A VECES ME DESPRECIO

¡Sálvese quién pueda!

Y todos ganaron para sus causas, pero ninguno abonó a pensar resolver la terrible carente calidad de vida en un estado de más de 16 millones de habitantes. Del Mazo Maza gobernará con el mínimo de seguidores votantes y con el rechazo generalizado. Sus propuestas no son viables para esa inmensa mayoría.

Por Félix Morriña

Estado de México

La gente del Valle de Toluca camina como autómatas. ¿Día triste? ¿Para quién? Rara sensación de muerte se respira en el nostálgico entorno. ¿Quién murió? ¿La democracia? ¿Acaso existe? Es un día muy especial, porque en estos lares no se respira, ni se vive un clima en extremo frío y lluvioso, mucho menos de certezas que nunca llegarán. Lo cierto es que no se le ve a la gente ánimo alguno.

Las noticias, sin embargo, escupen dudosos triunfos, recogen expresiones e impresiones diversas sobre las elecciones en Nayarit, Veracruz, Coahuila y el Estado de México. En éste último, el domingo 4 de junio antes de terminar el día, anunciaron las autoridades del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), que ganaba el priista Alfredo del Mazo Maza con el conteo preliminar.

Tras la intensa jornada político electoral vivida, no sólo el domingo 4 de junio, sino los dos meses previos recorriendo gran parte del Estado de México, este “servibar y amigo” trató de apreciar y captar lo que la población sentía sobre esta contienda y sobre estos resultados preliminares. La verdad no logré asimilar nada entre las masas tras horas de caminar a lado de ellas. Es más, a lo largo de las campañas, tampoco pude apreciar esa supuesta simpatía por el partido en el poder. Puras simulaciones.

Gracias a la experiencia, sabía que eso iba a pasar, pero deseaba captar más el primigenio e ignorante razonamiento del electorado mexiquense, mexicano. Poco a poco el electorado se incrementa, pero no es suficiente. Nada lo es. El abstencionismo, el hartazgo y la indiferencia sumergen toda posibilidad de cambio.

Ni la que quedó en segundo lugar, Delfina Gómez Álvarez (Morena); ni el tercero en manos de Juan Zepeda Hernández (PRD); mucho menos la cuarta posición de Josefina Vázquez Mota (PAN), ni los apenas visibles Óscar González Yáñez (PT) y la independiente Teresa Castell, podrían vivir las atrocidades de esos millones de habitantes de Nezahualcóyotl, Ecatepec, Texcoco, Tlalnepantla, Naucalpan, Atizapán, Cuautitlán Izcalli, Cuautitlán, Tultepec, ¡vamos!, toda la zona conurbada, zona metropolitana, zona de la distopía.

Luego de años de no visitar varios municipios de la zona conurbada, de no recorrer a pie la zona salvaje, me di cuenta que todo ha empeorado y la raza se acostumbró a vivir en la ignominia, en la decadencia, en la distopía. La raza se adapta a la vida amorfa con facilidad.

Pero ningún candidato cubría el perfil, ni los tamaños para modificar la realidad mexiquense. De hecho, no existe alguno que la resuelva, ni gobierno de los tres niveles que esté dispuesto a cambiarla, sino todo lo contrario. Estamos condenados a vivir de manera dantesca cualquier horror social. No hay solución, salvo irse de aquí, del país. ¡Sálvese el que pueda!

Y todos ganaron para sus causas, pero ninguno abonó a pensar resolver la terrible carente calidad de vida en un estado de más de 16 millones de habitantes. Del Mazo Maza gobernará con el mínimo de seguidores votantes y con el rechazo generalizado. Sus propuestas no son viables para esa inmensa mayoría. Cuando uno ve esa espantosa delincuencial amorfa mancha gris urbana, suburbana y rural de la entidad mexiquense, en específico en el Valle de México, zona conurbada, dan náuseas y ganas de exterminarla. Es en serio. No hay solución. No la veo.

Ni la que quedó en segundo lugar, Delfina Gómez Álvarez (Morena); ni el tercero en manos de Juan Zepeda Hernández (PRD); mucho menos la cuarta posición de Josefina Vázquez Mota (PAN), ni los apenas visibles Óscar González Yáñez (PT) y la independiente Teresa Castell, podrían vivir las atrocidades de esos millones de habitantes de Nezahualcóyotl, Ecatepec, Texcoco, Tlalnepantla, Naucalpan, Atizapán, Cuautitlán Izcalli, Cuautitlán, Tultepec, ¡vamos!, toda la zona conurbada, zona metropolitana, zona de la distopía. No podrían solucionar nada, porque desconocen por completo esa realidad generalizada. Sólo se dedicaron a manifestar sus logros locales y esos no encajan en los estatales. Pura demagogia.

Como colofón quisiera compartir para este raro día lunes 5 de junio, día de la resaca mexiquense; día en la que ganó la enfermiza clase política y perdió todo el electorado estatal; una canción de la banda punk ibérica Eskorbuto, para acompañar el incierto futuro que nos deparan los próximos seis años en el Estado de México. Como siempre, deseo fervientemente equivocarme.

“Pasan los años,/ pasa tu vida,/ pasan los meses,/ pasan tus días,/ pasan las horas,/ también los minutos,/ ¡este puede ser tu último segundo!/ ¡Uoooo! Historia triste/ ¡Uoooo! Historia histórica,/ ¡Uoooo! Historia final./ Una mañana,/ muy temprano,/ de tus sueños despertarás,/ no lo sabrás,/ este es tu día…/ ¡Vas a morir!/ ¡Uooo! Historia triste…”. ©

*Versión cínica de la columna Silencios Estereofónicos de Félix Morriña, publicada en el diario Impulso.

Félix Morriña
Dandy, pero punk.

Félix Morriña es periodista y promotor cultural. Columnista en ImpulsoSemanario Punto Revista Ágora. “Este oficio sí es para cínicos”, podría ser el título de su libro de crónicas culturales.

@fmorrina