue especial por parte de una fiel audiencia, que literalmente llenó el recinto, y pagó precios a la altura del espectáculo que se vivió y en la que el grupo festejó 30 años de trayectoria.
Obvio, pasaron por “Finisterra Ópera Rock” (2015) y el álbum en directo hecho DVD “Diabulus In Ópera” (2017), los cuales fueron recibidos por una ávida audiencia, mayoritariamente veinteañera, que nunca dejó de cantar, bailar, brincar, saciarse y comportarse a la altura de las expectativas, al grado que el personal de seguridad colocado frente al escenario no tuvo inconveniente alguno para realizar su trabajo, lo cual quiere decir que Mägo de Oz continúa en el gusto de miles de jóvenes que los empezaron a seguir gracias a las recomendaciones e influencias de una generación 10 años mayor.
La banda liderada por el único integrante original, el baterista Txus Di Fellatio, estuvo secundada por el violinista Carlos Prieto “Mohamed”; el seis cuerdas Juan Carlos Marín; la guitarra rítmica de Frank; los coros de Patricia Tapia; la flauta transversa de José Manuel; los teclados de Javi Díez; el bajo de Fernando Mainer y la voz de Javier Domínguez “Zeta”, éste último logrando la comunión entre público y grupo con su nivel vocal y movimientos escénicos metaleros de excelente calidad.
El concierto dejó satisfecho hasta el más exigente, y si bien ya no es la agrupación que solía ser llena de excesos, ahora la madurez les queda bien, pese a que viejos seguidores piensan quedarse en la memoria aquellos años salvajes llenos de vitalidad, arrogancia, estrellato y pose

Con tantos cambios de alineación a lo largo de su historia, Mägo de Oz parece haber encontrado el equilibrio emocional, escénico y artístico en esta etapa de su trayectoria; parece que se las han ingeniado para sacar adelante sus proyectos con la calidad y profesionalismo que se le exige a un grupo de su tamaño.
El concierto dejó satisfecho hasta el más exigente, y si bien ya no es la agrupación que solía ser llena de excesos, ahora la madurez les queda bien, pese a que viejos seguidores piensan quedarse en la memoria aquellos años salvajes llenos de vitalidad, arrogancia, estrellato y pose, además de una música salida de fatídicos cuentos de hadas y épicas luchas oníricas, esta vez nos dejó, a este “Servibar y amigo” y a su colega y compañero de esta batalla, el maestro de la lente Guillermo Romero Zarazúa, satisfechos, agradecidos por el talento mostrado. Ternuritas.
Fue una grata velada en la que no se perdió tiempo, ni espacio, porque todos, incluyendo público, hicieron que esto fuera posible. El Teatro Morelos de Toluca ya tuvo su primer concierto heavymetalero sin contratiempos, marcando la diferencia gracias a Mägo de Oz y un respetable público conocedor, ese que tanto se extraña en otros eventos de esta envergadura en el altiplano mexiquense.
Este interlocutor grabó algunos videos que podrán ver en YouTube, uno de ellos, sin duda, uno de los éxitos del grupo, “Molinos de viento”, el cual compartimos con mucho gusto. ¡Que la disfruten y hasta la próxima!
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*Versión despreciable de la columna Silencios Estereofónicos de Félix Morriña, publicada en el diario Impulso.

Félix Morriña es periodista y promotor etílico-cultural. Columnista en Impulso, Semanario Punto y Revista Ágora. “Este oficio sí es para cínicos”, podría ser el título de su libro de crónicas culturales.