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Duros de renunciar al espectáculo
Y es que Argento como doña Silvia Pinal, no están dispuestos a renunciar tan fácilmente a su pasión, que es el motor que les motiva a continuar en el negocio del espectáculo a pesar de la edad… y de la calidad del material que presentan al público.
Por Jorge Grajales

De triste, lamentable, patético, indigno y de pena ajena es como ha calificado la opinión pública el regreso a los escenarios de una nonagenaria Silvia Pinal en la obra infantil «Caperucita, ¡qué onda con tu abuelita!».
Tanto los productores como los familiares de la última gran diva del cine mexicano han sido blanco de ataques por parte del respetable, que no los bajan de explotadores y aprovechados. Por su parte su hija Silvia Pasquel ha salido a declarar que estar en esa obra ha sido deseo y decisión de su madre, no siendo obligada por nadie ya que sus días transcurrían en honda tristeza y depresión al no poder ser ya partícipe de su pasión de toda la vida: el estar activa dentro del mundo del entretenimiento.

Lo mismo podría aplicarse a la última película de Dario Argento «Occhiali Neri», una película triste, lamentable, patética, indigna y de pena ajena que marca su regreso a la dirección cinematográfica tras 10 años de ausencia.
En tan sólo hora y veinticinco minutos asistimos a un vergonzoso intento de capturar glorias pasadas. La historia de una escort que al huir de un asesino tiene un accidente automovilístico en donde pierde la vista y deja a un niño chino huérfano, tiene como primer desacierto a su protagonista Ilenia Pastorelli, quien se luce dando toda una cátedra de cómo actuar acartonadamente y haciéndolo progresivamente peor conforme avanza la trama, faena en la cual no se queda atrás el niño Xinyu Zhang quien se pone a la altura de las circunstancias para hacerlo igual de mal.
Lo mismo podría aplicarse a la última película de Dario Argento «Occhiali Neri», una película triste, lamentable, patética, indigna y de pena ajena que marca su regreso a la dirección cinematográfica tras 10 años de ausencia.
JORGE GRAJALES

Si a esto le aunamos una estética de video digital saturado con la que fue grabada esta película, dándole toda una apariencia que ostentaban las películas mercachifles de horror directas a DVD de hace quince años aunado a una estulta trama rayana en la autoparodia del giallo, el resultado es francamente lo más ínfimo que ha hecho, un filme bochornoso, deplorable e ignominioso para la carrera de Argento, quien no deja de humillarse en una espiral descendente de creatividad desde la década de los 90.
Y es que Argento como doña Silvia Pinal, no están dispuestos a renunciar tan fácilmente a su pasión, que es el motor que les motiva a continuar en el negocio del espectáculo a pesar de la edad… y de la calidad del material que presentan al público.

Mejor recordar esta última fase de Dario Argento en su papel de actor en la película a estrenarse de Gaspar Noé «Lux Eterna» – que justo explora el tema de la tercera edad, que con esta infausta película que seguramente producirá «cringe» entre sus seguidores.
Argento…¿qué onda con tu entretenimiento?
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Jorge Grajales es investigador de cine, experto en cultura popular asiática y programador del Maratón Nocturno de Cine en el Centro Cultural José Martí, en la Ciudad de México.