DANDYS Y CÍNICOS
Jiutepec anda caliente, ¿o el país entero?
Así que tuvimos que interrumpir el programa un par de minutos para saber qué demonios sucedía allá afuera. En el Facebook del Diario de Morelos, ya se leía lo siguiente: «Ataque armado en Pedregal de las Fuentes, en Jiutepec, deja como saldo una mujer muerta, que viajaba en un auto gris con placas del Estado de México». Jiutepec anda caliente, todo el país anda igual.
Por José Antonio Monterrosas Figueiras
En los meses que llevamos realizando, cada miércoles en la noche, el programa de crítica política y cultural Cinismo en vivo, David Dávila, Jorge V. Barrera y yo, que va de octubre del 2020 a abril de este año, hemos tenido de todo.
Es decir, conductores borrachos o sentados en el escusado; problemas con el audio o micrófonos apagados; ladridos de perros -de Milly, Brandy y el Negro sobre todo- o portazos irredentos, ¿por qué, no?; mala señal de Internet o un concierto de trastes que se rompen como si hubiera una boda griega en la sala.
De todo un poco ha pasado, pues al final es la nueva anormalidad, el trabajo invadiendo el hogar en tiempos de «sana distancia» por la pandemia, la realidad es que muchos de los que hemos trabajado en el freelance desde antes del encierro por la covid-19 ha sido ésta, quedarse en casa.
Decía que nos había pasado de todo, pero nunca eso sí, el que se escuchara una ráfaga de balazos, hasta la última emisión del programa, el miércoles, 28 de abril. Después de presentar a la escritora Johanna Aguilar y al crítico de cine Sayo Hurtado, nuestros invitados para platicar -relajados- sobre la entrega del Oscar 93.

Había pasado una hora de programa, habíamos tijereteado a la Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador, el que no habrá Toro para gobernar Guerrero, habíamos recordado a Roger Bartra tras los ataques del presidente por atreverse a definirlo como «retropopulista», en su libro El regreso a la jaula. El fracaso de López Obrador, editorial Debate, obra fundamental para entender estos tiempos de demagogia altamente contagiosa como cepa doble mutante del nuevo coronavirus, habíamos visto a Alfredo Adame mentar madres a su posibles votantes y habíamos mencionado las opiniones, a tres meses de haber dejado la Embajada de Estados Unidos en México, de Christopher Landau, sobre la actitud pasiva del presidente frente al crimen organizado y los cárteles. Habíamos…
Alrededor de las diez de la noche, cuando presento a Johanna y su micrófono estaba apagado. Terminando de decir ella, al encenderlo, que esto se parece a cuando te avisan que traes el zíper del pantalón abajo. Fue ahí, segundos después de soltar la carcajada -sobre todo Jorge V. Barrera y yo, David Dávila y Sayo Hurtado rieron como si fueran Mona Lisa-. En ese preciso momento, se escucharon varias detonaciones a pocos metros de donde realizábamos el programa, pero que sonaron como si fueran dentro de nuestro centro de operaciones cínicas, ubicado a orillas de un paraíso llamado Cuernavaca, en el estado de Morelos.
Así que tuvimos que interrumpir el programa un par de minutos para saber qué demonios sucedía allá afuera. En el Facebook del Diario de Morelos, ya se leía lo siguiente: «Ataque armado en Pedregal de las Fuentes, en Jiutepec, deja como saldo una mujer muerta, que viajaba en un auto gris con placas del Estado de México».
Luego nos enteramos que se llamaba Denisse Michelle, que tenía 24 años y que viajaba en un auto Mazda, con placas de circulación NYZ7145 del Estado de México, que fue acribillada por un grupo de sicarios que se dieron a la fuga abordo de una camioneta Voyager blanca. También supimos que ella venía acompañada por una amiga suya, y que por fortuna, salió ilesa, pero tuvo que ser atendida por crisis nerviosa.
A la mañana siguiente, en el lugar donde sucedió todo, sólo habían rastros del choque del transporte de la víctima en la entrada del fraccionamiento y un policía de investigación registrando la zona. Una noche antes nosotros, sin embargo, un tanto asustados, sorprendidos y también acalorados, pues el aire anda caliente en Jiutepec, tuvimos que continuar con el show.
Ojalá no vuelva a suceder, aunque apenas digo eso y me llega a mi whats otra historia de violencia a las afueras de un Vips, aquí en Jiutepec, donde solía ir por la revista Proceso, hasta que hace unas semanas por la maldita pandemia dejaron de mandarla ahí. La nota suena además bastante ridícula, pues es sobre un hombre que se disfrazó con peluca y lentes para matar a otro.
El detenido, se lee en la nota publicada precisamente en el portal de Proceso, llevaba puesta una peluca y lentes para no ser reconocido, luego esperó afuera del restorán que se encuentra sobre el Boulevard Cuauhnáhuac, en la colonia Tlahuapan, para matar al sujeto con quien se había quedado de ver.
Al final se lee lo siguiente: «Medios locales informaron que el asesinato fue porque iniciaron un negocio, pero Francisco “N” se gastó el dinero y no le regresó su parte a Mauricio “N”. Entonces, el segundo citó al primero afuera del Vips y lo mató».
Jiutepec anda caliente, pues hace un calor de la chingada en las noches. En las mañanas frescas se escucha a un grupo de personas hacer ejercicio al ritmo de reguetón en el andador detrás de casa, donde suelo ir a correr en las tardes, se escucha también venir el camión de la basura con rolas italianas como aquella que se llama «Parole», se escuchan melodías de campañas políticas con frases o palabras como cambio verdadero y esperanza, que viajan en camionetas viejas y sucias, se escuchan a perros callejeros ladrar con energía, ya más tarde se escuchan los columpios y los niños gritar, un altavoz que anuncia que viene el pan con la voz de Tin Tan que dice: «El panadero con el pan, el panadero con el pan…», de la película ¡Ay amor… cómo me has puesto!, de 1951. Se escuchan muchas cosas, la vida allá afuera continúa.
Ya lo escribio en 1920 la poeta uruguaya Idea Vilariño:
«Todo es muy simple mucho
más simple y sin embargo
aún así hay momentos
en que es demasiado para mí
en que no entiendo
y no sé si reírme a carcajadas
o si llorar de miedo
o estarme aquí sin llanto
sin risas
en silencio
asumiendo mi vida
mi tránsito
mi tiempo».
Jiutepec anda caliente, el país anda igual, pero todo es muy simple.
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José Antonio Monterrosas Figueiras es periodista cultural y cronista de cine. Es editor cínico en Los Cínicos. Ha colaborado en diversas revistas de crítica y periodismo cultural.