DANDYS Y CÍNICOS

La película que en Navidad lo mandó a la cama

A finales de enero de 2023, el escritor Alessandro Baricco visitó Guadalajara para dar un par de charlas en el marco de Guadalajara Capital Mundial del Libro 2022-2023. Tal vez el autor de los afamados libros Seda y Novecento, pasó su cumpleaños bebiendo tequila en Tequila, Jalisco, y paseando por la ciudad donde se realizó parte de la película de Guillermo del Toro, sobre Pinocho, el personaje emblemático de la literatura italiana, y que al escritor no le gustó, pues es italiano.

Por José Antonio Monterrosas Figueiras

Alessandro Baricco durante la convesación con el periodista y músico Alfredo Sánchez, en el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas en Guadalajara. Foto: José Antonio Monterrosas Figueiras.

En los últimos días del mes de enero del 2023, el escritor italiano Alessandro Baricco estuvo de visita por Guadalajara. Acompañado por su novia, la pianista Gloria Campaner, el autor de los afamados libros Seda y Novecento dio un par de charlas como parte de las actividades de Guadalajara Capital Mundial del Libro 2022-2023. Pasó además su cumpleaños en Tequila, Jalisco, acaso bebiendo ahí tequila y comiendo tortas ahogadas, pues vino convaleciente a la capital tapatía, y tras los pasos del estridulante Juan Rulfo.

Un día después de cumplir 65 años, Baricco visitó la Casa de los Perros, un lugar que data de finales de 1800 y que se conoce así, porque hay dos estatuas de perros pointer, en cada una de las dos esquinas superiores frontales de esa construcción, que dicen que por las noches se bajan a pasear y ladrar. Ahora es el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas, ubicado en el renovado Paseo Alcalde, en el 255, en el centro de Guadalajara.

Alessandro Baricco escuchando a sus lectores. Foto: José Antonio Monterrosas Figueiras.

Ahí asistió el literato a conversar con sus lectores. Fue en el pequeño auditorio de este recinto, la primera imprenta en Guadalajara antes de ser la macabra Casa de los Perros y luego un hermoso museo, donde la tarde del jueves, 26 de enero, Baricco habló por razones obvias, de los libros, de las novelas, de los escritores y lectores, de los videojuegos, de la escuela y la Escuela de Escritores Holden, de los profesores y los alumnos, de la pandemia y de Rulfo, autor por el que, una y otra vez lo dicen un tanto presumidos los tapatíos, aprendió español el novelista y ensayista italiano.

Juan Rulfo, afirmó, es uno de sus diez escritores fundamentales. Habría que pasarle al costo lo que dijo alguna vez el escritor que este año fue su centenario de nacimiento, el pasado 18 de enero, Ricardo Garibay su compañero en el Centro Mexicano de Escritores. “Me sacaba de quicio. Su aparente mansedumbre, su casi entera incapacidad intelectual, su lentitud de buzo, su genio publicista. Era el rey [en el Centro Mexicano de Escritores]. Solo de Rulfo se hablaba como de un grande indiscutible, y él no alzaba la voz y jamás le oí un argumento a propósito de nada”. (En Letras Libres; «Rulfo y sus críticos», Roberto García Bonilla).

De Cuarón en la película italiana Le Pupille a Guillermo del Toro con Pinocchio

Los «Three Pinocchios».

Leyendo un periódico de Guadalajara ese mismo jueves, Baricco vio una foto suya y abajo una de «los tres grandes cineastas mexicanos», Cuarón, Del Toro e Iñárritu. La nota es por su nominación al Oscar 2023. Ahí descubrió que el cortometraje Le Pupille, en el que el director de Roma es productor, es dirigido por una de las alumnas de la Escuela de Escritores Holden, la escuela que él fundó, junto con otros amigos, cuando él tenía 35 años.

Alice Rohrwacher, se llama la alumna, está «loca como un caballo», dijo sonriente Alessandro, y «viene de una familia más loca que ella», ya que «sus papás hacían miel, ella creció rodeada de miel y abejas». En Turín, Alice vivía en una casa sin calefacción. Sus compañeros no entendían cómo podía vivir sin calefacción. Para el escritor Alice es un genio y su hermana una actriz fantástica.

Le Pupille, película italiana producida por Alfonso Cuarón y que compite al Oscar.

Todo esto a la pregunta de Alfredo Sánchez, quien fue su entrevistador en esa conferencia magistral, de si está satisfecho de los escritores que han salido de la Holden. Alfredo, cabe agregar, es ex integrante de la legendaria banda tapatía El Personal y ha hecho periodismo cultural radiofónico, por lo que conectó muy bien con Baricco, quien toca el piano y ha realizado crítica musical, por lo que son un tanto colegas.

Casi al final de la charla, que duró alrededor de una hora con treinta minutos, y luego de contar ese momento con la foto de los «Three Amigos», no pude evitar preguntarle a Baricco sobre Pinocho de Guillermo del Toro. Él tendría algo interesante que responder, ya que además de ser italiano y que el niño de madera de Carlo Collodi es un emblema en la literatura de su país, estando además en Guadalajara, la ciudad donde se encuentra el Taller de Chucho, el lugar donde se realizó parte de la película de animación del tapatío, que seguramente ganará el Oscar en esa categoría, el próximo 12 de marzo, y Guadalajara -y México- estallará de alegría con esa noticia, Baricco ha reflexionado sobre la humanidad, la tecnología y la Inteligencia Artificial. Es más un integrado que un apocalíptico. Ahí está, por ejemplo, su ensayo The Game (Anagrama, 2019).

Entonces apareció un Baricco crepuscular y con cara de pocos amigos dijo que adora las películas de animación, pero que la de Pinocho de Guillermo del Toro no le gustó. «Lo siento, pero esta película en particular Pinocho de del Toro, con mucho deseo empecé a verla en mi casa en una gran pantalla. Y fue escogida como película de Navidad en mi casa. Mi hijo y mi novia estaban ahí. Empieza la película y después de diez minutos, mi hijo ya estaba en el celular y yo mismo vi algo que no me intrigó, que no me gustó».

Si bien, agregó, que por ahora no quiere adelantar un juicio de una película que no vio hasta el final, pues se fueron a dormir, quiso ser enfático en que a él no le encanta la historia de Pinocho. «Me aburre», dijo de manera lapidaria. «Tiene una moraleja que no amo. Pepe Grillo lo mataría y si eres italiano, viviste toda tu vida con Pinocho, ya no puedes más. Aún hoy el libro de Pinocho, es el libro italiano más vendido en el mundo. No es El nombre de la rosa, no es de Elena Ferrante. Entonces, no creo ser la persona más apta para juzgar esa película». Ya como tratando de apaciguar las aguas agregó: «Desde un punto de vista técnico es una locura, es increíble».

«¡Bela, bela, belísima!», expresó Baricco luego de tomar una foto al cuadro de Dolores del Río en Casa Dolores. Foto: José Antonio Monterrosas Figueiras.

No sería buena idea que para la siguiente visita de Baricco a Guadalajara, le regalaran un Pinocho, un Gepetto o un Pepe Grillo, de Guillermo del Toro, como aquellos que tal vez vio que los «Three Amigos» sostenían en sus manos -y en su cabeza-, en esa foto del periódico. Lo que sí sería una gran alegría es una imagen de Dolores del Río. Es que luego de su ponencia, el escritor bebió algo en el restorán Casa Dolores, lugar donde evidentemente vio en una pared, colgada, una foto en blanco y negro de aquella actriz. Alessandro Baricco, en ese momento, sacó su celular para capturar en su cámara, a aquella mujer considerada una de las máximas figuras de la llamada Época de Oro del cine mexicano, para luego decir al aire, eufórico, mientras alzaba una mano y hacía una gesto que le iluminó el rostro enrojecido: «¡Bela, bela, belíiisima!»

Sin llorar Pinocchio. Sin llorar Guillermo del Toro. Es hora de morir.

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José Antonio Monterrosas Figueiras es periodista cultural y cronista de cine. Es editor cínico en Los Cínicos. Ha colaborado en diversas revistas de crítica y periodismo cultural. Conduce el programa Cinismo en vivo.