REPORTE CÍNICO
Entrevista con Carlos Bardem a propósito de su novela Mongo Blanco
Mongo Blanco, recientemente galardonada con el Premio Espartaco a Mejor Novela Histórica que otorga la Semana Negra de Gijón, nos entrega no sólo el relato que revela la oscuridad que se esconde en la mente y alma de un hombre al borde de la locura, también es la oportunidad de vernos reflejados en un espejo, donde quizá podamos reconocernos.
Por: Maribel Soto
«¡A nadie interesaba saber cuánto dolor sufrían los esclavos y cuánta sangre se derramaba en las zafras e ingenios cubanos mientras sus azucareros estuvieran llenos a buen precio y pudieran endulzar sus cafés, no menos sangrientos!», reflexiona Pedro Blanco Fernández de la Trava, uno de los más grandes negreros del siglo XIX, protagonista de la más reciente novela del escritor Carlos Bardem.
Mongo Blanco, es el título de este libro cuyo género navega entre la aventura y la historia sin dejar de lado el lugar para la reflexión. Cínicos tuvo la oportunidad de charlar con su creador y acercarse a este oscuro pasado de la “civilización” española.

El escritor madrileño explica que el proceso creativo de Mongo (nombre que se le daba a los traficantes de esclavos) Blanco se basa en un exhaustivo trabajo de investigación “sobre el marco histórico de la trata de esclavos, yo me topo con este personaje un poco por casualidad. Pedro Blanco, un personaje real, un tipo que fue el más grande de los negreros del siglo XIX, y me llama la atención que yo que soy de formación historiador, nunca había oído hablar de él en mi país, entonces me pongo a leer, a investigar un poco y a documentarme y claro, me topo con la razón de porqué yo no sé nada de este tipo. Pues yo no sé nada de este tipo, porque el origen de muchas de las grandes fortunas, grandes familias y algunas instituciones de mi país está en la trata de esclavos del siglo XIX, así es que es una parte de nuestra historia que no nos han contado demasiado; empezando porque la socia prioritaria de este señor y participe en todas sus aventuras, era la reina regente María Cristina de Borbón, de ahí para abajo todo el mundo participaba”.
Bardem nos confiesa que en sus libros siempre intenta comprender algo, en el caso concreto del título que nos ocupa, buscó reflexionar sobre el mal que habita en la sociedad, asegura que el comercio de personas que se dio durante más de cuatro siglos en España, le brindo una veta preciosa para hurgar sobre el tema y explica ¿por qué? “Porque yo creo que no hay una relación posible entre seres humanos más perversa, más malvada per se, que la que se puede dar entre un amo y un esclavo”.
Indudablemente Mongo Blanco, es un documento histórico de gran valor, un trabajo de más de cinco años de ardua investigación lo avala, sin embargo, la problemática que se revela durante su lectura, es profundamente actual, su creador tiene la teoría de que la mayoría de los países que hoy día conforman el mundo, continúan inmersos en la dinámica del siglo XIX.
Indudablemente Mongo Blanco, es un documento histórico de gran valor, un trabajo de más de cinco años de ardua investigación lo avala, sin embargo, la problemática que se revela durante su lectura, es profundamente actual, su creador tiene la teoría de que la mayoría de los países que hoy día conforman el mundo, continúan inmersos en la dinámica del siglo XIX. “La esclavitud no es más que crear una desigualdad absoluta entre seres humanos en beneficio de una de las partes. Se esclaviza a alguien en función de su color de piel para rentabilizar su trabajo al máximo sin tener que retribuírselo, la definición canónica de un esclavo es alguien que tiene cero derechos”.
Utilizando la lógica de Antoine Lavoisier sobre la energía, nuestro entrevistado asegura que “la esclavitud ni desaparece ni se destruye, solamente se transforma. Por eso cuando lees Mongo Blanco estás espejeando mucho con nuestra sociedad, con nuestro mundo, porque esas desigualdades se mantienen, porque hay formas literales, equiparables totalmente a lo que yo cuento en el libro, de esclavitud en nuestra sociedades. La trata de blancas es una, la esclavitud de los migrantes es otra, pero luego hay otras formas, modernas de esclavitud. La precariedad es esclavitud, cuando tú condenas a generaciones de jóvenes en todo el mundo a encadenarse a un contrato basura tras otro, encadenándolos a unos salarios que por más que trabajen nunca les permitirán salir de ese precariado, eso se aproxima a la esclavitud».
¿Podemos encontrar en Mongo Blanco, respuestas al racismo que impera hasta nuestros días? “Con motivo del lanzamiento en México y el resto de Latinoamérica con el Fondo de Cultura Económica, yo he vuelto a leer el libro y lo he leído mientras sucedía todo este asunto de los Black Lives Matter y del derribo de estatuas, entonces ha sido una experiencia paradójica y grata por momentos, en el sentido de que mi novela me ha vuelto a gustar, me ha reafirmado la idea de que es una muy buena novela, pero es que además ahora me parece que es una novela muy pertinente en el sentido de que yo no creo que dé soluciones, porque no puede dar soluciones, pero sí da algunas explicaciones».
Para el autor está muy claro que el origen del racismo se encuentra en la práctica del esclavismo. “Si queremos entender el problema del racismo estructural en todas nuestras sociedades, aplicado ya sea contra lo negros o contra comunidades indígenas o contra gente de piel más oscura, hay que entender cuál es el origen del racismo y el origen del racismo es el esclavismo, cada esclavismo, en cada zona. En mi novela me ocupo de la trata trasatlántica de esclavos entre África y América en el siglo XIX, pero cada zona ha tenido su esclavismo, cada época ha tenido su esclavismo, y en esos esclavismos está el origen del racismo, ¿por qué? porque no existe el racismo biológico, nadie nace siendo racista, nos hacen racistas y nos hacen racistas para darle un soporte teórico, una ideología, una argumentación al mantenimiento de una gran desigualdad, cuando tú quieres esclavizar a alguien necesitas animalizarlo, deshumanizarlo, necesitas cosificarlo”.
Pedro Blanco, fue el más grande negrero de su tiempo, pero para que un “monstruo” de esta magnitud pudiera existir, se necesitaban personas dispuestas a comprar o intercambiar a otro ser humano. “En la novela reproduzco algunos anuncios del diario de La Habana, donde había anuncios del tipo Cambio cocinera de raza hulu de 23 años, bien educada por una mesa de comedor y 4 sillas o Cambio 2 negros fuertes para el machete, grandes, buenos para el desmonte o la caña por un mulo o un cerdo, o sea, eran cosas, eran cosas intercambiables”.
Para instalar la cultura del esclavismo en la mente de la sociedad Carlos Bardem sostiene que se requiere de un “discurso teórico muy potente, que deshumanice a esos colectivos que son esclavizados. Ese es otro de los temas de mi novela, la banalidad del mal, no puedes mantener una atrocidad como es la esclavitud en el tiempo contra millones de personas sin la participación de millones de personas normales”.
En este sentido preguntamos al escritor si ¿el desarrollo del mundo está inevitablemente ligado a la clasificación y discriminación?, piensa unos segundos y muy serio responde: “yo creo que un objetivo humanista, casi revolucionario todavía en el 2020, sería romper las clasificaciones que nos trasladan desde el poder, las clasificaciones que deciden que unos países tienen que ser ricos a costa de la pobreza de otros países. Dentro de cada país hay un grupo social que tiene que ser rico a costa de la pobreza de otros grupos, las clasificaciones sirven para eso, sirven para titular las relaciones entre individuos, entre países. En nosotros estaría la labor, que es labor de toda una vida y de toda una especie, la humana, de subvertir estas clasificaciones o encontrar otras nuevas clasificaciones”.
Hace hincapié en la necesidad de cambiar la actual organización de la sociedades y pone como ejemplo la pandemia de Covid-19 que hoy mantiene en vilo al mundo entero, “una de las grandes mentiras que se nos contó con la pandemia esta, es que el virus afecta por igual a todo el mundo, no, eso no es verdad, es absurdo pensar eso. Si se vive hacinado en un ranchito sin agua y se tiene que salir a la calle día con día a buscar el taco pues el virus le va a afectar más, seguramente, que si vives en Las Lomas y no tienes que salir a la calle.”
Dentro de cada uno de nosotros está Hitler y está Mozart, nuestra labor en la vida es nutrir, alimentar y potenciar a Mozart y sepultar a Hitler lo más hondo que podamos.
Por ello, el escritor madrileño considera que su novela será de gran interés para el público de México y Latinoamérica, “da muchas claves para entender nuestro día con día, para entender de dónde vienen esas grandes clasificaciones que todavía pesan sobre nosotros”. Le hacemos saber de la actual discusión que existe entre la sociedad de nuestro país, de un México racista o clasista, contundente responde, “yo diría que hay un clasismo racista en México, porque la pobreza se corresponde muchas veces en México con el color de la piel”.
¿Será que todos llevamos un Mongo Blanco dentro? “No lo dudes, absolutamente. Yo soy de los que piensan, no sé quién lo dijo, pero yo lo creo fielmente, dentro de cada uno de nosotros está Hitler y está Mozart, nuestra labor en la vida es nutrir, alimentar y potenciar a Mozart y sepultar a Hitler lo más hondo que podamos. Somos capaces todos de lo mejor o de lo peor, por supuesto, el propósito de nuestra vida tiene que ser ir a lo mejor”.
En ese sentido se muestra optimista y piensa que los cambios, aunque lentos, terminarán llevándose a cabo. “Creo que hay momentos históricos en que el repensar no es optativo, creo que nos vamos a dar cuenta que hay que repensar en serio en lo más profundo nuestro modelo porque es insostenible, porque no vamos a poder volver a él, porque el planeta no soportaría que volviéramos a él”.
Mongo Blanco, recientemente galardonada con el Premio Espartaco a Mejor Novela Histórica que otorga la Semana Negra de Gijón, nos entrega no sólo el relato que revela la oscuridad que se esconde en la mente y alma de un hombre al borde de la locura, este libro nos brinda también la oportunidad de vernos reflejados en un espejo, donde quizá podamos reconocernos.
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Maribel Soto es periodista. Ha sido reportera de espectáculos en la agencia Lemus; de información general en el sistema de Radio y TV MEXIQUENSE; también coordinadora en el área de edición de Excélsior TV. Ahora incursiona en el cinismo.