A VECES ME DESPRECIO
«Desde el destierro» llega a nuestro país
Este buen hombre, Miguel Verchili, se encuentra por segunda vez en México para promocionar su disco solista “Desde el destierro” (2015), dejando atrás sus interesantes proyectos «Club 964», «Frágiles» y «Popeyes».
Por Félix Morriña
Le descubrí como tranquilo bebedor de cerveza y vino. Dice ser un cantinero mediterráneo musical, ya sea a solas o acompañado. Se declara hipocondriaco para que las personas a su alrededor entiendan su proceder en cualquier situación. Procura no desvelarse, salvo por trabajo y las giras, por lo que cuida mucho de su diminuto ser (mide algo así como 1.60 metros). También es obsesivo-compulsivo, por lo que la agenda, el orden y lo bien planeado le vine bien. Considero que son naturales actitudes de nuestra generación.
Estamos hablando del cantautor español Miguel Verchili (Castellón, España, hace 45 años), quien se encuentra por segunda vez en México (la primera fue en el 2011, año en el que contó con el apoyo promocional de mi gran camarada Paco Zamudio), para promocionar su disco solista “Desde el destierro” (2015), dejando atrás sus interesantes proyectos «Club 964», «Frágiles» y «Popeyes».
Miguel Verchili es un tipazo, un sencillo ente creativo muy influenciado por variopinta música, entre la que destaca la ranchera, el tango, el pop, los sonidos propios de su terruño mediterráneo y está abierto a todo lo que contenga altas dosis de calidad: Tom Waits, Nick Cave and The Bad Seeds, David Bowie, Leonard Cohen, Lou Reed, Andrés Calamaro, Radio Futura, La Unión y una larga lista de cantantes sobrios o lúcidos sobre el escenario, de esos que no echan a perder el tiempo de la fina audiencia y a cambio reciben propuestas vanguardistas.
Con ese contexto queridos lectores, no hay queja y bien vale la pena verlo en vivo en esta pequeña gira por México: 13 de julio tocó en el Bar Hobos de la CDMX; el 16 de julio tocará en El Mango de Tepoztlán, Morelos; el 21 de julio en bar El 61 de la CDMX; el 22 de julio en La Chismosita de Santiago Tianguistenco, Estado de México; el 23 de julio en el Film Club Café de Naucalpan, también Edomex; el 27 de julio en el Bar La Vela de Metepec, Edomex, y el 29 de julio en Mamut Bar de Puebla.

Recomiendo ampliamente los videos promocionales de su reciente disco, los cuales pueden ver en Youtube. En lo particular, la rola “Antes de limpiar mis botas” pienso fue escrita para mí, por razones varias, mismas que ustedes al leerla y después escucharla a todo volumen, sabrán el porqué.
“Antes de limpiar mis botas”: “Me refugio en las cantinas/ antes de que salga el Sol./ Tomando en cualquier esquina/ para calmar este dolor/ Que las deudas del rencor/ son lastre en el equipaje/ y para emprender este viaje/ tomando pasan mejor./ Camarera: otro tequila/ se lo pido “por favor”./ Quiero cerrar esta herida/ que mi suerte provocó./ Que el rencor ya se esfumó/ y puedo emprender mi viaje./ Voy ligero de equipaje/ para cantarles mi canción/ Con la luna marcharé/ antes de limpiar mis botas,/ empañadas por las gotas/ del vaso que derramé,/ a un lugar que aún no encontré/ entre tantas listas rotas./ Que más da ranchera o jotas,/ tango, rock o un buen cuplé./ Si antes de limpiar mis botas/ con la luna marcharé”.
Otra que me trasciende es “Cuándo el sentido común dejó de ser común” y “Un Fer La Ma” (es valenciano-castellano y significa algo así como “Muy lejos”, o “Hasta la chingada”), me significan mucho, por mi forma de ser.
¡Salud!
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*Versión cínica de la columna Silencios Estereofónicos de Félix Morriña, publicada en el diario Impulso.

Félix Morriña es periodista y promotor cultural. Columnista en Impulso, Semanario Punto y Revista Ágora. “Este oficio sí es para cínicos”, podría ser el título de su libro de crónicas culturales.