DANDYS Y CÍNICOS
Captura de Ovidio, ¿abrazos no balazos?
Es “el Culiacanazo 2.0”, así le llaman, a este nuevo capítulo, luego de que el 17 de octubre de 2019, cuando el hijo del Chapo fue liberado, minuto después de ser detenido en un operativo militar, ante la reacción violenta en las calles del Cartel de Sinaloa, en Culiacán. Ahora que está en prisión, luego de una captura exitosa de “el Ratón”, el primer golpe de alto impacto de la Guardia Nacional, con el que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se saca esa espinita.
Por José Antonio Monterrosas Figueiras

A cinco días de iniciado el 2023, sin que todavía llegaran ni los reyes Magos, ni Joe Biden y Justin Trudeau a México por la décima Cumbre de Líderes de América del Norte, fue capturado Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “el Chapo”, quien se encuentra en prisión en los Estados Unidos.
La mañana de este jueves, 5 de enero, comenzó con narcobloqueos en Culiacán, Sinaloa, y con el asesinato de Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz “El Neto”, el líder criminal de Los Mexicles, en Ciudad Juárez, Chihuahua, luego de un enfrentamiento con militares. “El Neto” se fugó el 1 de enero del Cereso número 3, donde cumplía una condena de más de cien años.
Como si fuera una cebolla las capas de la información de los narcobloqueos y las balaceras en Culiacán fueron revelando lo que finalmente Luis Crescencio Sandoval, el secretario de la Defensa Nacional, confirmó pasada la una de la tarde, en una conferencia de prensa –que fue más bien un mensaje a medios, ya que no hubo sesión de preguntas y respuestas-, por parte del Gabinete de Seguridad Pública Federal: la captura del narco junior conocido como “El Ratón”, Ovidio Guzmán López.
Temprano el periodista Héctor de Mauleón escribía en su cuenta de Twitter: “Culiacán amanece envuelto en llamas: balaceras, una decena de narcobloqueos, autos quemados. Se han suspendido actividades y se ha pedido a la población permanecer en sus casas. Corre el rumor de que a días de la llegada de Biden cayó una importante cabeza del narco. ¿Ovidio?”

El presidente Andrés Manuel López Obrador, por su parte, no quiso adelantar información al respecto en la Mañanera, en la que el canciller Marcelo Ebrard, anunció el programa de actividades de la décima Cumbre de Líderes de América del Norte que sucederá del 9 al 11, es decir la siguiente semana, aunque Biden estará en la frontera este domingo.
Al rededor de las 9:30 de la mañana ya circulaba la información de la detención de Ovidio Guzmán y a las diez estaba programada la conmemoración del Bicentenario del Heroico Colegio Militar, 1823-2023 donde estuvieron el presidente, los secretarios de Gobernación, Seguridad Pública, Relaciones Exteriores, Defensa Nacional, Marina, así como la jefa de gobierno de la Ciudad de México. “El 2023 será el año del Heroico Colegio Militar en el campo Marte, en la Ciudad de México. Con aproximadamente 80 eventos” se lee en una nota del diario Milenio y arriba de ella un cintillo que decía: “Ultima hora, detienen a Ovidio Guzmán, hijo de ‘El Chapo’”. La transmisión de este evento fue interrumpida en CEPROPIE (el Centro de Producción Informativos y Especiales), mientras ya corría la versión de que Ovidio ya se encontraba en el Campo Militar 1, en Culiacán seguían el incendio de autos y balaceras.
Hasta ahora parece una batalla ganada por parte del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, al final de las vacaciones de enero, donde, es un decir, hay más abrazos, que balazos.
JOSÉ ANTONIO MONTERROSAS FIGUEIRAS
En la conferencia de prensa del Gabinete de Seguridad que sucedió pasadas la una de la tarde, Rosa Icela Rodríguez dijo básicamente que el gobierno de México trabaja por la paz y no por la guerra. Poco antes en su cuenta de Twitter la secretaria expresaba que había acompañado al presidente en la ceremonia del Bicentenario del Heroico Colegio Militar, el presidente un poco lo mismo. De la captura de Ovidio Guzmán silencio. Parece que el pecho del mandatario mexicano ahora sí fue una bodega.
Durante la mañana el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en un mensaje anunciaba que en su visita a México la próxima semana el tema migratorio y el de seguridad en la frontera sería relevantes, ahí mismo anunció medidas para reforzar que no hubiera paso de migrantes de manera ilegal. No fue el tono insolente de Donald Trump pero dijo cosas duras.

Hacia la tarde Ovidio llegó a las instalaciones de la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) de la Fiscalía General de la República en una caja fuerte, para finalmente ser llevado en helicóptero -que había la duda de si iba volando, por carretera o por túneles- al penal de máxima seguridad El Altiplano, en el Estado de México, el mismo lugar donde estuvo preso su padre y de donde se fugó el 11 de julio de 2015. Para el 8 de enero de 2016, mientras leía el libro sobre el tráfico de cocaína, Cerocerocero, de Roberto Saviano, el capo fue aprehendido -¡ja!- y luego fue extraditado a los Estados Unidos. Enero parece ser un mes inolvidable para la familia Guzmán.
La columna de Héctor de Mauleón de este jueves, 5 de enero, con el nombre de “Biden y el elefante blanco” es interesante. En su primer párrafo se lee que: “El presidente Biden está más concentrado en hablar sobre migración, cambio climático y tráfico de drogas, sobre todo de fentanilo, más que saber dónde va a terrizar”, dijo ayer (4 de enero) el vocero del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby”.

Más adelante en esta misma columna el periodista agrega que Kirby anunció que “ni por ‘amistad’ ni por ‘diplomacia’; tampoco por darle gusto a las obsesiones de AMLO, el gobierno de los Estados Unidos está dispuesto a poner en riesgo la seguridad de su propio mandatario: pone de nuevo sobre la mesa un tema que preocupa de manera prioritaria del otro lado de la frontera: las muertes crecientes por sobredosis de fentanilo, el aumento en los decomisos de esta droga por parte del sistema de aduanas y protección fronteriza del gobierno estadounidense, el aumento de laboratorios clandestinos en México y la preocupación por la falta de resultados de la cada vez más desgastada estrategia de ‘abrazos no balazos’”. Al final Biden llegará al aeropuerto Felipe Ángeles.
Es “el Culiacanazo 2.0”, así le llaman, a este nuevo capítulo, luego de que el 17 de octubre de 2019, cuando el hijo del Chapo fue liberado, minutos después de ser detenido en un operativo militar, ante la reacción violenta en las calles del Cartel de Sinaloa, en Culiacán. Ahora que está en prisión, luego de una captura exitosa de “el Ratón”, el primer golpe de alto impacto de la Guardia Nacional, con el que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se saca esa espinita, no tardó en advertir el canciller Marcelo Ebrard que su extradición a Estados Unidos del joven criminal, que fue solicitada desde septiembre de 2019 por parte de EUA, no será inmediata ya que debe enfrentar un proceso penal en México. ¿Vendrá una tercera parte del Culiacanazo?
Hasta ahora parece una batalla ganada por parte del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, al final de las vacaciones de enero, donde, es un decir, hay más abrazos, que balazos.
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José Antonio Monterrosas Figueiras es periodista cultural y cronista de cine. Es editor cínico en Los Cínicos. Ha colaborado en diversas revistas de crítica y periodismo cultural. Conduce el programa Cinismo en vivo.