CINISMO PELOTUDO

Esta copa es latinoamericana

No puedo pensar ahora si Kylian Mbappé es un gran jugador (obvio lo será y el próximo torneo será de él, afortunadamente), pero lo que siento hoy, en mis flamantes días de campeona, es que somos los mexicanos, los peruanos, los brasileños, los venezolanos y etcétera etcétera que hemos ganado el Mundial de Futbol.

Por Mónica Maristain

Hoy empiezan mis días de campeona, luego de concluido quizás el Mundial más polémico de la historia, que dejó entre otras cosas un país de los Emiratos Árabes sin sindicatos (como bien dijo el ex presidente de Boca, Mauricio Macri), que dio origen a 500 más o menos trabajadores migrantes muertos en las obras que se hicieron para el acontecimiento deportivo.

Según Amnesty International, han muerto por temperaturas de hasta 50º. Jornadas interminables. Escasas medidas de seguridad. Apenas días de descanso. Amenazas de expulsión del país si no se aceptan las condiciones. Imposibilidad real de cambiar de empresa. Avances en la legislación que no se cumplen. Condiciones insalubres en las viviendas. Ese es el caldo de cultivo que explica algo que puede parecer increíble: miles de trabajadores migrantes han perdido la vida en las diferentes construcciones de Qatar desde que en 2010 la FIFA le designara como sede del Mundial de fútbol de 2022.

El diario The Guardian cifró en 6.500 el número de estas muertes, basándose principalmente en los datos proporcionados por los países de origen de los trabajadores: India, Bangladesh, Nepal, Sri Lanka, Pakistán. Aunque quizás nunca sepamos el número exacto de personas que perdieron la vida durante ese tiempo, dado que Qatar no ha querido ofrecer datos creíbles, en Catar funciona la kafala, un “sistema de patrocinio” para las empresas en varios países de la península arábiga que hace que los trabajadores migrantes apenas tengan derechos ni posibilidad real de reclamarlos. Kafala significa “garantías” en árabe, pero la realidad es que los empleados no pueden decidir cambiar de trabajo, las empresas pueden confiscarles el pasaporte y no hay posibilidad de reclamar unas mínimas condiciones a través de sindicatos. Es decir, en muchos casos kafala quiere decir más bien trabajo forzoso, algo que se ha incrementado por el mundial en Qatar 2022 y que ha hecho que la frecuencia de accidentes se haya disparado, como en la construcción de los estadios.

Según Amnesty International, han muerto por temperaturas de hasta 50º. Jornadas interminables. Escasas medidas de seguridad. Apenas días de descanso. Amenazas de expulsión del país si no se aceptan las condiciones. Imposibilidad real de cambiar de empresa. Avances en la legislación que no se cumplen. Condiciones insalubres en las viviendas. Ese es el caldo de cultivo que explica algo que puede parecer increíble: miles de trabajadores migrantes han perdido la vida en las diferentes construcciones de Qatar desde que en 2010 la FIFA le designara como sede del Mundial de fútbol de 2022.

MÓNICA MARISTAIN

También hemos visto la preeminencia sádica y cínica de la FIFA, encarnada en el presidente Gianni Infantino, quien dijo entre otras cosas que “el fútbol realmente une al mundo. El fútbol posee esa magia, esa particularidad de que cuando el balón se echa a rodar, la gente se une. Y lo hace en un ambiente de alegría”, afirmó.

La FIFA, según informes de Amnesty International, basándose en sus declaraciones, publica que “Gianni Infantino ha anunciado que la FIFA ha ingresado 7.500 millones de dólares estadounidenses del ciclo de la Copa Mundial 2022, más de 1.000 millones más de lo previsto. También pronosticó que la FIFA ganará más de 11.000 millones de dólares en los próximos 4 años”.

En otro orden, Gianni Infantino no reconoce a los trabajadores migrantes que han muerto en la construcción de ocho estadios y cuyas familias piden ahora indemnizaciones y en cuanto a los derechos de los cataríes dio un discurso de apertura lamentable: Gianni Infantino, ha llamado “hipócritas” a los detractores de la cita mundialista y ha explicado que se siente “qatarí”, “árabe”, “africano”, “gay”, “discapacitado” y “trabajador inmigrante”.

“Por lo que hemos hecho los europeos durante los últimos 3.000 años, deberíamos disculparnos por los próximos 3.000 años antes de dar lecciones morales a otros. Estas lecciones morales son solo hipocresía”, explicó en una conferencia de prensa que empezó con un particular discurso: “Hoy me siento qatarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento trabajador migrante”.

Todo esto la FIFA lo puede hacer por nuestra gran pasión futbolera. Jugaron en noviembre, en un país totalmente ajeno a la tradición del deporte y todos hacíamos cuentas para ver cómo llegar el Mundial de Futbol. Creemos sinceramente que cambiará sus destinos mucho antes el Vaticano y toda la grey católica, que esta organización “mafiosa” que dirige el futbol mundial.

Los días de campeona

Selfie de Mónica Maristain campeona.

Los días de campeona fueron haciéndose partido tras partido. Era yo misma la que criticaba a Lionel Scaloni como técnico y me maravillaba ver a Lionel Messi como nuestro gran jugador.

Poco a poco me fue conquistando hasta el día de ayer donde Argentina fue mucho más que Francia en la cancha y se coronó con mucha justicia como el nuevo Campeón Mundial de Futbol.

En este sitio hemos tenido la palabra de Ariel Scher, de Juan José Panno, de Ezequiel Fernández Moores, de Juan Roberto Presta, inclusive de Eduardo Blaustein, el día que se volvió comentarista de futbol.

Hemos visto a Luka Modrić, a Cristiano Ronaldo, a Marruecos, a Kylian Mbappé y en medio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, fuimos testigos de Argentina-México.

Miré el partido al lado de muchos mexicanos. Digo miré, pero la verdad es que trataba de esconderme debajo de la mesa todo el tiempo. Dice mi hermana: No me gusta ganarle a los mexicanos. Sé, en el fondo, que ella un poco quería que ganara el TRI. Este partido era especial, estaba dedicado a Maradona, cuyo fallecimiento tuvo lugar hace dos años. Estoy contenta por el triunfo y triste por la selección mexicana, triste por Gerardo Martino, que es un buen técnico, pero al que mañana todos los comentaristas intentarán fusilarlo. Fue duro el partido. Y duro también ver las caras decepcionadas de tantos futboleros que una vez más no llegarán al quinto partido.

Hice un texto dedicado al Mundial 1986 para la editorial Cal y Arena, convocada por Alonso Pérez Gay en el libro De Futbol Somos. En él me preguntaba si seguía yo siendo argentina: “Hoy veo a hombres saltar y bailar y ya no tengo ojos para mirarlos. Como Borges, soy ciega. No sé si me gusta el futbol. No sé si vamos a ganar en Qatar. Ya no sé si soy argentina” era la línea final de mi columna.

MÓNICA MARISTAIN

Hice un texto dedicado al Mundial 1986 para la editorial Cal y Arena, convocada por Alonso Pérez Gay en el libro De Futbol Somos. En él me preguntaba si seguía yo siendo argentina: “Hoy veo a hombres saltar y bailar y ya no tengo ojos para mirarlos. Como Borges, soy ciega. No sé si me gusta el futbol. No sé si vamos a ganar en Qatar. Ya no sé si soy argentina” era la línea final de mi columna.

Creo que sí. Creo que el gesto del Dibu, ese ser a veces tan arrogante, ese no dejarnos mandar por nadie, nos hace muchas veces antipáticos para la gente latinoamericana.

No puedo pensar ahora si Kylian Mbappé es un gran jugador (obvio lo será y el próximo torneo será de él, afortunadamente), pero lo que siento hoy, en mis flamantes días de campeona, es que somos los mexicanos, los peruanos, los brasileños, los venezolanos y etcétera etcétera que hemos ganado el Mundial de Futbol. Esta copa es latinoamericana. A qué no.

C

Artículo publicado originalmente en el sitio Maremoto Maristain.

Mónica Maristain, noviembre 2022. Foto: José Antonio Monterrosas

Mónica Maristain. Nació en Argentina. Desde el 2000 reside en México. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras. En Argentina dirigió las revistas Cuerpo & Mente en Deportes y La Contumancia. Aquí dirigió la revista Playboy, para todo Latinoamérica. Fue editora del Universal y editora de Puntos y Comas. Ha publicado muchos libros, entre ellos los de poesía: Drinking Thelonious y Antes. Los dedicados a Roberto Bolaño, entre ellos El hijo de Mister Playa. Prepara su libro sobre Mexican@s Ejemplares, una nueva aventura que saldrá por Harper Collins.