A VECES ME DESPRECIO

Viejos secretos musicales

¡Phil Collins regresa a México y trae de la mano a The Pretenders! Félix Morriña que está en la edad de asumir sus viejos secretos musicales, asistirá al concierto a celebrarse en marzo del próximo año en la Ciudad de México. Y aquí van algunos recuerdos con este cantante inglés.

Por Félix Morriña

Tras leer desatenciones, mentiras y promesas que no se cumplirán, tras recordar que no necesitas a nadie a tu lado para seguir vivo, salvo los que deban morir para que uno siga existiendo, vuelvo a leer una noticia que sí es verdad: viene de nuevo a México uno de los músicos más trascendentales del rock internacional: el británico Phil Collins. Y no viene solo, esta vez trae de banda telonera a nada más y nada menos que a los estadounidenses The Pretenders, ¡sí!, veré sobre el escenario por vez primera, en casi medio siglo de vida, a mi adorada Chrissie Hynde.

El martes 6 de marzo del 2018 Phil Collins estará en el Auditorio CitiBanamex de Monterrey; al día siguiente en la Arena VFG de Guadalajara y el viernes 9 de marzo en el Palacio de los Deportes, justo donde lo vi por primera vez durante la década de los años 90 cuando estaba al frente del área de Prensa de Ocesa, mi querida amiga Lourdes Gómez. En aquella ocasión, recuerdo bien, fue muy difícil tener esa acreditación, ese gafete de prensa (el cual, desafortunadamente, ya no conservo, se perdió entre las cosas mías en la casa de mis padres tras separarnos de nuevo. Mi madre no me dejó sacar nada, porque era la manera de acordarse de su primogénito todos los días), me costó desveladas, reseñas, textos escritos con mucho (re) sentimiento. 

Las acreditaciones eran tan codiciadas, tan peleadas, que tenerlo en el cuello era como una medalla olímpica. Las féminas de entonces me decían darme todo con tal de que les obsequiara ese gafete y ese boleto del memorable concierto de Phil Collins. Sabía que como mujeres mentirían y tratarían de timarme, como tratan siempre, por lo que no les di nada, ni mi amor, ni mi cuerpo, ni mi existencia, lo que les di fue verdades cantadas al oído, como ‘Another Day In Paradise’, ‘One More Night’, ‘Two Hearts’, ‘True Colors’, ‘Can’t Stop Loving You’, ‘Don’t Lose My Number’, ‘Strangers Like Me’, ‘Sussudio’, ‘Son Of Man’ y el leit motiv de esta columna: ‘In The Air Tonight’.

Desde antes de saber que el maestro Phil Collins escribió esta canción con tantos sentimientos encontrados, yo sabía que esta misiva hecha canción ocultaba mensajes para este “Servibar y amigo”, porque eran como la deliciosa savia de tu entrepierna, como el mejor de los tragos de whisky que me haya tomado en 47 años de vida; como la mejor droga consumida en mi existencia y que te transporta hacia lugares recónditos; como el amor verdadero que se manifiesta, que está, pero no se queda y se ausenta. ¡Oh Dios!

También «In the air tonight» me significa dolor, incertidumbre, sentimientos de abandono, de extrema soledad, es de esas canciones que no pueden quitarse de mi cabeza cada vez que la oigo, porque sé que los mensajes verdaderos están ahí, en el viento, en el aire, en el templo de Ehécatl y no alcanzo a descifrarlos todos. ¿Por qué no me alcanza el lenguaje para entenderte? ¿Cuál es el mensaje a seguir para llegar a ti, mi Dulce Señor? ¿Por qué ellas, las dulces doncellas, no se quedan?

Ahora recuerdo estar oyendo a Phil Collins y “volando” en mi “Pequeño Bastardo”, mi Mustang negro con maquinaria tocada de finales de los años 80 y principio de los 90, ese que me “regalara” el entonces amigo, compañero de excesos etílicos, y hasta cuñado, Jorge Valdés Rueda.

Sé que Phil Collins escribió esta canción por el enojo, la frustración, la terrible ira que sintió tras su primer divorcio en 1979 con la aprendiz de actriz canadiense Andrea Bertorelli (con quien estuvo desde 1975). Tan destrozado estaba el querido actor, cantante, compositor, baterista y pianista inglés que dejó la banda que le diera a conocer en el mundo: la maravillosa Genesis. Imagínense el dolor para dejar semejante grupo de rock progresivo. En su primer disco solista, “Face value” (1981), Collins continuó enviando mensajes ocultos a Andrea en las canciones, como «I Missed again» e «If leaving me is easy», en la que le pide regresen, pero eso no sucedió y el mundo se lo agradecimos, porque empezó a crear de otra forma diferente a Genesis. Incluso en el disco “Duke” (1980) con Genesis, Collins se inspira en este su primer divorcio y lo transmite en las rolas «Please Don’t Ask» y «Misunderstanding». ¡Es el precio a pagar, por ahí me lo dice alguien al oído y le creo!

Vimos a un “Copete de hueso” (por su temprana calvicie) mucho más fresco, popero, con las habilidades del rock progresivo, pero muchos de nosotros necesitábamos de sus composiciones suaves, delicadas, tranquilas, ¿y por qué no?, algunas ñoñas, cursis, como dolorosas con gran calidad y con excelente nivel. Hace años no me hubiera atrevido a decirlo como ahora. Estoy en la edad de asumir mis viejos secretos musicales, mis debilidades sonoras, esas que me han permitido en la oscuridad, en la penumbra, en la soledad y en la paz del descanso invernal aceptar con la libertad de cantarlas a gusto a los cuatro vientos.

Ahora recuerdo estar oyendo a Phil Collins y “volando” en mi “Pequeño Bastardo”, mi Mustang negro con maquinaria tocada de finales de los años 80 y principio de los 90, ese que me “regalara” el entonces amigo, compañero de excesos etílicos, y hasta cuñado, Jorge Valdés Rueda, en las calles de mi viejo barrio de Ciudad Labor con botellas de Jack Daniels en la mano. Agarrábamos la autopista México-Querétaro a todo lo que daba el motor, hasta sentir que cerrando los ojos no despertaría jamás de esa felicidad que da el aire en tu rostro y las verdades de estar solo, sin necesidad de leer mentiras, desatenciones, promesas y escuchar llorando de rabia «In The Air Tonight».

Volveré a escuchar así a Phil Collins el viernes 9 de marzo del 2018 (¡espero no volarme la cabeza antes!). Será placentero verlo de nuevo en el Palacio de los Deportes, pero ahora con el plus de estar por vez primera con The Pretenders. Será una noche memorable, lo sé, sobre todo porque nos dio mucho gusto que Collins regresara a los escenarios hace dos años bajo el concepto de “The legendary Phil Collins live”, porque el 7 de marzo del 2011 había anunciado su renuncia de los escenarios por cuestiones de salud (operación de las cervicales que no le permitían tocar batería y piano) y porque estaba harto de la basura musical existente. En esta gira pisará México, Brasil, Puerto Rico, Uruguay, Chile, Perú y Argentina. Para los que no puedan ir, o no conozcan a Phil Collins, les recomiendo sus memorias “Not dead yet: the autobiography”, así como escuchar las reediciones de todos sus discos solistas y con la maravillosa banda Genesis. ¡Disfruten de esta bella canción que es «In the air tonight», sólo que no lo hagan llenos de rabia como su “Servibar y amigo”!

¡Salud!

“Puedo sentirlo llegar en el aire, esta noche, ¡Oh, Señor!/ Y he estado esperando este momento toda mi vida, ¡Oh Señor!/ ¿Puedes sentirlo llegar en el aire esta noche? ¡Oh, Señor!/ Bueno, si me dijeras que te estuvieras ahogando,/ no te extendería mi mano./ He visto tu rostro ya antes, amigo mío./ Bueno, ahí estaba y vi lo que hiciste./ Lo vi con mis propios ojos./ Así que puedes quitarte de la cara esa sonrisa,/ que sé donde has estado./ Ha sido todo un montón de mentiras./ Y puedo sentirlo llegar en el aire, esta noche, ¡Oh Señor!/ Y he estado esperando este momento toda mi vida, ¡Oh, Señor!/ Puedo sentirlo llegar en el aire, esta noche, ¡Oh, Señor!/ Y he estado esperando este momento toda mi vida, ¡Oh, Señor!/ Lo recuerdo. Lo recuerdo, no te preocupes./ ¿Cómo podría olvidarlo?/ Es la primera vez, y la última que nos encontramos./ Pero sé los motivos por los que mantienes tu silencio./ No, no me engañas./ No me haces daño./ Pero el dolor sigue creciendo./ No es un extraño para ti y para mí./ Y puedo sentirlo llegar en el aire, esta noche, ¡Oh, Señor!/ Puedo sentirlo llegar en el aire, esta noche, ¡Oh, Señor!/ Pero he estado esperando este momento toda mi vida,/ ¡Oh, Señor!”.

©

 

*Versión cínica de la columna Silencios Estereofónicos de Félix Morriña, publicada en el diario Impulso.

Félix Morriña
Dandy pero punk.

Félix Morriña es periodista y promotor cultural. Columnista en ImpulsoSemanario Punto Revista Ágora. “Este oficio sí es para cínicos”, podría ser el título de su libro de crónicas culturales.

@fmorrina