CINISMO TROMBATÓMICO
42 años de rebeldía y resistencia
A Oxomaxoma, después de 42 años, le queda mucha pila para seguir en su búsqueda permanente y no es la memoria de lo que alguna vez fue, sino la inquietud y el trabajo creativo constante, que estalla de la mente de José Álvarez como lava ardiente, la que impulsa hacia el futuro y el futuro es largo, quedó muy claro después de esta celebración.
Por: Michelle Gaytán

Cumplió 42 años Oxomaxoma, esa agrupación legendaria surgida en los años ochenta del siglo pasado, que sin duda ha sido una gran influencia para los músicos y el rock alternativo en México. Entre sus integrantes que han ido y venido, con la misma libertad con la que interpretan los sonidos, han sido los músicos Arturo Meza, Armando Velasco, Rolando Chía, Luis Flores, Alquimia, Marcos Miranda, Víctor Rodríguez, Germán Bringas, Octavio Patiño (Blue), entre muchos otros que alguna vez tuvieron la oportunidad de subir en la misma nave hacia lo desconocido, dirigidos por sus fundadores José Álvarez y Arturo Romo, el primero con una voz que revela todo, sin tener que decir casi nada y el segundo, creando atmósferas sonoras con nuevos instrumentos como el trombatrón.
La celebración que fue en el Foro Multicultural Alicia (los días 21, 22 y 23 de julio), fue un recorrido por el legado de una agrupación que se ha mantenido vigente durante cuatro décadas, a pesar de las circunstancias y de lo difícil que es ir a contracorriente. Las anécdotas y experiencias de aquellos que han podido recorrer esa historia, fluyeron entre sonrisas y nostalgia, en una mesa de diálogo en la que participó David Cortés Arce, Ruin Andrade, José Xavier Návar y Mario Domínguez Alquicira. Todos expertos, periodistas y promotores de la música en México, que como Oxomaxoma, buscan más allá de lo conocido y popular.
Las intervenciones de todos los conductores: David Córtes, Ruin Andrade, Sergio Raúl López, Rafael Catana, Luis Bishop, así como, las muchas felicitaciones proyectadas en las paredes del foro, manifestaron un sentimiento de amor, orgullo y complicidad hacía esa rebeldía y resistencia, a un sistema que te devora y entrega como alimento para sus máquinas de producción masiva de todo, hasta del arte.
La emoción se hacía latente y no era para menos, los presentes tenían muy claro que una vez cruzando el umbral, no había vuelta atrás. Todos los límites del sonido serían liberados por la experimentación, en una búsqueda interminable hacia ese significado perdido. Muy al estilo del surrealismo puro, pues es innegable la influencia que tiene en sus miembros, Oxomaxoma convierte el escenario en su propio manifiesto, lleno de ruidos y ritos. La improvisación es el sentido que guía el sinsentido sonoro, es la exploración audaz con plena conciencia musical lo que permite que los espectadores formen parte del rito. Rompen con la realidad conocida y logran sumergirnos en estados más allá de los sueños, más allá de la contemplación, en donde la imaginación libera y transforma. Cada presentación es una experiencia única, como lo es Oxomaxoma.
A Oxomaxoma, después de 42 años, le queda mucha pila para seguir en su búsqueda permanente y no es la memoria de lo que alguna vez fue, sino la inquietud y el trabajo creativo constante, que estalla de la mente de José Álvarez como lava ardiente, la que impulsa hacia el futuro y el futuro es largo, quedó muy claro después de esta celebración.
MICHELLE GAYTÁN

Cumpliendo con todas las expectativas del programa de los tres días de festejo, cada bloque nos condujo a un estado de libertad y de imaginación punzante, disrupción, estados de alerta, emociones a flor de piel, éxtasis. Sonidos, cantos, ruidos, atmósferas y exploración sonora que pasó del free jazz, al electrónico, sin olvidar la raíz del rock progresivo, industrial, sonidos prehispánicos dejando la puerta abierta a cuantos más géneros se han permitido explorar, sin empacho, Oxomaxoma.
Una retrospectiva que reunió a generaciones de músicos, tales como: Carlos Vivanco, Octavio Patiño (Blue), Germán Bringas, Iván Bringas, Humberto Álvarez, Ramiro Ramírez, Adriana Camacho, Rodo Ocampo, Virgen Siamesa, Leonore Rodríguez, Armando Velasco, Rolando Chía, Ramsés Luna, Luis Bishop, y por supuesto sus iniciadores Arturo Romo y José Álvarez, quienes nos invitaron a la libertad a través de su música, hacia la imaginación creativa. En búsqueda del sonido, ¿no será acaso ese, el significado de Oxomaxoma? En búsqueda del sueño imaginado, perdido entre la realidad que se nos impone.
La exploración constante para Oxomaxoma es fundamental, siempre a la vanguardia, adelantado a todas las épocas, tal vez por eso incomprendido y solitario, de nicho, un tesoro escondido en las profundidades de una de las ciudades más grandes del mundo.
A Oxomaxoma, después de 42 años, le queda mucha pila para seguir en su búsqueda permanente y no es la memoria de lo que alguna vez fue, sino la inquietud y el trabajo creativo constante, que estalla de la mente de José Álvarez como lava ardiente, la que impulsa hacia el futuro y el futuro es largo, quedó muy claro después de esta celebración.
Ahora con su Laboratorio para la Desocultación Sonora de la Patamúsica (LDSP), Oxomaxoma se dirige a experiencias más electrónicas. Manteniendo su sentido de experimentación y exploración libre, integrando la maquinaria pesada a cargo de Bishop y la experimentación audiovisual y sonora de Rabdoll, que se integran en esta nueva etapa de Oxomaxoma, en donde todo puede suceder. La imaginación como resultado de la ciencia de la Patamúsica. La búsqueda por un significado perdido. ¿Habrá cosa más inútil? Han pasado 42 años y sinceramente, espero que esa búsqueda jamás termine para Oxomaxoma.
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Michelle Gaytán es promotora, escritora, gestora y productora de eventos, actividades y proyectos artístico-culturales. Estudió la licenciatura de filosofía, fundadora del proyecto Librocleta y del blog Librearte.