DANDYS Y CÍNICOS
Otra manera de sufrir la libertad
El 14 de febrero de 2022, fue mi último día en aquel hermoso monstruo que me estrujó hace 44 años. Partí de la Ciudad de México con mis perros y gatos, con ropa y algunos libros, rumbo a una aventura llamada Guadalajara. Ya lo dijo Roberto Bolaño en su novela homenaje a la poeta uruguaya Alcira Soust Scaffo: “La pérdida trajo consigo una nueva costumbre”.
Por José Antonio Monterrosas Figueiras
El 14 de febrero de 2022, fue mi último día en aquel hermoso monstruo que me estrujó hace 44 años. Partí de la Ciudad de México con mis perros y gatos, con ropa y algunos libros, rumbo a una aventura llamada Guadalajara. Luego de 600 kilómetros de recorrido, la llegada a esa ciudad que celebraba sus 480 años de fundación, fue un tanto funesta. Algunas heridas se abrieron en el camino, en ese día en que además los enamorados se celebran en México.
No lloré pero leí en el trayecto las palabras que encontré semanas antes en un libro rojo del poeta Félix Dauajare que dice: «Si quieres amar una ciudad no debes caminar por sus calles, debes irte lejos, olvidar que alguien se inclinó sobre ti cuando palpaste el aire, debes irte para entender a las gentes y a las cosas», pues «un bosque por ejemplo no se muestra si lo ahogan los árboles».
Mientras iba dejando atrás la Ciudad de México, continuaba leyendo al poeta Potosino y su poema Si quieres conocer una ciudad, en el que dice que: «La tierra que tu llevas en la piel, los huesos y la sangre, sólo la sientes cuando media otra tierra, otra palabra, otra manera de sufrir la libertad, como una luz que no se atreve a gritar su presencia, se desliza blandamente en el pecho y ahí se queda para siempre, sólo la vemos a lo lejos con las voces atadas, cuando las manos abandonan un cuerpo y se marchan no sabemos a dónde, se nos descubre la ternura». Dauajare remata al final con estas palabras, que parecían dirigidas a mí: «la letra con sangre entra, como repetían antiguamente, y con sangre supiste que se trama los negocios del mundo».
Al dejar una ciudad algo se muere, tanto así que al día siguiente fui al parque González Gallo a enterrar a cuatro grietas que pararon de maullar accidentalmente en el camino. Lo cantó Leonard Cohen en su hermosa melodía de Otoño: «hay una grieta en todas las cosas. Así es como entra la luz». Así que como «todos los corazones, al amor llegarán, pero como refugiados».
Me vine a refugiar a la casa de Leonor, mi abuela materna veracruzana -¡jarocha!-, dicharachera y atea, quien después de 40 años de vivir en la colonia Narvarte de la Ciudad de México, se mudó para Guadalajara con Pipo y Pinky, sus perritos viejos igual que ella. Los últimos días de vida de la abuela Leonor, sin embargo, terminaron agónicos en un hospital de la Colonia Roma de la Ciudad de México, luego de perder una pierna por la diabetes.
“La pérdida trajo consigo una nueva costumbre”, escribió Roberto Bolaño en su libro Amuleto, el cual estoy leyendo por el curso sabatino que imparte mi querida amiga periodista Mónica Maristain sobre el escritor chileno infrarrealista, que vivió en la Ciudad de México y que este 2023 cumplirá 20 años de fallecido. Esta novela, por cierto, es un homenaje a la poeta uruguaya Alcira Soust Scaffo, que en el libro es Auxilio Lacouture y aquellas palabras fueron de cuando recordó la pérdida de sus cuatro dientes delanteros en la revuelta de 1968, en esa misma ciudad en que murió mi querida abuela, y quien terminó con una sicosis delirante crónica.
Digo que estoy viviendo en Guadalajara, aunque ya me están llegando noticias de que Santo, El Enmascarado de Plata, va rumbo al pancracio del terror fílmico en Cineteca Nacional, allá en la Ciudad de México, el próximo 28 de febrero, para la función de Los leprosos y el sexo, gracias a la Reina Macabra, Edna Campos. Creo que debo volver a la Ciudad de México. Santo me está llamando.
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José Antonio Monterrosas Figueiras es periodista cultural y cronista de cine. Es editor cínico en Los Cínicos. Ha colaborado en diversas revistas de crítica y periodismo cultural. Conduce el programa Cinismo en vivo.