A VECES ME DESPRECIO

Los conciertos masivos en la era COVID-19

La rola “New Year’s Day” del disco War representa bien estos momentos en los que a veces se siente como si se tratase de un nuevo día, sin que nos demos cuenta, pero sabiendo que todo se desvanece y fluye de forma ligera, como el viento, como la vida. ¡Sigámonos sorprendiendo!

Por Félix Morriña

¿Alguien recuerda quién es el chico de la portada del disco War de U2? ¿Aquel con rostro de pocos amigos que marcó la iconografía de los discos de U2, uno de las bandas llamadas a ser de las más grandes del mundo, y que marcaron un antes y después en los años 80 y 90 del siglo pasado? ¿Alguien recuerda a detalle, cómo fueron los conciertos en México de la banda irlandesa liderada por el cantante Bono y secundada por The Edge en la guitarra, Larry Mullen Jr en la batería y Adam Clayton en el bajo?

Muy bien por los que vivieron esas experiencias, tuvieron su oportunidad y qué mejor lo hayan aprovechado como debe, al grado de haberles dejado enseñanzas. Las nuevas generaciones vivirán los conciertos de otra manera, porque las sensaciones individuales carnales compartidas de manera masivas se extrañarán de por vida, porque ya no podrán realizarse nunca más igual en el orbe, porque ya hubo una interrupción cronológica tiempo-espacio derivada de la pandemia del coronavirus COVID-19, que terminó por generar una severa crisis económica mundial, en la que se debe reestructurar todo para reiniciar una vida mucho más sencilla, que no simple, y reinventarnos, rehacernos y reactivarnos.

El pasado sábado 23 de mayo, no tuve oportunidad de presenciar la nueva manera de apreciar los conciertos masivos, es decir en línea pagando por un link (en este caso 100 pesos) para ver en los dispositivos diversos, el concierto del camarada Salvador Moreno y sus Eones. El concierto fue a beneficio del sector salud para esta pandemia, coordinado por un experto de la UNAM. Aún no me han dicho cuál fue el resultado, pero intuyo que bien por ser organizado y planificado por el líder de La Castañeda, una de las bandas respetadas en este espacio.

Las nuevas generaciones vivirán los conciertos de otra manera, porque las sensaciones individuales carnales compartidas de manera masivas se extrañarán de por vida.

Me pregunté si estaba preparado para vivir esta nueva experiencia en la que no hay público al derredor de uno, como del grupo que está en un foro grabando y transmitiendo en vivo y en directo, sin el respetable y con aplausos virtuales. Para los que tuvimos la oportunidad de ver, entrevistar, cronicar, ¡vamos!, vivir la experiencia de variopintos conciertos hasta el pasado Hell & Heaven Metal Fest en el mexiquense Foro Pegaso, justo antes de la pandemia, me dije: “Tras tres décadas de vivir esta experiencia, ¿te dan ganas de entrarle a la nueva modalidad? ¡Sí!, por proceso de adaptación, porque si ya vi pasar la línea de producción de los discos a casetes, de ahí a disco compacto; luego, el regreso a los carretes, después otra vez al disco de vinilo y las sucesivas transformaciones para ver un concierto en video, película o en vivo, y ahora en línea, no pasa nada, hasta que uno se acostumbra”.

¡Renovarse o morir!

Y para no dejar varada a la nostalgia y el dato periodístico, les recuerdo que el niño encabronado por tanta guerra en la portada del disco War de U2, del año 1983, en el que se vivieron cruentas guerras en el mundo, se llama Peter Rowen. El ahora cuarentón Rowen fue portada de tres discos de U2: Three, Boy y War, todos sacados al mercado cuando el grupo irlandés andaba con toda la actitud contestataria de un verdadero rockstar. Esa actitud es la que los viejos seguidores extrañamos de las actuales bandas de rock en el orbe, pero todo se transforma en el molde histórico social que le corresponde, porque no todo puede seguir igual.

La rola “New Year’s Day” del disco War representa bien estos momentos en los que a veces se siente como si se tratase de un nuevo día, sin que nos demos cuenta, pero sabiendo que todo se desvanece y fluye de forma ligera, como el viento, como la vida. ¡Sigámonos sorprendiendo!

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Dandy pero punk.

Félix Morriña es periodista y promotor ex etílico-neo canábico cultural. Columnista en Impulso, Semanario Punto Revista Ágora. “Este oficio sí es para cínicos”, podría ser el título de su libro de crónicas culturales.