RE-SEÑAS

Interruptus, una historia donde cabemos todos

La novela Interruptus es una radiografía de un momento específico en la vida de los personajes y de su entorno que tienen la particularidad de desarrollarse, no en una gran capital latinoamericana o europea, sino en Córdoba, Veracruz.

Por Carlos Pinzón

No cabe duda que la narrativa latinoamericana, y particularmente la que se despliega en el campo de la novela, ha dado muestras a lo largo del tiempo de su constante renovación. Grandes sorpresas se llevarán los lectores que apartándose por un instante de los cánones de la mercadotecnia editorial, de las listas de fin de año, o de las novelas de moda, se sumerjan en las propuestas de ciertos narradores cuyo trabajo no requiere ser llevado al terreno de los números, o del mainstream. Tal es el caso de Josemaría Camacho (Ciudad de México, 1979) quien recientemente ha dado conocer Interruptus, su primera novela, de la mano de Luzzeta Editores.

La novela es una radiografía de un momento específico en la vida de los personajes y de su entorno. Por principio de cuentas, hay que decir que las acciones contenidas en Interruptus tienen la particularidad de desarrollarse, no en una gran capital latinoamericana o europea, sino en Córdoba, Veracruz. El autor pinta con acierto un cúmulo de episodios que transcurren en la vida cotidiana de aquella ciudad en donde los embrollos sociales y políticos salpicarán con ácido en la vida de los personajes.

El autor pinta con acierto un cúmulo de episodios que transcurren en la vida cotidiana de aquella ciudad en donde los embrollos sociales y políticos salpicarán con ácido en la vida de los personajes.

En la primera parte de la novela, la vida común y corriente del médico Agustín Guerra cobra un sentido inesperado al verse en la obligación de atender en el área de urgencias de un hospital Cordobés a un comandante de la policía local, hecho que lo llevará a su vez, a involucrarse con el candidato oficial a la presidencia municipal del lugar. Sin quererlo, el personaje se meterá hasta la cocina de la política local y sus claroscuros, en la cual quedará acorralado, sin opción a salir de ella.

Es en la segunda parte donde inesperadamente nos topamos con un nuevo personaje: el lector de la novela. Sí, alguien que podría ser usted, yo, o el vecino. Alguien que podría llamarse Lorenzo, Ignacio o Claudia. El nombre es lo de menos, lo imperante es que las cosas se pondrán difíciles para todos: personajes, lectores, incluso para el autor. Todos están atrapados en una historia “interrumpida” pero que, por contradictorio que parezca,  avanza en la medida en que el lector recorre las páginas de un preciso ejercicio de metaficción y novela negra, que tendrá a quien se acerque a ella en un estado de tensión que perdurará hasta la última página.

Recomiendo no perder de vista el trabajo de Josemaría Camacho quien ha publicado los libros de cuentos Imagine un pez (Foc, Barcelona, 2013) y Los que hablan a gritos (Tierra Adentro, 2015). También sugiero adentrarse en el catálogo de Luzzeta Editores, una propuesta editorial que vale mucho la pena conocer. ©

Carlos_Pinzón_Portada
El breikinbad de Oaxaca.

Carlos Pinzón (Oaxaca, 1980), es ingeniero de profesión, escribe cuento y novela. Fue director de la revista literaria Pistilo. Actualmente prepara un libro de ensayos sobre novela latinoamericana reciente y no tiene Facebook.