CINISMO DESDIBUJADO

La historia de un burdo trastornado oportunista

Lo que tenemos es una cinta que promete mucho, pero que da un bajón del que no hay repunte, con un malvado desaprovechado, desdibujado y sin redondear, en medio de algunos clichés del cine de terror o lo poco convincentes de algunas actuaciones y escenas. Quizás un remake futuro pueda obtener un mejor resultado.

Por Roberto Estrada

Presentar en una película a un asesino serial que victimiza niños indefensos forma parte de la esencia filmográfica de terror de los gringos, sobre todo porque también tiene correspondencia con su realidad social en la que hay bastantes casos documentados de este tipo de criminales.

De entrada es lo que se podría esperar en los primeros minutos de El teléfono negro (2022), de Scott Derrickson, sólo que conforme transcurre la historia el terror psicológico y de facto hacia un asesino, se mezcla con elementos sobrenaturales que dejan en segundo plano el aspecto criminológico para dar mayor peso e influencia narrativa a lo fantasmagórico y lo onírico.

Curiosamente a partir de este tratamiento es que el mito del asesino poderoso y omnisciente –en este caso llamado el raptor, aunque para entendimientos mexicanos sería el robachicos o el viejo del costal– se empieza a desmontar para revelarlo como un burdo trastornado oportunista que es derrotado por la bondad de las víctimas.

Quizá este haya sido un error de enfoque de Derrickson, quien también dirigió El exorcismo de Emily Rose (2005) y El día en que la Tierra se detuvo (2008). En los trailers y promoción de El teléfono negro se creó demasiada expectativa alrededor de la maldad de su villano.

ROBERTO ESTRADA

Quizá este haya sido un error de enfoque de Derrickson, quien también dirigió El exorcismo de Emily Rose (2005) y El día en que la Tierra se detuvo (2008). En los trailers y promoción de El teléfono negro se creó demasiada expectativa alrededor de la maldad de su villano, y más teniendo al gran actor Ethan Hawke bajo esa máscara diabólica, y de lo que el mismo intérprete señaló como de gran posibilidad de desarrollo histriónico del personaje.

Lamentablemente sólo a eso se llega, a las posibilidades imaginadas. Lo que tenemos es una cinta que promete mucho, pero que da un bajón del que no hay repunte, con un malvado desaprovechado, desdibujado y sin redondear, en medio de algunos clichés del cine de terror o lo poco convincentes de algunas actuaciones y escenas. Quizás un remake futuro pueda obtener un mejor resultado.

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Roberto Estrada es licenciado en Letras y diplomado en Historia del Cine por la Universidad de Guadalajara, además de diplomado en Historia del Arte por la Universidad Anáhuac. Ha sido periodista cultural en diversos medios locales de Guadalajara. Es miembro del Taller de teatro de Eduardo Villalpando, y se desempeña como bibliotecario de la Orquesta de Cámara de Zapopan.